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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/08/2025 02:59
La cafeína reduce la eficacia de ciertos antibióticos en Escherichia coli, según un estudio internacional (Freepik) Una taza de café podría estar reduciendo la eficacia de ciertos antibióticos en la bacteria Escherichia coli, según un estudio reciente realizado por un equipo internacional de investigadores de las universidades de Tubinga y Wurzburgo, Alemania. El trabajo identificó que la cafeína altera el funcionamiento de las proteínas de transporte bacterianas, reguladas por la proteína Rob, lo que disminuye la absorción de medicamentos como la ciprofloxacina. Este hallazgo plantea nuevas interrogantes sobre el impacto de sustancias cotidianas en la resistencia bacteriana y la efectividad de los tratamientos antimicrobianos. Cafeína y proteínas de transporte en Escherichia coli Una mejor comprensión de la resistencia bacteriana de bajo nivel permitirá desarrollar estrategias más efectivas para combatir las infecciones y mejorar la eficacia de los antibióticos (Reuters) El estudio, dirigido por Ana Rita Brochado y Christoph Binsfeld, analizó el efecto de 94 sustancias químicas, entre ellas ingredientes alimentarios y medicamentos, sobre la capacidad de E. coli para controlar el paso de compuestos a través de su membrana. Los resultados mostraron que cerca de un tercio de estas sustancias modificaron la actividad genética relacionada con los sistemas de transporte celular. Sin embargo, la cafeína sobresalió por su capacidad para reducir la absorción de ciertos antibióticos, fenómeno que los autores describen como una interacción antagónica. El mecanismo identificado se basa en el papel central de la proteína Rob, un regulador genético que intervino en aproximadamente un tercio de los cambios detectados en la expresión de genes de transporte. Al respecto, Brochado explicó que “la cafeína desencadena una serie de eventos que comienzan con el regulador genético Rob y culminan en la alteración de varias proteínas de transporte en E. coli, lo que a su vez reduce la absorción de antibióticos como la ciprofloxacina”. Así, la presencia de cafeína en el entorno bacteriano puede debilitar la acción de estos medicamentos al limitar su entrada en la célula. Limitaciones del estudio y diferencias entre bacterias La cafeína no afecta de igual manera a todas las bacterias: en Salmonella enterica no se observó el mismo impacto sobre la absorción de antibióticos (Foto: UNAM) Los experimentos se realizaron exclusivamente en condiciones de laboratorio. Por ahora, no existe evidencia sobre cómo este mecanismo podría funcionar en seres humanos ni sobre la cantidad de café necesaria para afectar la respuesta a los antibióticos en un contexto clínico. Los investigadores consideran que serán necesarios estudios adicionales para determinar si el consumo de cafeína puede tener un impacto real en la eficacia de los tratamientos antibióticos en personas. El efecto observado tampoco se replicó en todas las bacterias analizadas. En el caso de Salmonella enterica, una bacteria patógena relacionada con E. coli, la cafeína no mostró el mismo impacto sobre la absorción de antibióticos. Esta diferencia sugiere que la respuesta a estímulos ambientales como la cafeína puede variar entre especies bacterianas, posiblemente debido a divergencias en las vías de transporte o en la contribución de estas proteínas a la absorción de medicamentos. Los investigadores destacan la importancia de analizar la interacción entre sustancias de la dieta y medicamentos en la lucha contra la resistencia antimicrobiana (Imagen Ilustrativa Infobae) El estudio contribuye a la comprensión de la llamada resistencia bacteriana de bajo nivel, un fenómeno que no implica la presencia de genes de resistencia clásicos, sino adaptaciones sutiles en la regulación y respuesta ambiental de las bacterias. Comprender estos mecanismos resulta esencial para optimizar los enfoques terapéuticos y decidir qué sustancias se administran durante el tratamiento, en qué cantidad y si es necesario considerar la interacción con otros compuestos presentes en la dieta o el entorno. Las implicaciones de este trabajo han sido resaltadas por los propios investigadores. La profesora Karla Pollmann subrayó que “esta investigación fundamental sobre el efecto de las sustancias consumidas a diario subraya el papel vital de la ciencia en la comprensión y la resolución de problemas del mundo real”. El equipo considera que una mejor comprensión de la resistencia bacteriana de bajo nivel permitirá desarrollar estrategias más efectivas para combatir las infecciones y mejorar la eficacia de los antibióticos. A partir de estos resultados, los autores señalan que el próximo desafío será identificar los factores clave que determinan las funciones de transporte en distintas bacterias, una tarea compleja pero fundamental para avanzar en la lucha contra la resistencia antimicrobiana.
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