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  • El Banco Central volvió a subir encajes y el dólar pegó un nuevo salto

    » Comercio y Justicia

    Fecha: 26/08/2025 09:06

    La medida busca intensificar el “apretón monetario” y evitar que los pesos presionen sobre el dólar. Sin embargo, ayer, la divisa estadounidense escaló a $1.370. El mercado sigue volátil y las tasas, elevadas, en un contexto en el que, además de la situación económico-financiera, impacta el ruido político por los últimos casos que involucran al Gobierno en la previa de las elecciones Tras otra jornada de tensión en el mercado financiero y antes de una licitación de bonos del Tesoro, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) volvió a decidir un nuevo aumento de los encajes bancarios. La normativa del BCRA incluyó dos puntos, ambos orientados a que los bancos puedan utilizar los bonos emitidos por el Tesoro en la licitación de mañana para cumplir con la integración de los encajes, la porción de los depósitos bancarios que las entidades deben dejar depositada en el BCRA. El primero de ellos incrementa en dos puntos porcentuales los encajes para los depósitos a la vista (caja de ahorros y cuentas corrientes) que pueden aportarse en los bonos mencionados, lo que reduce en la misma proporción el aporte en efectivo. “Esa parte de la norma apuntó a dar respuesta a un pedido de los bancos, en base a las reuniones mantenidas con el BCRA”, explicó una fuente de la autoridad monetaria. El segundo punto de la norma dispone que a partir del 1 de septiembre todos los encajes en pesos (incluyendo tanto depósitos a la vista como plazos fijos y otras imposiciones) se elevarán en 3,5 puntos porcentuales. Este encaje adicional se podrá integrar, al igual que en el caso anterior, con títulos públicos “adquiridos en suscripción primaria a partir del día de la fecha y que tengan plazo al momento de suscripción no menor a 60 (sesenta) días”. Es decir, específicamente con los bonos de la licitación del miércoles. De esta forma, generando una demanda cautiva en los bancos, el Gobierno busca cumplir con su objetivo de retirar los pesos del mercado que podrían impactar sobre la inflación o sobre el dólar, que ayer volvió a subir y llegó a $1.370 en el segmento minorista. A la vez, fuerza a las entidades financieras a quedarse con un bono que pueden utilizar para cumplir con este cambio regulatorio. La licitación del Tesoro que se realizará este miércoles ofrecerá esos títulos frente a un vencimiento de $9 billones, en su mayoría en manos privadas. El vencimiento original era de $14 billones, pero ayer el Tesoro concretó un canje con los títulos en manos del propio BCRA, por lo que ese monto se redujo. Por otra parte, la autoridad monetaria busca desactivar el malestar entre los bancos por los constantes cambios en los encajes. Por eso les permite entregar bonos en vez de efectivo. La normativa que los lleva a calcular e integrar sus encajes en forma diaria, bajo pena de recibir duras sanciones, no los conforma por dos motivos, según explican en las entidades. En primer lugar, les impide manejar su liquidez con eficiencia, tal como pide el propio titular del BCRA, Santiago Bausili. Pero a la vez, calcular los encajes en forma diaria los obliga a contemplar fondos en exceso, lo que los hace perder dinero que no recibe remuneración alguna. Por otra parte, una nueva suba de encajes empuja a los bancos a prestar menos. En medio de un proceso de fuerte suba de las tasas, iniciado a partir del conflictivo desarme de las LEFI a comienzos de julio, cada vez es mayor el dinero que los bancos tienen “encajado” en el BCRA y que, por ende, no llega a convertirse en préstamos. Aún antes de esta suba conocida ayer, los encajes bancarios están en su nivel más alto de los últimos 30 años. El ajuste monetario es tan fuerte que hay más pesos guardados en encajes que circulando en la economía. Según el economista Amilcar Collante: los pesos guardados en encajes llegan a $24,6 billones mientras que en el circuito económico hay $23,9 billones. A las puertas de las elecciones, el Gobierno de Javier Milei sigue priorizando la baja de la inflación por sobre el avance de la actividad económica. Por ese motivo avanza con una suba de encajes que intensificará el denominado crowding out, el escenario en el cual el Estado se queda con el financiamiento que debería ir para el sector privado. Los préstamos para las empresas y las familias se verán reducidos ya que los bancos deberán destinar esos fondos a comprar los bonos del Estado para cumplir con la regulación. Caputo y las tasas Luis Caputo, ministro de Economía, afirmó ayer lunes que la suba de la tasa de interés es “transitoria” y la vinculó a la incertidumbre que generan las elecciones de septiembre y octubre. En esa línea, vaticinó que el Gobierno tendrá un muy buen desempeño electoral y -como consecuencia de ello- las tasas volverán a valores más normales. Asimismo, reconoció que este escenario causará un impacto en el nivel de actividad, pero que se recompondrá “rápidamente post elecciones”. “Nosotros creemos que esta suba de tasas va a ser transitoria, porque las elecciones serán muy favorables para LLA”, sostuvo Caputo. Además, Caputo subrayó: “El alto riesgo político que hoy asigna el mercado (dados los últimos intentos de romper con el equilibrio fiscal por parte del Congreso), y que evidentemente lo tomó por sorpresa, va a colapsar pronto, y las tasas volverán al nivel al que a vos y a todos nos gustaría verlas” y agregó: “Es decir, podría haber algún impacto en el nivel de actividad en el corto plazo, pero debiera recomponerse rápidamente post elecciones”. Asimismo, el ministro expresó su visión de la coyuntura al contestar un posteo del economista Fernando Marull, quien marcaba el impacto de la suba de la tasa de interés. Marull consideró que la suba de la tasa de interés -con oscilaciones entre dos por ciento y 150%- no iba a causar una recesión en el país porque mayormente la actividad no está apalancada en el crédito bancario dado que no llega a nueve por ciento del PBI. Asimismo advirtió: “No discuto que las tasas de interés están ridículamente altas; y que no se explican por el riesgo político; hay maneras de probarlo muy fácil” y añadió: “La suba del dólar real (casi +20% real) desde marzo -para mí- luce más expansiva en varios sectores (agro, exportadores, construcción, turismo), que el costo de la suba de la tasas de interés. Porque muchos sectores dependen más del impacto del dólar que de la tasa de interés”. A esta evaluación Caputo respondió con una serie de puntos e inició su posteo con una afirmación: “Las tasas SON endógenas. Que nosotros controlemos estrictamente la cantidad de dinero, es precisamente, lo que las hacen así. Como sabrás, no se puede controlar cantidades y tasas al mismo tiempo”. Luego planteó: “Nadie regala plata en el mercado. Si las tasas estuvieran ‘ridículamente’ altas, ya las hubieran arbitrado”. “El mercado -continuó Caputo- estaría vendiendo dólares y comprando Lecap y por lo tanto las tasas bajarían a los niveles que vos consideras más razonable para el contexto actual (pero que el mercado evidentemente no)”. En esa línea destacó: “Siendo que las tasas son endógenas, una suba fuerte de las mismas durante un largo lapso de tiempo, SÍ te puede llevar a una recesión, porque implicaría que la percepción de riesgo seguiría siendo alta, lo que seguramente atentaría contra cualquier inversión en la economía real, más allá que pueda fondearse con capital propio”.

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