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» Tumisiones
Fecha: 22/08/2025 08:11
En medio de tensiones políticas y una crisis económica que golpea a millones de argentinos, el Senado aprobó una nueva paritaria para los trabajadores legislativos que impactará de lleno en las dietas de los senadores, quienes a partir de noviembre percibirán más de $10,2 millones en bruto. El aumento se da en el marco del sistema de “enganche” salarial establecido en abril de 2024, que fija la remuneración de los legisladores en 4.000 módulos: 2.500 por dieta, 1.000 por gastos de representación y 500 por desarraigo (este último no percibido por cuatro senadores). Con la reciente paritaria, que contempla aumentos del 1,3% para junio, julio y agosto más un bono de $25.000 y del 1,2% para septiembre, octubre y noviembre con un bono de $20.000, el valor del módulo trepó a $2.554. De esta manera, la dieta en bruto de un senador alcanza los $10,2 millones antes de descuentos como el Impuesto a las Ganancias. La medida desató polémica. En junio, tras un incremento que había llevado las dietas a $9,5 millones, bloques como La Libertad Avanza, el PRO y la UCR rechazaron el aumento, mientras que la mayoría del kirchnerismo lo aceptó, con excepciones como Fernando Rejal y Alicia Kirchner quien optó por mantener su jubilación. La santacruceña Natalia Gadano no definió públicamente su postura. La vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, buscó despegarse de la controversia al firmar en junio una resolución que permitía a los senadores renunciar individualmente al incremento. Sin embargo, la falta de consenso para congelar las dietas nuevamente dejó el tema en manos de cada legislador. “Cualquier decisión futura debe surgir de los bloques en sesión”, había remarcado Villarruel, quien en enero había prorrogado el congelamiento hasta marzo. El acuerdo paritario, rubricado por Villarruel y el presidente de Diputados, Martín Menem, junto al líder de la Asociación del Personal Legislativo (APL), Norberto Di Próspero, también beneficia a los trabajadores del Congreso. No obstante, la brecha entre los $10,2 millones de un senador y los $653.000 que cobra un empleado de menor rango volvió a encender críticas sobre los privilegios de la clase política. En un contexto de ajuste, donde los incrementos superan ampliamente los obtenidos por gremios como camioneros o metalúrgicos, la medida refuerza las acusaciones contra lo que muchos denominan la “casta política”. Fuente: C3
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