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» Voxpopuli
Fecha: 21/08/2025 13:21
Según los datos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la industria opera un 15% por debajo de sus picos históricos y el uso de su capacidad instalada no supera el 45,2%. La situación laboral es un reflejo directo de este panorama, con una disminución del 1,9% en el empleo interanual, afectando incluso a provincias como Misiones, que ha desarrollado un polo metalmecánico clave para sus economías regionales. A pesar de no ser un peso pesado a nivel nacional, la metalurgia en Misiones también se resiente de la falta de dinamismo. La provincia cuenta con alrededor de 550 empresas del rubro, enfocadas en la fabricación de maquinaria y equipos para los sectores de la madera y la agricultura. Aunque este nicho les ha permitido cierta resiliencia, la ralentización general del país y las políticas que afectan la competitividad han comenzado a pasar factura. Las empresas misioneras se enfrentan al desafío de mantener la productividad en un contexto de caída del poder adquisitivo y de un mercado interno en retracción. Esta crítica situación se agrava bajo la gestión del presidente ultraderechista Javier Milei, cuyas políticas de apertura económica indiscriminada han sido señaladas por la propia ADIMRA como uno de los principales factores de la crisis. El presidente de la asociación, Elio Del Re, ha sido categórico al denunciar que la «apertura indiscriminada promete precios bajos a corto plazo, pero sale caro a futuro». Esta visión choca directamente con la desregulación y la falta de protección a la industria nacional que caracterizan la actual administración. Uno de los puntos más críticos señalados por el sector es la habilitación, sin criterios técnicos, de maquinaria usada proveniente del exterior. Del Re enfatizó que esta medida no solo erosiona la competitividad de las empresas locales, que invierten en tecnología y desarrollo, sino que también provoca una innegable pérdida de empleo en el país. En lugar de fomentar la producción nacional, estas políticas benefician a las importaciones, poniendo en jaque a miles de puestos de trabajo que dependen de la actividad metalúrgica. El impacto de esta crisis se siente de manera desigual en las provincias. Mientras Santa Fe y Entre Ríos han logrado variaciones positivas (4,8% y 3,6% respectivamente) gracias al impulso del sector de maquinaria agrícola, la situación es muy diferente en las principales provincias productivas. Mendoza, Córdoba y Buenos Aires, pilares de la industria metalúrgica, mostraron caídas interanuales de -4%, -2,4% y -1,4% respectivamente. Estas cifras evidencian la falta de un dinamismo sostenido y las graves dificultades que enfrentan para consolidar una recuperación real.
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