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  • Argentina / Economía | La gente no compra pan aunque el precio está congelado en Misiones

    » Voxpopuli

    Fecha: 20/08/2025 10:41

    Sin embargo se esconde una realidad mucho más cruda y crítica, que revela el profundo deterioro del poder adquisitivo en la era del presidente ultraderechista Javier Milei: la gente, simplemente, está comprando menos. El presidente del Centro de Industriales Panaderos, Omar Acosta, lo explicó con una claridad desoladora: «Uno quisiera vender a $3.000, como en otras provincias, pero no es momento de subir tanto porque no hay consumo y la gente no tiene dinero». La decisión de no aumentar el precio no es una muestra de bonanza, sino de supervivencia. Los panaderos saben que cualquier suba de precios los condenaría a una pérdida aún mayor de clientes, ya que los hogares argentinos se ven obligados a ajustar al extremo su canasta básica. Una economía que castiga el consumo El impacto de las políticas económicas del presidente ultraderechista Javier Milei se refleja en la caída brutal de las ventas. Según los datos del sector, la tradicional baja de consumo de enero se profundizó en este año, con una caída de 40% que no se ha recuperado por completo. Los hábitos de compra cambiaron radicalmente: los clientes ya no llevan el pan por kilo, sino que «compran cuatro u ocho pancitos», y solo unas pocas facturas, un reflejo de la pérdida de poder adquisitivo y la falta de dinero que atraviesa gran parte de la población. A pesar de que el precio del pan se mantiene por un acuerdo provincial, el sector enfrenta una dura batalla para sostenerse. Los costos de insumos básicos como las grasas y margarinas continúan en alza, atados al valor del dólar. Los panaderos se ven obligados a absorber estos incrementos, lo que reduce sus ya castigados márgenes de ganancia, en una muestra de la presión económica que el gobierno ejerce sobre las pequeñas y medianas empresas. En esta coyuntura, la estabilidad del precio del pan no es un motivo de celebración, sino un doloroso síntoma de un modelo económico que empuja a los ciudadanos a una austeridad forzada. El aparente éxito de precios estables se da en un contexto donde el consumo se desploma, revelando que el verdadero costo de la crisis no está en la góndola, sino en el bolsillo vacío de la gente. (Con información de Primera Edición)

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