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  • Julio Zamora y Cuffaro Russo, contundentes: "Los clásicos no se arreglan, es algo imposible"

    » La Capital

    Fecha: 20/08/2025 14:02

    El exdelantero y técnico de Newell's y el exdefensor y DT de Central se reencontraron para charlar sobre el eterno duelo que se vendrá este sábado entre canallas y leprosos Julio Zamora y Ariel Cuffaro Russo, exjugador y DT de Newell's y Central, respectivamente, se juntaron en el bar De Taquito para recordar clásicos disputados. El clásico se vive, se respira, se disfruta. Un Central-Newell's es para gozarlo a lo largo de todo el tiempo de espera, aunque después llega la alegría o la tristeza por un resultado. Pero el choque entre canallas y leprosos sigue elevando la expectativa cada seis meses por la pasión que despierta, una no muy común y envidiada por muchos. Así lo sostienen Ariel Cuffaro Russo y Julio Zamora , quienes lo vivieron desde distintos lugares: como jugadores y como entrenadores. "El sueño del pibe es jugar un clásico", sostuvo el exdefensor auriazul, a lo que el Negro ratificó que "no hay pasión como en Rosario". Cuffaro Russo y el Negro se reencontraron para rememorar viejos duelos en la antesala al choque de estilos que sostendrán el sábado, en el Gigante, el equipo de Ariel Holan y Cristian Fabbiani. Uno con la obligación de siempre de conseguir un resultado ante su gente en Arroyito y con la presencia de Ángel Di María que le entregará un extra a este eterno duelo. Y el otro, la Lepra, con la necesidad de cortar unan racha adversa e inyectar una dosis de tranquilidad en un club que transitó momentos políticos intensos y que va rumbo al acto eleccionario de fin de año. Dentro de este contexto el exmarcador central indicó que "los clásicos no se arreglan, es imposible" , mientras que el exatacante no sólo lo ratificó sino que como siempre sucede "lo primero que se piensa es el partido con Central". Ariel está abocado a otras tareas ajenas al fútbol y contó que "uno es jugador siempre y DT también. La valija la tengo desarmada, no la vuelvo a armar. Para lo único que daría una mano es en Central. Uno tiene experiencia y sabe lo que puede hacer. Y al otro que ayudaría es al Charrúa, tengo mi corazón siempre ahí. Pero la valija no se arma más". El Negro, por su lado, está desarrollando su función de captador en Newell's desde hace más de un mes y no descarta en un futuro volver al ruedo como entrenador, "algo que me gusta y me siento muy cómodo" , reconoció en el encuentro para el ciclo "Historias en juego" llevado a cabo, café de por medio, en De Taquito (bulevar Seguí 2250). El clásico siempre es un partido especial. Los que somos de la ciudad siempre lo vivimos de esa forma, con mucha pasión y el sueño del pibe siempre es jugar en la primera y después jugar un clásico. Y es un postre poder dirigirlo. Una de las cosas más lindas que a uno le pasan de poder participar de un clásico por lo que se vive, la semana previa, el después... A pesar de que las épocas han cambiado, no es lo mismo jugar con un solo público, sino con las dos hinchadas. Para un jugador es algo buenísimo. Ojalá alguna vez vuelva el visitante. Tuve la suerte de jugar muchos clásicos. El primero en el 83 cuando apenas había debutado. Y después el último ya dirigiendo a Central en 2009, pero el que más recuerdo es de 2005, un 29 de agosto del recordado Pirulazo, una fecha que siempre el hincha Canalla me la recuerda. (Cuffaro) Clásico Ariel Cuffaro Russo y Julio Zamora -Lo que pasa sucede en el clásico es notable, por eso es el más pasional del mundo. He estado en distintos lugares y jugué otros clásicos, pero no hay pasión como el de Rosario. Las sensaciones son muy lindas. Cuando arranqué en Torito había 8 jugadores de Central y dos de Newell's, una época en la que Central nos ganaba hasta durmiendo. Me tenían para el cachetazo. Me enamoraba verlos desde afuera y eso que la mayoría de los partidos eran aburridos. Pero cuando ganás está todo bien y si perdés se complica. (Zamora) -El miedo a perder lleva a que muchos terminen empatados. -El Negro Palma era capitán de Central y yo de Newell's. Teníamos muy buena relación y nos juntábamos a charlar. Un día estábamos tomando un café en el centro como lo hacíamos siempre y un hincha no sé de qué equipo nos golpea la ventana e insultó porque creía que estábamos arreglando el partido. Hubo tanta mala suerte que empatamos 0 a 0. Lo primero que se dijo era que estaba arreglado y nada que ver. Cuando agarrás el fixture lo primero que mirás es cuándo se juega el clásico. (Zamora) Clásico Ariel Cuffaro Russo y Julio Zamora >>Leer más: ¿Qué es de la vida de Julio Zamora?: del éxito a las peripecias del ídolo de Newell's que se probó en Central -Le digo a la gente para reafirmar lo que dice el Negro. Los clásicos no se arreglan, es imposible, no hay forma, porque los clásicos los que "mandamos" siempre somos los de Rosario, los que sabemos lo que es el clásico, cómo piensa y cómo es la gente. No hay forma de arreglar un clásico. Lo que hay es solidaridad con el rival. Una vez cuando Newell's tuvo problemas porque perdió con Boca, que los tildaron a algunos jugadores de vendidos y un montón de otras cosas los de Central nos solidarizamos con los futbolistas y tampoco hablábamos con la prensa. Lo llamamos al Tata (Martino) y nos solidarizamos porque eso que dicen de arreglos no existe. (Cuffaro) -Vos Ariel seguramente prestabas atención que ibas a tener a Zamora, quien era difícil de parar, y vos Negro a un defensor también áspero. -Uno siempre piensa en su equipo, en ver cómo hacer daño, donde puede haber una debilidad. Cuando tenés jugadores importantes enfrente es prestar mucha atención para obstaculizar o tenerlo lejos del área. No dejarlo dar vuelta y rascarlo, ja. Pero hay tipos que se agrandan y el Negro era uno de esos. (Cuffaro) -Uno como delantero mira los defensores. Hubo uno en un clásico que me chocó, Petaco Carbonari. Me tiraron la pelota, me doy vuelta y viene corriendo. Ahí dije: "Este me mata". Me chocó con tanta mala suerte que se cayó. Y el árbitro, Ángel, me echó a mí. Le dije: "Pero mirá el físico que tengo yo, cómo lo voy a tirar". Me dijo que había pegado un codazo, pero después me pidió disculpas porque se equivocó. No hay manera de explicarle a la gente lo que se vive adentro de la cancha. (Zamora) -También se habla mucho. -Mucho... De todo, pero siempre hubo buena relación entre los jugadores. Dentro de la cancha nos matábamos, pero siempre leal. Por ahí alguno con mala leche puede aparecer, pero es muy raro. (Cuffaro) >>Leer más: Cuffaro Russo comenzó la tercera etapa en Central Córdoba -Ustedes observan y saben que está mal visto que un jugador de Central y uno de Newell's comparta algo, un asado, una cena. Siempre está el que piensa mal. -No tiene sentido pensar de esa manera. A mí nunca me tocó hablar mal de Central ni si me hubiese cruzado por la cabeza decir algo para quedar bien con la gente de Newell's. No es necesario hacerlo. (Zamora) -Nosotros siempre evitábamos porque nos hablábamos, teníamos relación con el Yaya Rossi, el Tata Martino... Veníamos jugando en contra desde hacía años, nos conocíamos y teníamos relación. Entonces uno a esas cosas siempre las evita precisamente para no dar que hablar. Uno busca el respeto. Siempre se tuvo cuidado en eso. (Cuffaro) -La cargada siempre estuvo, pero entre los conocidos. Mi suegra, que hoy no la tengo, era de Central y en un clásico hice un gol. En la semana a me cargaba y le dije: "Doña, si el domingo hago un gol me pongo a bailar. Va a ser para usted". Fue un 4 a 3 en cancha de Central, un partidazo. (Zamora) Clásico Ariel Cuffaro Russo y Julio Zamora -Desde chicos se los prepara también con presión y la rivalidad que se mantiene desde siempre. -A mí me enseñaron siempre a sufrir, pero a ganar. No a sufrir y pelear. Si ganábamos el clásico mucho mejor, pero caso contrario nunca íbamos a decir algo del rival. Siempre el respeto. (Cuffaro) -El Negro Palma me decía "gorila, no te pongas nervioso". Pero siempre en modo de broma dentro de la cancha y me encantaba, disfrutaba. Él era el jugador más inteligente que vi. (Zamora) -Omar era el tipo ganador y guapo, guapo, valiente dentro de la cancha. Uno se emociona cuando recuerda un compañero así. Pero recordando aquel clásico que perdimos, vos sabés que pasó algo que nunca conté. Don Ángel Tulio Zof estaba en su casa, amargado por la derrota, y le sonó el teléfono fijo. Atendió la esposa y le dijo: "Coco, es Bielsa". Obviamente el Loco lo alabó, le dijo un montón de cosas con una educación tremenda y le contó: "Don Ángel, si yo esta noche perdía no era más el técnico de Newell's". Uno con el tiempo piensa en qué hubiera pasado con la carrera de Bielsa. Por eso uno dice siempre que los técnicos caminamos por una cornisa, de un lado está el paraíso y del otro el infierno. A lo mejor si no hubiera seguido en Newell's andá a saber si hubiera seguido dirigiendo. Pero bueno, hay momentos que te marcan. (Cuffaro) Ángel Zof y Marcelo Bielsa, dos pesos pesados -Nombraste a Ángel Zof, un tipo distinto, con mucha historia y que incluso dirigió también a Newell's. Algo impensado para estas épocas. -Uno siempre rescata la parte humana, que es lo más importante. Después, con Don Ángel hablábamos de fútbol, lo más lindo que tenía era la sobremesa. Cuando no íbamos de pretemporada las cosas más lindas siempre eran las anécdotas. El fútbol era su vida. Don Ángel era un tipo muy enriquecedor y muy agradable, con mucha calle, muy bicho. Y, como dijiste, que haya estado en Newell's como Menotti también es impensado. Como sucedió también con los Killer, Apolo Robles. (Cuffaro) -Negro, ¿cómo eran las concentraciones con Bielsa? -Una locura. Vos sabés que al Loco le fracturé la mano. Jugamos un partido en Rosario y lo echan al Tata, entonces él me dijo: "Negro, va a tener que jugar de enganche porque no tengo". Yo le dije: "Marcelo, a mí de enganche no me gusta jugar". Pero él insistió y me citó a ver un video a su casa, que estaba por Laprida. Un video de una hora lo observé durante cinco. Me probó de enganche en la práctica y él corría a mi lado y me daba indicaciones. En una jugada le pegué a la pelota como venía, el Loco se cruzó, le pegué en la mano y le hice volar el chupetín, ja. Al otro día apareció todo enyesado con fractura de mano. (Zamora) -Lo de cortarse un dedo es mito o algo cierto? -En un clásico Marcelo nos juntó y en una pared tenía muchos papeles. Daba indicaciones sobre los jugadores rivales y en un momento el Negro Gamboa le preguntó: "¿Usted qué daría por ganarle a Central?". "Me cortaría un dedo", respondió. Ganamos el clásico y el Negro lo encaró y le reclamó, pero obvio que no lo hizo jaja. (Zamora) -Vos Ariel lo tuviste a Marchetta, otro tipo motivador y lleno de anécdotas. -Marchetta tenía una forma particular de dar indicaciones con respecto a los a los rivales. Todos los jugadores que lo hemos tenido a él rescatan lo bueno que era porque sabía mucho de fútbol. Sin ser un estudioso, él conocía en detalle a los rivales. Y siempre le metía algo. Las charlas técnicas las daba con guardapolvo porque consideraba que era el profesor. (Cuffaro) El miedo a perder -Hoy el fútbol es totalmente diferente, hay demasiado miedo a perder y es más mezquino. -A mí nunca me gustó perder ese espíritu amateur que tiene que tener el fútbol. El encarar, tirar una pared y que te la devuelvan. No hay esas cosas de barrio. Hoy el fútbol está muy serio. Hoy no hay entrenadores con esa idea. Todo toque para atrás, para el arquero y otra vez. (Cuffaro) -Ariel, creo que lamentablemente para nosotros los entrenadores Guardiola le hizo mal al fútbol para bien. Todos queremos ser como él y ese es el problema, querer copiar. (Zamora) -Muchos técnicos cayeron en esa confusión, sobre todo los que tocan de oído. Esto lo digo con mucho respeto porque hay muchos que no han jugado al fútbol, que son grandísimos técnicos también, pero que se han confundido en eso de darle mucha más importancia al sistema que al jugador. Lo que vale siempre es el jugador. Le pasó a Messi, que en Barcelona la rompía toda y venía la selección y lo querían matar. Porque al equipo le faltaba ese funcionamiento. (Cuffaro) -El sábado se juega el clásico, el partido más esperado, como ustedes bien lo marcaban y en este caso Newell's tiene la obligación de conseguir un buen resultado por la racha adversa que viene acumulando. -Es muy loco esto de que sea de vida o muerte un partido, que marque un antes y un después de un club. Es importante en todo sentido, pero no debería ser tan extremo todo. Si gana Newell's cortará una racha como también en su momento lo hizo Central. Después todo sigue. A Newell's lo veo bien. Y la mochila no tienen nada que ver estos jugadores, no no tienen la culpa de todo lo que se hizo antes. Ojalá que haya un triunfador, pero que sea todo con paz y no tener que ver y escuchar que le pegaron a uno u a otro. (Zamora) -En el caso de Central llega más sobrado por los buenos resultados obtenidos ante su eterno rival y en este caso tendrá el plus extra de que estará Ángel Di María. -Es cierto, pero viste que siempre se escribe un nueva historia, no se vive de lo que pasó. Hay que salir a escena, es otra función como en el teatro. Te puede salir muy bien la anterior, pero ahora es otra función. Y además acá no tenés la partitura como tienen los actores que salen al teatro y dicen lo mismo siempre. No no sabés con qué te va a encontrar. El mensaje no es ganar como sea. A ver, decíme vos cómo es ganar como sea. No existe ganar como sea. Vos tenés que ganar intentando ser mejor que el rival. Entonces, hay que jugar. Primero ver cómo podemos hacer para convertir el gol. O sea que me parece que ahí está un poco la clave. Ha pasado ya mil veces que el equipo que viene peor lo pasa por arriba porque tiene otra motivación, porque se levantaron mejor ese día. El fútbol, en definitiva, es un estado de ánimo. (Cuffaro) -¿Y el plus de Angelito? -Di María es un pibe convocante, me hace acordar a Kempes cuando lo iba a ver. Es de esos jugadores, de ir a ver a Kempes, Maradona y ahora Di María. Se está adaptando, pero de todos aún no se le presentó el partido. El equipo debe acompañarlo porque aún no está en un buen rendimiento. Pero lo va a lograr Central porque tiene jerarquía. El agarra la pelota y tiene 10 enfrente. Le tienen que aparecer los espacios. Cuando surja eso va a brillar. Lo veo entero, son cosas a favor y hay que tener paciencia. (Cuffaro) -El tiempo lleva a pensar en lo que darían por volver a vivir un duelo de esta índole. -Todo por volver a jugar un clásico. Esa sensación no te la podés sacar nunca. A lo mejor no por estar dentro de la cancha, sino por el entorno. (Zamora) -Es buena la nostalgia. Uno que es tanguero y el tango a veces me traslada a todo esto. Ahora sólo deseo que el clásico sea en paz más allá de quién gane. Te podés amargar o alegrar por un resultado, pero de eso se trata el fútbol. (Cuffaro) Historias en juego >>Leer más: Historias en juego: a corazón abierto, Bricco dijo "no vi la luz" y relató vivencias en su profesión Embed - Historias en juego - Julián Bricco ¿Qué es de tu vida? Embed - Claudio Scalise, el jugador "pasional" de Rosario Central >>Leer más: Claudio Scalise, del jugador "pasional" a la vuelta en el Parque y el camino hacia Dios Embed - ¿Qué es de tu vida? Ricardo Lunari >>Leer más: Qué es de la vida de Ricardo Lunari: de la decepción por el trato en Newell's al Concejo Municipal Embed - ¿Qué es de la vida de Tom Arriola? >>Leer más: Qué es de la vida de Tom Arriola y lo que pudo ser: "No alcanza con jugar bien" Embed - Diego Quintana >>Leer más: Qué es de la vida de Diego Quintana: del reiki a ser técnico y el sueño de dirigir en primera

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