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Colon » El Entre Rios
Fecha: 22/08/2025 10:30
Atención Esta imágen puede herir su sensibilidad Ver foto Compartir imágen En recuerdo de Telma. Ese noviembrey estaba terminando el secundario. Había sido criada por su abuela, quien había fallecido hacía tres meses, pero no sería para Julieta el único dolor ese año.Su noviazgo, que comenzó como una historia común, terminó enNo solo ella sufrió, ya quetambién conoció en carne propia el rigor de la violencia.La separación trajo una calma engañosa, un aire quieto antes de la tormenta.Una tarde, mientras Julieta jugaba al hockey con sus amigas, recibió un llamado inesperado. Era su vecina, todavía conmovida:Imaginar la escena fue tan simple como doloroso. Fabián entró al patio, silbó con ese mismo sonido que alguna vez significó paseo.Bastó un gesto: lo alzó en brazos y desapareció. La vecina, que regaba las plantas, fue testigo de todo.Desde entonces embargó la angustia. Julieta sabía lo que su ex era capaz de hacer. No eran solo huellas de maltrato: ahora era la amenaza concreta desu compañía, su amigo y portador de los últimos años compartidos junto a “Chela”.Fue entonces cuando lamarcó una diferencia. La escucharon.que recibió el casoCon solvencia jurídica, pero sobre todo con sensibilidad humana, interpretó que el secuestro de Ringo no era un hecho menor,recién ingresada en la adultez. Había un antecedente en Mendoza, donde se había resuelto a favor de una mujer en una situación similar. Esta vez,El magistrado ordenó que Julieta acreditara la titularidad de Ringo y dispuso su restitución inmediata.conociendo el trasfondo. Fabián intentó ocultarse, moverse de un lugar a otro, pero la presión fue creciendo y al cabo de tres días no le quedó otra opción:Llamaron a Julieta, al llegar ella vio a Ringo de lejos; ella sintió, se paró y corrió al encuentro.Ese abrazo fue justicia, una justicia que se hizo visible, en lo más cotidiano y vital.El derecho puede -y debe- mirar más allá de los códigos, reconocer vínculos y prevenirdaños reales. El juez de Colón,supo hacerlo. Con un fallo sobrio y firme, demostró que
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