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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/08/2025 16:30
La precisión de la resonancia permite planificar tratamientos personalizados y evitar procedimientos invasivos innecesarios (Imagen Ilustrativa Infobae) La detección temprana es un pilar de la medicina preventiva para disminuir el impacto de las enfermedades más frecuentes. Sus objetivos son múltiples: mejorar la calidad de vida de la población mundial, bajar la tasa de mortalidad y reducir el alto costo que genera el tratamiento de las patologías cuando están en etapas avanzadas, en especial, el cáncer. Cada herramienta que permite llegar antes a un diagnóstico representa un paso adelante en las perspectivas de los pacientes. En ese sentido, una imagen puede marcar la diferencia entre una terapia que se inicia a tiempo o una patología que, en silencio, sigue creciendo. Qué es la resonancia magnética Los últimos avances en el desarrollo de la resonancia magnética (RM) hoy la posicionan como un estudio clave para detectar el cáncer antes, sin radiación y con una precisión que cambia decisiones médicas importantes. “La resonancia magnética permite ver el interior del cuerpo sin usar rayos, transformándose en una nueva forma de cuidar la salud. Es segura, no invasiva y cada vez más rápida. Con las nuevas tecnologías, se convirtió en una herramienta clave para detectar enfermedades antes de que aparezcan los síntomas”, explica la doctora Mariana Kucharczyk (MN 111731), coordinadora médica del Servicio de Diagnóstico por Imágenes del Instituto Alexander Fleming (IAF). La resonancia magnética de cuerpo entero ofrece una visión integral para identificar enfermedades antes de que aparezcan los síntomas (Imagen Ilustrativa Infobae) Si bien muchos pacientes ya están familiarizados con este estudio, en los últimos años fue ganando terreno a nivel mundial la versión más extendida: la resonancia magnética de cuerpo entero. Se trata de una exploración completa, que se realiza en aproximadamente una hora, que permite a los médicos contar con una visión integral del organismo y detectar a través de imágenes más precisas elementos de interés como por ejemplo procesos inflamatorios o tejidos atípicos. “Este estudio permite hacer un chequeo completo del cuerpo sin usar radiación, por eso es ideal para personas con antecedentes familiares de cáncer, en particular aquellos con síndromes hereditarios como Li-Fraumeni, Von Hippel–Lindau o Neurofibromatosis, que necesitan controles frecuentes desde edades tempranas. Por otro lado, también se emplea en casos oncológicos complejos y específicos, donde se buscan lesiones ocultas, incluso aquellas que otros métodos como el PET/CT no detectan”, explica la médica especialista en diagnóstico por imágenes del IAF, donde se realiza este estudio desde 2021. Actuar antes de los primeros síntomas La experta destaca que actuar antes de los primeros síntomas con una estrategia terapéutica temprana abre una nueva puerta a la prevención. “Detectar antes de que duela, sin dañar al cuerpo y sin necesidad de utilizar radiación ionizante, es una forma real de cuidarnos mejor, sobre todo en casos en los que puede haber predisposición a la aparición de tumores, o que encontrar enfermedad oculta sea la llave para un nuevo tratamiento que mejore el pronóstico”, agrega. Resonancia magnética para prevenir los tumores más frecuentes La resonancia magnética mejora la detección de tumores de próstata, mama, hígado y órganos ginecológicos, incluso en casos complejos (Imagen Ilustrativa Infobae) La resonancia magnética también se está convirtiendo en un pilar para diagnosticar tumores en zonas específicas, evitando otros procedimientos invasivos. En los tumores de próstata, por ejemplo, hoy es posible detectar lesiones sospechosas sin hacer una biopsia de entrada, permanecer en seguimiento cuando no hay lesiones de alta sospecha o dirigir biopsias guiadas por imágenes que podrían haber sido falsamente negativas sin esta precisión. A la vez, se posicionó como una herramienta de gran utilidad en la detección y control de los tumores de alto impacto, como por ejemplo el cáncer de mama, que es el más frecuente entre las mujeres argentinas con más de 22 mil nuevos casos por año. La resonancia cumple un rol clave en pacientes de alto riesgo, como aquellas con mutaciones BRCA1/2 o antecedentes familiares importantes. Se trata de un estudio altamente sensible que permite detectar lesiones que muchas veces no se ven en la mamografía ni en la ecografía, sobre todo en mujeres jóvenes con mamas densas. Por eso, forma parte de las guías internacionales de control anual para quienes tienen riesgo aumentado de desarrollar cáncer de mama”, explica la doctora Kucharczyk. También en el caso de los tumores de hígado la resonancia puede marcar la diferencia cuando hay riesgo elevado de cáncer. En pacientes con hepatopatía crónica —como cirrosis o hepatitis B o C—, la RM con técnicas especiales permite detectar carcinomas hepáticos (HCC) en etapas muy tempranas, cuando otras imágenes aún no los muestran. Gracias al uso de contraste hepatoespecífico y secuencias de difusión, hoy es posible identificar lesiones milimétricas y actuar antes. Además, es una herramienta fundamental para seguir a pacientes trasplantados o con antecedentes familiares de cáncer hepático. La interpretación experta de los médicos sigue siendo clave para adaptar los protocolos y personalizar la atención oncológica (IMagen Ilustrativa Infobae) “Cuando hay riesgo alto, una imagen puede ser la diferencia entre un hallazgo precoz o un diagnóstico tardío. Cuanto más silenciosa es la enfermedad, más importante es tener una imagen que la anticipe. Un diagnóstico temprano y preciso no solo da más tiempo, también da mejores opciones”, plantea la especialista del IAF. Las imágenes de las RM también ayudan a tener mayor precisión en el diagnóstico. Un ejemplo es el uso de resonancia con protocolo especializado para evaluar el peritoneo (la membrana que recubre los órganos del abdomen). Esta técnica permite ver si el cáncer se diseminó en zonas que otras imágenes no muestran. Esta información es clave ya que ayuda al cirujano a planificar mejor, evita cirugías innecesarias o terapias incorrectas y mejora la calidad del tratamiento. “En los tumores de recto, la última parte del colon, permite una estadificación precisa para un tratamiento dirigido e individualizado, ayuda a evaluar si un tratamiento está funcionando, y en algunos casos, se puede evitar cirugías con preservación de órgano, siempre que haya un seguimiento adecuado con un equipo multidisciplinario”, destaca la doctora Kucharczyk. En cuanto a las terapias de tumores alojados en órganos ginecológicos (como útero, ovarios y cuello uterino), el uso de resonancia magnética favorece la planificación del tratamiento y a la vez funciona como una herramienta de seguimiento para monitorear su efectividad y poder ir evaluando cómo está respondiendo. “Cuanto más precisa es la imagen, más exacta puede ser la decisión médica”, sostiene la experta. El uso de la inteligencia artificial y la mirada del médico La inteligencia artificial aplicada a la resonancia magnética agiliza los diagnósticos y mejora la calidad de las imágenes (Imagen Ilustrativa Infobae) Uno de los grandes desafíos que hoy se plantea en la medicina es la incorporación de la inteligencia artificial para mejorar y agilizar los procesos y su coordinación con la mirada de especialistas que le impriman una interpretación multidisciplinaria a la información recabada. El objetivo final es llegar antes y mejor a los diagnósticos con tratamientos hechos a medida. “La incorporación de inteligencia artificial (IA) en los equipos de resonancia es uno de los avances tecnológicos recientes más destacados. Gracias a sistemas de reconstrucción con deep learning, hoy se logran imágenes más claras, estudios más rápidos y un mayor confort para el paciente. Todo esto no es futuro: ya sucede en nuestro país, en centros que apuestan a la innovación como una forma de cuidar. La resonancia magnética de hoy no solo permite ver más. Permite ver antes, con más seguridad y con menos impacto en el cuerpo”, destaca la doctora Kucharczyk. Lejos de automatizar la medicina, la posibilidad de ver antes y mejor lo que sucede, es una oportunidad para personalizar la atención y que todo el conocimiento y la experiencia de los médicos se enfoque en los pacientes. “Son los médicos quienes adaptan los protocolos a cada paciente, deciden qué buscar y cómo hacerlo, y luego interpretan los hallazgos con atención al detalle, sensibilidad clínica y compromiso con cada persona. La calidad del estudio no depende solo del equipamiento, sino también del ojo experto que lo analiza. Y eso, hoy más que nunca, hace la diferencia y nos vuelve más humanos”, concluye la experta del Instituto Alexander Fleming. *El Instituto Alexander Fleming se especializa en la prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de enfermedades oncológicas e innovación médica.
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