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  • La restauración de inmuebles patrimoniales en Rosario: hacia la recuperación y preservación de su esencia original

    » El Ciudadano

    Fecha: 27/08/2025 04:20

    Por Ana C. Berdicever La restauración de un edificio de valor patrimonial apunta a la recuperación de su esencia y a su preservación como parte de la historia del entorno urbano en el que se inscribe. Con el paso de los años, los inmuebles comienzan a sufrir daños. Algunos son estructurales, otros periféricos. Entonces, la tarea de conservación consiste en intervenirlos para que no quede sepultado el pasado en una ciudad que se modifica al compás de un vertiginoso mercado inmobiliario. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Diario El Ciudadano (@diarioelciudadano) Alma Piedra nació en 2018. María Eugenia Prece es quién lleva adelante la empresa. En Rosario llevan restaurados varios edificios de valor patrimonial. Prece le explicó a El Ciudadano el trabajo realizado en algunos. Y cómo comenzó esta pasión. “Soy Licenciada en Arte. Cuando hicieron la instalación de la escultura de Lola Mora en el Monumento a la Bandera, un profesor me invitó a participar de la restauración», recordó. Entonces, completa, cambió todo: «Descubrí ese mundo que me encantó”. Eugenia Prece y Mailén González en las oficinas de Alma Piedra- Foto: Juan José Cavalcante Narró esa historia y los trabajos en una oficina de calle Sargento Cabral en cuyo frente una placa avisa que está catalogado como de valor patrimonial. Esa pasión nacida casi de casualidad llevó a Prece a especializarse con una maestría en la Facultad de Alcalá de Henares, en España. “Volví a Rosario y los comienzos fueron duros. No estaba muy desarrollado el proceso de restauración ni la conciencia sobre la importancia de preservar nuestro patrimonio”, recuerda. Cada proyecto es un mundo nuevo Cada proyecto que encaran desde Alma Piedra es único. Eugenia explica que tiene que ver con las materialidades, el tipo de mano de obra que se necesita y el tipo de tarea a desarrollar. “El equipo de trabajo lo formamos en función del proyecto”, explica y agrega: “Tenemos artesanos con los que trabajamos siempre, también con investigadores de laboratorio y hay tareas que tienen que ver con otras materialidades como los metales o la madera y trabajan especialistas en esas áreas. Cada cosa hay que atenderla en su especificidad”. Un diálogo con el edificio Prece indica que a los edificios hay que entenderlos, no solamente cómo son sino cómo fueron en sus inicios, los que les fue pasando y los desafíos a los que están sometidos. Para ello son fundamental los estudios previos. “Es muy importante y no se valora porque vamos a la obra, estamos acostumbrados a tener un proyecto y ejecutarlo desde cero”, indicó. Lo último: la media manzana en la que se aplica la ley María Eugenia contó que están realizando el diagnóstico del edificio de tribunales en Santa Fe. Se trata de un edificio que ocupa media manzana a cargo del arquitecto Juan B. Durand mismo que construyó el Palacio Fuentes en Rosario. “Estamos investigando la materialidad. Tomamos muestras y las llevamos al Instituto de Física del Conicet con quienes trabajamos hace muchos años”, resaltó Prece. La Bolsa, Museo, Facultad, la Sede de Gobierno, un Consulado… María Eugenia contó algunos de los tantos trabajos que se han llevado a cabo en la ciudad. Uno de ellos fue en la Bolsa de Comercio, donde después que se cayera un modillón (elemento decorativo en forma de ménsula que sobresale de un muro y sirve de soporte) de una cornisa comenzaron con los estudios previos. Se realizó un diagnostico exhaustivo y pudieron localizar los lugares de dónde provenía la fragilidad. Un trabajo que la restauradora califica como «hermoso» fue el del Consulado de Italia. “Ahí trabajamos con materialidades distintas y equipos de trabajos diferentes. Al principio hicimos el símil piedra en la fachada, luego los cielo raso que estaban tapados con durlock, recuperamos unas pátinas originales y después trabajamos en el patio junto a un ceramista ya que la mayólica (es un tipo de cerámica vidriada con un acabado brillante y decorativo,) estaba dañada y se pusieron en funcionamiento de nuevo de las fuentes”, detalló. Otro edificio que Prece recuerda con mucho cariño es el de la Facultad de Humanidades de la UNR. Y es que allí, además, estudió. “Recuperamos el símil piedra que estaba pintado y tapaba su arquitectura neogótica, estilo que no tiene muchos ejemplos en Rosario. Cuando volvió a piedra se recuperó la esencia del gótico”, dijo. La recientemente restaurada Facultad de Derecho fue todo un desafío. Estaban alterados los estucos (material de construcción utilizado para recubrir y decorar paredes y techos, tanto en interiores como exteriores) muy propios de la Barcelona del S. XIX que trajo Juan Canals, quien ejecutó dicha obra. Se recuperó mucha ornamentación y se tiró abajo una escalera que poco tenía que ver con el estilo del edificio. Se recuperaron las puertas, los capiteles de las columnas en la balaustrada (es un conjunto de balaustres, que son columnas pequeñas y moldeadas que sirven para formar barandales o antepechos en balcones, terrazas y escaleras). «La Justicia» preservada que respondió con un regalo En la Sede de Gobernación se llevó adelante el trabajo del diagnóstico en la restauración de la cuadriga. Es la estatua que corona el edificio en lo alto, el carro tirado por cuatro caballos que conduce la Justicia, representada por una mujer. “Descubrimos que ya había sido restaurada con anterioridad, existía el informe previo y vimos que se habían repetido las patologías en el mismo lugar», recuerda Prece. «Los perfiles, que son el eje de las colas y patas de los caballos que llevan el carruaje, estaban apoyados en unos pilares de mampostería rotos», sigue el relato. Y entonces, hubo sorpresa: «Consolidamos el trabajo y lo que fue hermoso allí es que, metiéndonos a gatas dentro de esta estructura, encontramos escrito en un revoque ‘Aquí trabajó Pedro Beati’». Fue una gratificación inesperada, se emociona Prece: «Esas son las cosas hermosas que ofrece la restauración. Pedro Beati tenía 19 años cuando llegó a Rosario desde el norte de Italia. Vaya a saber uno en cuántos edificios más habrá trabajado”. Museo recuperado con tecnología de vanguardia En el Museo Estévez, Alma Piedra trabajó en el mirador, construido por Gerbino y Schwarz cuando la casona fue remodelada por sus nuevos propietarios, Firma y Odilio Estévez, en la década de 1920. En 1990 comenzó a sufrir problemas estructurales que requirieron su apuntalamiento. «Desprendimientos de la losa de cubierta y de las columnas de sostén requirieron una consolidación estructural completa, que consistió en el refuerzo del pilar principal y el tratamiento de la losa con fibra de carbono. Una vez realizada la consolidación completa de la estructura, se procedió a recomponer la ornamentación y restituir el símil piedra», explicó Prece. “Trabajamos con Dera Arquitectura, que es la misma empresa con la que hicimos la Facultad de Derecho y el Consulado de Italia. Contratamos a un ingeniero estructuralista que ahora es nuestro asesor, que es Sebastián Mausola. E hicimos una propuesta muy vanguardista en lo tecnológico: consolidamos todo con fibra de carbono. Esa losa respeta el concepto que nos guía, el de mínima intervención y máxima conservación”, sostuvo. Nanotecnología para proteger lo antiguo Alma Piedra es desde hace un tiempo representante exclusivos en el país de los productos hidrofugantes, oleofugantes y consolidantes nanotecnológicos de la empresa española Tecnan, diseñados especialmente para la protección de todo tipo de superficies, con la calidad de excelencia que requieren tanto edificios patrimoniales como de obra nueva, para garantizar su impecabilidad en el tiempo.

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