25/08/2025 02:24
25/08/2025 02:21
25/08/2025 02:20
25/08/2025 02:20
25/08/2025 02:11
25/08/2025 02:11
25/08/2025 02:11
25/08/2025 02:11
25/08/2025 02:11
25/08/2025 02:00
Parana » El Once Digital
Fecha: 24/08/2025 18:30
El caso del fentanilo contaminado, que ya provocó 96 muertes en Argentina, sigue sumando detalles inquietantes a partir de la investigación que llevan adelante los fiscales Diego Iglesias, titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), y María Laura Roteta, de la Fiscalía Federal N°1 de La Plata. Según la acusación, las fallas se habrían originado en la planta de Laboratorios Ramallo S.A., vinculada a Ariel García Furfaro, donde no se respetaron los protocolos de producción. Los informes técnicos de ANMAT y ANLIS-Malbrán revelan que los lotes 31.202 y 31.244 fueron elaborados sin cumplir con las buenas prácticas de fabricación. El primero fue distribuido y llegó a miles de pacientes; el segundo pudo ser recuperado a tiempo antes de salir al mercado. Entre las irregularidades detectadas se incluyen fallas en la preparación del Agua para Inyectables (WFI), uso de materia prima vencida y prácticas de control de esterilidad inadecuadas, como la realización de un único ensayo para múltiples lotes, lo que imposibilitó detectar la contaminación. Chats incriminatorios y fallas internas La acusación también se apoya en conversaciones de WhatsApp recuperadas de los imputados, que muestran la conciencia de los errores cometidos. “¿Ven a lo que voy de hacer cosas dibujadas?, después nos pasan estas cosas. Por favor no dibujemos más”, se lee en uno de los mensajes. Otro reconocía que “esa producción se hizo en el aire con respecto a la documentación”. Foto: Archivo Elonce. Para los fiscales, estas pruebas confirman lo que definieron como “desvío de calidad” y justifican las detenciones de los hermanos García Furfaro, su madre y otros directivos de HLB Pharma. Aún resta determinar la responsabilidad penal de cada imputado, ya que algunos podrían ser considerados testigos o encubridores según los resultados de las pericias. Los fallos en la limpieza, la sanitización y el mantenimiento de los equipos fueron señalados como agravantes en un proceso que debía cumplir con estrictos estándares de seguridad sanitaria. La distribución del fentanilo contaminado Tras su producción el 18 de diciembre, el lote 31.202 fue envasado en cajas de 100 ampollas y liberado el 4 de enero. A partir de allí se distribuyó a cuatro grandes droguerías. Alfarma S.R.L., propiedad de Ariel García Furfaro, adquirió 15.000 ampollas, que luego fueron vendidas a la Unidad de Compras de Insumos Medicinales de Formosa. En esa provincia se registraron tres muertes. La droguería GLAMAMED compró 30.000 ampollas y las distribuyó entre 24 clínicas y sanatorios de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Por su parte, Nueva Era S.R.L. adquirió 50.000 y colocó 48.300 en 21 centros de salud de esas mismas provincias. Finalmente, Federal Pharma compró 10.000 y vendió parte al Ministerio de Salud de Santa Fe y al Hospital Iturraspe. La fiscalía busca ahora determinar el origen del dinero hallado en poder de Emmanuel Kovalivker, accionista de Suizo Argentina, y profundizar la trazabilidad de los lotes contaminados. El objetivo es establecer responsabilidades y evitar que un episodio de esta magnitud vuelva a repetirse. (Con información de Perfil)
Ver noticia original