23/08/2025 04:20
23/08/2025 04:20
23/08/2025 04:19
23/08/2025 04:19
23/08/2025 04:18
23/08/2025 04:17
23/08/2025 04:17
23/08/2025 04:16
23/08/2025 04:16
23/08/2025 04:15
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/08/2025 01:26
Tomates secos caseros (Adobe Stock) El secado es un método de conservación con siglos de historia, una técnica que no solo hace que los alimentos duren durante más tiempo, sino que, además, condensa e intensifica sus sabores y conserva intactas sus propiedades. Dentro de esta categoría, los tomates secos o deshidratados son una de las opciones más populares, un aliado perfecto para potenciar al máximo el sabor de tus platos. Asimismo, esta receta es ideal para dar salida a esos tomates de temporada que no nos va a dar tiempo a disfrutar en los días de verano en los que encuentran su mejor versión. El secado nos permitirá todo su sabor durante varias semanas. En cuanto a la variedad, cualquiera es susceptible de convertirse en tomate seco, aunque son más adecuados los tipo pera de un tamaño mediano, pues son carnosos y no tienen tanta agua como otros. Prepararlos conlleva un proceso muy sencillo, aunque algo lento si utilizamos herramientas caseras. Aunque pueden secarse en una deshidratadora, o incluso al calor del sol, lo más sencillo es utilizar nuestro horno doméstico, dejándolo secar poco a poco y a temperatura baja durante varias horas. Este proceso eliminará cada resto de humedad de nuestro fruto, concentrando al máximo su sabor. Para un aroma aún más intenso, hay quienes añaden hierbas secas o especias. Una vez queden completamente deshidratados, si el proceso se ha hecho de manera correcta, se pueden conservar al aire en un lugar fresco y seco, manteniéndose en buenas condiciones durante meses. Para utilizarlos, tendremos que hidratarlos de nuevo, dejándolos a remojo unos 15 minutos en agua caliente. Otra alternativa es guardarlos en botes cubiertos con aceite de oliva, con lo que se mantendrán en la nevera durante unos días o incluso unas pocas semanas. Recetas con tomates secos, de tostas a salsas Son muchas las formas en las que podemos dar uso a estos tomates secos. Podemos incorporarlos a bocadillos, hamburguesas, tostas o servirlos como aperitivos y canapés. Además, son ideales para añadir a ensaladas, así como para cocinar salsas, guisos y platos de pasta a los que aporta su delicioso e intenso sabor. Pasta con tomates secos y jamón (Adobe Stock) Receta de tomates secos El proceso para preparar tomates secos consiste en deshidratar los tomates lentamente, eliminando su humedad hasta que concentran todo su sabor y adquieren una textura flexible pero firme. Aunque lo ideal sería utilizar un deshidratador, podemos utilizar perfectamente nuestro horno doméstico. Tiempo de preparación Preparación previa (lavado y corte): 15 minutos Reposo con sal: 30-60 minutos Secado en horno: 3 a 5 horas Enfriado: 30 minutos Tiempo total estimado: Entre 4 y 6 horas Ingredientes 1 kg de tomates maduros tipo Roma o pera Sal gruesa o sal marina Aceite de oliva virgen extra (opcional) Hierbas secas al gusto: orégano, tomillo, albahaca (opcional) En tan solo 25 minutos puedes hacer estas recetas a la sartén Cómo hacer tomates secos, paso a paso Lava bien los tomates y sécalos con un paño. Corta los tomates por la mitad a lo largo (o en cuartos si son muy grandes). Retira las semillas con una cuchara para acelerar el proceso de secado. Coloca los tomates, con la parte cortada hacia arriba, sobre una bandeja cubierta con papel absorbente. Espolvorea sal gruesa sobre la superficie y deja reposar durante 30-60 minutos para que expulsen el exceso de agua. Retira el líquido con papel de cocina. Precalienta el horno a 90-100 °C. Coloca los tomates en una bandeja para horno cubierta con papel vegetal, siempre con la parte cortada hacia arriba. No amontones los tomates para asegurar una buena circulación de aire. Espolvorea hierbas secas al gusto sobre los tomates si lo deseas para aromatizarlos. Hornea durante tres a cinco horas, revisando cada hora. Cada media hora, retira bien todo el jugo que van soltando, para ayudar a que el secado sea más rápido. Es fundamental comprobar que los tomates queden secos pero flexibles y no duros o quemados. Deja enfriar los tomates a temperatura ambiente antes de guardarlos. Si prefieres, guarda los tomates en un frasco de vidrio esterilizado y cúbrelos con aceite de oliva y hierbas secas. Si no los cubres con aceite, usa un recipiente hermético en la nevera o congelador. ¿Cuántas porciones rinde esta receta? Con 1 kg de tomates frescos se obtienen aproximadamente 80-100 g de tomates secos, cantidad suficiente para 6 a 8 porciones. ¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta? Energía aproximada: 25-35 kcal por porción Hidratos de carbono: 6 g Proteínas: 1 g Grasas: 0,2 g (puede aumentar si se conservan en aceite) Fibra: 1,5 g Sodio: depende de la cantidad de sal empleada Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción. ¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación? Los tomates secos sin aceite, en recipiente hermético y refrigerados, se conservan de dos a tres meses. Envasados en aceite de oliva y guardados en la nevera, duran hasta cuatro semanas. Para máximo tiempo, se pueden congelar y así mantienen su textura y sabor durante seis meses.
Ver noticia original