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» tn24
Fecha: 23/08/2025 00:34
El proyecto, impulsado por Cobos, apunta a retrasar los relojes una hora para adecuarlos a la hora solar, con posibles beneficios en salud, educación y eficiencia energética. Un debate histórico sobre la conveniencia de modificar el huso horario en Argentina volvió a la agenda legislativa con la media sanción otorgada por la Cámara de Diputados al proyecto que propone adoptar el UTC-4 como hora oficial permanente. La iniciativa busca alinear la hora del país con la posición real del sol y con las zonas horarias de países vecinos como Brasil, Paraguay, Bolivia y Chile. Los expertos destacan que la luz de la mañana es el principal sincronizador del reloj biológico, favorece la atención, el estado de ánimo y el rendimiento físico e intelectual. La actual diferencia entre la hora oficial y el horario solar provoca que en varias provincias del oeste del país las actividades matutinas comiencen aún en la oscuridad, afectando especialmente a estudiantes y trabajadores. Investigaciones realizadas en Mendoza muestran que cambiar al UTC-4 permitiría un ahorro energético significativo en escuelas y hogares al reducir la necesidad de iluminación artificial en las primeras horas del día. Sin embargo, algunos especialistas advierten que los beneficios podrían ser parciales, ya que el estilo de vida moderno mantiene prolongada la actividad nocturna, lo que incrementaría el consumo energético en las tardes y noches. Desde el punto de vista de la salud, científicos en cronobiología aseguran que adaptar el huso horario al sol ayuda a regular el sueño y el rendimiento cognitivo. La exposición a la luz natural por la mañana permite alinear los ritmos internos con los horarios sociales. Esto es especialmente relevante en adolescentes, cuyo cronotipo natural tiende a retrasar los horarios de sueño y vigilia, generando somnolencia y menor rendimiento escolar si las clases comienzan antes del amanecer. Además del impacto en la vida cotidiana y la educación, la propuesta también busca mejorar la coordinación regional y la integración comercial con países que ya utilizan UTC-4. La decisión implicaría un ajuste en la rutina laboral, escolar y social de millones de personas, así como cambios en los sistemas de transporte y comunicación. El proyecto ahora queda en manos del Senado, y su aprobación definiría el momento en que los relojes nacionales se retrasarían una hora. Más allá de la decisión legislativa, el debate ha puesto en discusión la relación de la sociedad argentina con la luz natural, la eficiencia energética y la salud, dejando en evidencia que el huso horario no es solo un instrumento de medición del tiempo, sino un factor que atraviesa múltiples aspectos de la vida diaria.
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