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Rio Negro » Adn Rio Negro
Fecha: 26/08/2025 15:09
(ADN/Corresponsal).- El ex concejal barilochense y actual presidente del Centro de Orientación, Defensa y Educación al Consumidor (CÓDEC), Pablo Chamatropulos, dialogó con esta agencia y remarcó que Bariloche atraviesa una crisis profunda, urgente y peligrosamente subestimada: el alarmante incremento de incendios en viviendas particulares. “En el último año, se han registrado al menos 100 siniestros de este tipo, lo que equivale a un incendio cada dos días. No es una estadística menor ni un problema pasajero: es una emergencia estructural que está destruyendo hogares, empobreciendo familias y, en algunos casos, cobrándose vidas”, sostuvo. Considero que el principal factor detrás de este fenómeno no es el azar ni la negligencia individual, sino “el abandono de políticas públicas que garanticen condiciones de vida seguras y dignas”. Recordó que desde hace más de cuatro años está paralizada la obra del gasoducto cordillerano, lo que ha impedido nuevas conexiones domiciliarias a la red de gas. “Esta ausencia del Estado y de la empresa Camuzzi, ha obligado a cientos de familias a recurrir a conexiones clandestinas o a depender del gas en garrafa, muchas veces con instalaciones precarias y sin controles de seguridad”, dijo Chamatrópulos. Agregó que en un clima como el de Bariloche, donde las temperaturas invernales son extremas, no tener acceso seguro a energía para calefacción no solo es una carencia: es una condena. La alternativa -el uso masivo de artefactos eléctricos- satura las redes domiciliarias, que no están preparadas para semejante demanda, generando cortocircuitos y sobrecalentamientos que terminan en tragedia. “Comparar estos números con los de otras ciudades deja aún más en evidencia la dimensión de la crisis: mientras Bariloche -con cerca de 150.000 habitantes- sufrió más de 100 incendios en un año, Comodoro Rivadavia, con mayor población tuvo apenas 10 e Isidro Casanova, en Buenos Aires, solo 5”, sostuvo el titular del CÓDEC. «No se trata de casualidades. Se trata de una estructura urbana sin planificación energética, de barrios sin regularización, de decisiones políticas postergadas y, sobre todo, de una comunidad que ha sido empujada a sobrevivir como puede”, prosiguió. “La institucionalidad local, naturalizó la problemática y dispone de una norma específica a nivel municipal que establece un subsidio económico para las familias afectadas con incendios domiciliarios; como si una suma económica, en general irrisoria en comparación con las pérdidas, fueran solución de algo”, manifestó. Según el ex edil “Los incendios no son solo noticia de crónica policial. Son la manifestación visible de un tejido social que se quema, lentamente, por la desidia. Mientras tanto, los vecinos de Bariloche siguen pagando con sus casas -y a veces con sus vidas- el precio de una inacción intolerable. Ya no hay margen para mirar hacia otro lado”.
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