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Parana » El Once Digital
Fecha: 22/08/2025 11:30
En Córdoba Capital, un propietario rechazó reconocer las mejoras hechas por sus inquilinos en un dúplex. Ante la negativa, la familia decidió desmontar todo: retiraron las champas, desarmaron la pileta y hasta se llevaron el limonero que habían plantado. Un conflicto entre inquilinos y propietario terminó en la “deconstrucción” de un dúplex en Córdoba Capital. La disputa se originó cuando una familia que habitaba la vivienda reclamó un reconocimiento económico por las mejoras realizadas, pero el dueño se negó a compensarlas. No le reconocieron mejoras y "desarmó" el dúplex: tapó la pileta y se llevó el limonero - La Voz del Interior El origen del conflicto La familia había ingresado a la propiedad tres años atrás, cuando el dúplex, de estilo moderno y recién construido, aún presentaba falencias. El patio era un terreno de tierra sin desagües y las aberturas de la planta alta carecían de rejas de seguridad. No le reconocieron mejoras y "desarmó" el dúplex: tapó la pileta y se llevó el limonero- La Voz del Interior Ante esa situación, los inquilinos comunicaron a la inmobiliaria que realizarían algunas mejoras y comenzaron a invertir. Ejecutaron un desagüe pluvial, nivelaron el terreno, instalaron champas de césped de primera calidad, construyeron una pileta de material iluminada y colocaron un fogonero de diseño. Incluso plantaron un limonero en el fondo del jardín. Con el vencimiento del contrato, la familia intentó renegociar el alquiler y planteó que el propietario reconociera parte de las mejoras realizadas, dado que habían incrementado el valor de la propiedad. Sin embargo, la respuesta fue negativa. No le reconocieron mejoras y "desarmó" el dúplex: tapó la pileta y se llevó el limonero - La Voz del Interior “Dice que no le interesa nada”, transmitió el agente inmobiliario en nombre del dueño. Los intentos posteriores tampoco prosperaron y el diálogo directo nunca se produjo. La “deconstrucción” Ante la falta de acuerdo, los inquilinos resolvieron dejar la casa en las mismas condiciones en que la recibieron. Para ello contrataron operarios y revirtieron cada mejora. Retiraron las champas, levantaron las baldosas, desarmaron la pileta y la taparon con tierra. También se llevaron el limonero y desmontaron las rejas que habían colocado en la planta alta. La vivienda quedó tal como estaba al inicio del contrato, en un proceso que los protagonistas describieron como una “restauración hacia atrás”. (La Voz del Interior)
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