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  • Ascenso y caída de Evo Morales, el gran chamán de la izquierda

    » Corrienteshoy

    Fecha: 24/08/2025 03:58

    Ascenso y caída de Evo Morales, el gran chamán de la izquierda Salió de la provincia del Chapare, la región cocalera del trópico cochabambino, para convertirse en el presidente de Bolivia , y allí mismo regresó dos décadas después despojado de cualquier honor, envilecido por el poder y transformado en forajido. La vida de Evo Morales , como la de todos los caudillos latinoamericanos, ha sido excesiva.En los últimos veinte años pasó de vivir en un edificio de 34 millones de dólares que él mismo mandó construir, a refugiarse detrás de una empalizada en Lauca Ñ, un pueblo cocalero donde cientos de campesinos lo protegen con escudos hechizos y lanzas de madera. Llegó a tener un museo consagrado a sus obras y milagros, y ahora lo persigue un abultado cartapacio donde sobresalen, más que milagros, pecados como el estupro, la trata de personas, el terrorismo y la obstrucción electoral . Morales fue una figura central en el proceso político que aglutinó a los indígenas, a los sindicatos cocaleros y a los movimientos sociales en torno al MAS (Movimiento al Socialismo), pero acabó convertido en la dinamita que destruyó la hegemonía de la izquierda y las mismas siglas con las que llegó al poder en 2006, 2010 y 2015.Noticia Relacionada CLAVES DE LATINOAMÉRICA estandar Si Bolivia cierra veinte años de izquierda y desahucia la sucesión de Morales Emili J. Blasco Rodrigo Paz, de derecha moderada, vence por sorpresa en la primera vuelta; su rival será el expresidente QuirogaEn estos años dejó de ser uno de los políticos latinoamericanos más seductores para los aprendices de chamán europeos, mutando en un radical al estilo de Kurtz, el personaje de Conrad, a quien solo siguen cocaleros fanáticos que lo ven como un redentor o como un padre, y que secundan los planes de sabotaje con los que se desquita de un país que ya no lo quiere más como presidente.Si la caída de Evo Morales fue dramática, su ascenso no fue menos espectacular. De una niñez andina en el pueblo de Isallavi, ubicado a casi cuatro mil metros de altura, pasó a ser un joven cultivador de coca en la zona cálida de Cochabamba . Quiso ser futbolista pero acabó de sindicalista, y de sindicalista dio un salto al activismo político y a la política institucional . Todo empezó a finales de los setenta y comienzos de los ochenta, cuando Estados Unidos, enceguecido en su 'guerra contra las drogas', presionó al Gobierno boliviano para que erradicara los cultivos ilícitos. Como suele ocurrir con las malas ideas, el resultado fue el opuesto al deseado. Para mediados de los ochenta los cocaleros del Chapare habían formado las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, una poderosa estructura sindical capaz de hacerle frente a los planes del Gobierno. En 1994 marcharon hasta La Paz para defender el uso tradicional de la hoja de coca, y a punta de movilizaciones y cortes de carretera frenaron el programa 'Coca Cero' del presidente Hugo Banzer. Referente antiglobalizaciónLo que había empezado como una reacción defensiva a la guerra contra las drogas no tardó en convertirse en una propuesta política de reivindicación campesina e indígena. Morales, que había entrado muy joven a la vida sindical, promovió en 1995 la creación del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos , que luego se convertiría en el MAS. En 1996 empezó a liderar las Seis Federaciones del Trópico y un año después ganó un asiento en el Congreso. El activista entraba a las instituciones, pero no por ello estaba dispuesto a dejar la calle. Aquello fue evidente en el año 2000, cuando se convirtió en uno de los líderes de la 'guerra del agua' . Aquel estallido fue el efecto retardado del endeudamiento y de las grandes quiebras estatales de los años ochenta. Bolivia , como varios otros países de la región, se vio forzada a pedir préstamos internacionales, que el FMI y el Banco Mundial concedieron a cambio de reformas estructurales.Evo Morales ganó sus primeras elecciones presidenciales en 2005 e inmediatamente alineó a Bolivia con la Cuba de Fidel Castro y el Socialismo del siglo XXI de Hugo Chávez EFE/AFPEl Estado dejó de ser empleador , generador de riqueza y prestador de servicios, y delegó todas esas funciones en el sector privado. Pero cuando se puso en práctica la privatización del servicio del agua en Cochabamba, las tarifas subieron radicalmente y la gente se sublevó. Morales aprovechó estas revueltas para pulir su perfil político, y a partir de entonces ya no sería sólo un líder indígena y cocalero, sino el nuevo referente de la lucha contra la globalización neoliberal. La agitación constante se convirtió en una forma de ascender políticamente. En 2003, un proyecto para exportar gas a través de Chile , el enemigo histórico de Bolivia, despertó resentimientos nacionalistas que sirvieron como pretexto para volver a incendiar las calles. Bajo la consigna de que 'el gas no se vende, se defiende', varias ciudades se levantaron. Los disturbios dejaron más de 60 muertos que forzaron la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Losada , pero ni siquiera esto calmó los ánimos.Los manifestantes siguieron exigiendo la nacionalización del gas y una Asamblea Constituyente, y no se detuvieron hasta que el sucesor de Sánchez de Lozada también dejó el cargo. Morales fue el gran beneficiado. Después de un lustro de reivindicaciones antiyanquis y antineoliberales , llegaba el momento para que un líder indígena instrumentalizara ese fervor nacionalista a favor de su causa. Errejón y PodemosEvo Morales ganó sus primeras elecciones presidenciales en 2005 e inmediatamente alineó a Bolivia con la Cuba de Fidel Castro y el Socialismo del siglo XXI de Hugo Chávez . Atento a todo esto estuvo un estudiante español, Íñigo Errejón, que fue a Bolivia a sacar lecciones de lo sucedido. Morales había logrado generar un 'ciclo rebelde', dijo luego, que había erosionado los antiguos consensos y abierto espacios a ideas nuevas y radicales. Había reunido las insatisfacciones y demandas de los cocaleros , los indígenas , los nacionalistas y los movimientos sociales , construyendo un nosotros nacional popular que se oponía a un enemigo común: el neoliberalismo .Además de eso, seguía Errejón, Morales «interpelaba a una mayoría nacional con un discurso relativamente transversal a la clase, la religión y la etnia». Desbordaba los nichos de la izquierda radical , convenciendo a gente muy distinta de que sus problemas tenían un mismo origen: la casta. Esa era la estrategia populista, y si le había sido útil a un indígena para ganar en Bolivia, ¿por qué no les iba a servir a un grupo de profesores criptocomunistas para llegar al poder en España ?Evo Morales posando junto a Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel, en una imagen difundida en redes por Maduro RRSSEl caso boliviano fue el insumo político que Errejón aportó a Podemos, y el referente que tuvo Morales para desenvolverse en la presidencia fue el chavismo y el peronismo. Siguiendo este modelo, en 2006 promovió una Asamblea Constituyente con la que transformó a Bolivia en un Estado plurinacional , nacionalizó los recursos naturales, permitió la reelección presidencial y estableció la elección popular de los altos cargos judiciales. Los candidatos a las altas cortes serían elegidos ahora por la Asamblea Legislativa Plurinacional, una institución con mayoría del MAS, con lo cual los tres poderes quedarían bajo el control de Morales.El camino quedaba despejado para torcer la Constitución y justificar un tercer y hasta un cuarto mandato. Para eso servía tener a los jueces de su parte. Cuando ya llevaba dos presidencias, en 2015 lo autorizaron a postularse por tercera vez aduciendo que su primer mandato no contaba: había sido anterior a la Constitución de 2009. Y en 2019 volvieron a darle luz verde con el insólito argumento de que presentarse a unas elecciones era un derecho humano fundamental . Estos últimos comicios estuvieron plagados de irregularidades. Hubo una interrupción en el conteo de votos después de la cual Morales apareció como el seguro vencedor. La OEA denunció un fraude (otros organismos refutaron luego a la OEA ) y el país volvió a incendiarse. Solo volvió la calma cuando intervino el Ejército para obligar a Morales a firmar su renuncia y exiliarse en México. Un año después, sin embargo, ahora con Luis Arce a la cabeza, el MAS recuperó la presidencia y Morales regresó como un héroe a recuperar lo que consideraba suyo.Su anhelo de poder produjo tensiones con Arce , y su posterior exigencia de ser el candidato del MAS en las elecciones de 2025 detonó una lucha por el control del partido. Arce ganó esa batalla, pero la bancada evista lo saboteó en el Congreso. Finalmente, para quitárselo de encima, Arce desarchivó las denuncias de estupro que rondaban a Morales desde 2020. Por eso ahora está refugiado en su fuerte de Lauca Ñ como un Kurtz aymara. Porque antes de ceder el mando, Evo Morales prefirió destruir todo lo que había creado, contribuyendo al hundimiento del MAS en las últimas elecciones . Durante los casi 14 años que estuvo en el Gobierno gozó de impunidad para seducir quinceañeras, vivir en medio de lujos y convencerse a sí mismo de que solo él podía mandar en su país. En esto tampoco se desvió del caudillismo latinoamericano.La historia puede que lo recuerde como el primer indígena que gobernó Bolivia, pero no por ello dejará de ser, igualmente, el último nombre en una larga lista de autócratas que arruinaron la democracia y la convivencia a cambio de una dosis extra de poder . Fuente: https://www.abc.es/internacional/ascenso-caida-evo-morales-gran-chaman-izquierda-20250824170254-nt.html

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