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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/08/2025 20:31
Fabio tiene 56 años y está muy grave
En la Justicia tenían la esperanza de que alguno de los cuatro detenidos se quebrara durante las indagatorias ante el juez de Caleta Olivia Gabriel Contreras por el intento de homicidio del contratista Fabio Dante Cattani (56), quien quedó al borde la muerte tras haber sido atacado por una patota de la UOCRA en Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz. No hubo confesiones, pero sí tres de los acusados declararon. El único que no habló fue el hermano de una magistrada, según pudo saber Infobae de fuentes de caso.
El expediente por el ataque brutal al contratista, que ocurrió el pasado 11 de agosto y desde entonces tiene a la víctima en terapia intensiva en estado crítico, sin el bazo ni un testículo, con ocho costillas rotas y un sólo pulmón que le funciona, y encima al 50%; recién comenzó a moverse este viernes, cuando al juez Contreras tomó la causa.
Fue este magistrado quien ordenó una serie de allanamientos y concretó la detención de cuatro acusados en la madrugada del sábado. Se trata de Carlos Tapia, Oscar Aranda, Osvaldo “Neri” B. y Fabián Hernández, el hermano de la jueza Jésica Hernández, titular el Juzgado de Primera Instancia de Puerto Deseado y quien subrogaba la fiscalía penal y debió excusarse del expediente por el intento de homicidio de Cattani al estar su hermano entre los sindicados por el ataque.
Según supo este medio, al momento de la detención, Tapia había dicho haber estado presente en los incidentes, pero acusó a Hernández de ser quien perpetró el brutal ataque contra la víctima. Frente al juez, este domingo fue uno de los tres que decidió declarar, aunque no se mostró colaborativo y, encima, los investigadores creen que pudo no haber participado de la paliza a Cattani.
La víctima estaba trabajando en una obra del Sindicato de Judiciales cuando fue atacado
“Los otros dos que eligieron declarar ante el juez dijeron que estuvieron en el lugar, sin embargo, aclararon que no fueron parte del ataque”, ampliaron las fuentes del caso. Y agregaron que Hernández se llamó a silencio.
Hay que recordar que aún hay un sospechoso que no fue detenido y que la Justicia junta pruebas para equilibrar la balanza: los testigos no lo sindican como parte de los atacantes, pero la Policía de Santa Cruz sí. De lo que se haya colectado dependerá si lo arrestan esta semana.
Por lo pronto, también se esperan las pericias a los celulares y las prendas de vestir que fueron secuestradas durante los allanamientos que hizo la DDI a instancias del juez Contreras.
“Hay que matarlo”
Mientras, la salud de Cattani no mejora. El contratista está internado en el Hospital Zonal de Caleta Olivia. Gravísimo. Además de todas las lesiones, está entubado y con politraumatismos de tórax. No dimensionan los médicos aun las secuelas con las que deberá vivir cuando se recupere.
Los médicos no dimensionan las secuelas
Todo sucedió el pasado 11 de agosto en una obra del Sindicato de Judiciales de Puerto Deseado, sobre la calle Ramos Mejía, entre 141 y Pachululu. Esa mañana, dos patrulleros acudieron al lugar debido a una manifestación vinculada a la UOCRA. En ese contexto, arribaron dos camionetas y cuatro autos con entre 30 y 40 ocupantes. Entre ellos fueron identificados Franco Moreyra, Fabián Hernández, Carlos Tapia y Oscar Aranda, apodado “Cachumba”.
Según la denuncia presentada por Sonia, la esposa de la víctima, al descender de uno de los vehículos, Moreyra habría lanzado una orden tajante: “A Cattani hay que matarlo”. De inmediato, el grupo comenzó a golpearlo con patadas y puñetazos. Incluso lo atacaron cuando ya estaba en el suelo.
Tres testigos confirmaron la participación de los acusados. Además, los agresores se llevaron una pistola calibre 9 milímetros registrada en la ANMaC a nombre del contratista y su teléfono celular.
La policía no intervino para frenar la violencia, según la denuncia, aunque luego trasladó a Cattani al hospital local. Allí fue atendido y dado de alta, pero horas después regresó por una descompensación y quedó internado.
Durante la madrugada, una tomografía reveló la rotura de bazo que provocó un shock hipovolémico. Fue sometido a una esplenectomía total en la que recibió una transfusión de cinco litros de sangre. Tras la cirugía, alcanzó a relatar lo sucedido, pero poco después tuvo que ser inducido a coma en terapia intensiva.
El comunicado
El comunicado
Este jueves, la UOCRA emitió un comunicado sobre lo ocurrido: “La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) expresa su repudio a los hechos violentos sufridos por un contratista de obra en la localidad de Puerto Deseado, alienta la investigación por parte de las autoridades competentes y solicita el pronto esclarecimiento y sanción ejemplar a los autores responsables”, reza el documento.
En el mismo documento, el gremio denunció que los actos registrados en Santa Cruz son “reñidos con el legítimo ejercicio de la función sindical” y “atentatorios de la paz social”.
La organización afirmó que se encuentra “a entera disposición para el esclarecimiento de estos hechos y para el resguardo” y remarcó su compromiso con el respeto a la ley y el diálogo como vía para resolver conflictos.
El mensaje cerró con la frase: “Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”.