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» Comercio y Justicia
Fecha: 19/08/2025 05:54
El reciente estudio de opinión pública del Observatorio Pulsar.UBA reveló que la paciencia institucional tiene límite. Un 36% de la sociedad cree que, si un presidente no da resultados, debería irse antes de tiempo. La mayoría rechaza que un primer mandatario pueda frenar medidas judiciales (71%) o vetar leyes del Congreso (63%) Por Carolina Klepp El 85% de los argentinos prefiere vivir en democracia, el nivel más alto registrado en los últimos tres años. Sin embargo, la calificación promedio sobre qué tan democrática es la Argentina hoy apenas llega a 6,47 puntos en una escala de 1 a 10. Los datos surgen del segundo informe de Creencias Sociales 2025, un estudio de opinión pública realizado por el Observatorio Pulsar.UBA, dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas y de la Carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires. La investigación indaga en cuestiones clave sobre la valoración del sistema político: desde el significado y la importancia de vivir en democracia, hasta la percepción de su calidad, los límites al poder presidencial y el apoyo a derechos básicos como la manifestación. Gusta, pero no convence Aunque el respaldo al sistema democrático es alto, la satisfacción con su funcionamiento varía según la orientación política. Los votantes que se identifican con Javier Milei califican la democracia argentina con 7,15 puntos, mientras que entre los peronistas la nota baja a 6,03. El estudio detecta un límite claro a la paciencia institucional: un 36% de los encuestados considera que, si un presidente no cumple con su programa de gobierno, debería dejar el cargo antes de terminar el mandato. Esta opinión crece entre los sectores más jóvenes, que demandan mayor eficacia en la gestión. Si bien la mayoría rechaza que un presidente pueda frenar medidas judiciales (71%) o vetar leyes del Congreso (63%), entre los votantes oficialistas se detecta una mayor tolerancia hacia estas prácticas, lo que muestra un grado de flexibilidad según la afinidad política con el Ejecutivo. El 84% de los argentinos respalda el derecho a manifestarse y el 74% rechaza la suspensión transitoria de derechos “por el bien común”. En ambos casos, las diferencias políticas vuelven a marcar posiciones: los votantes peronistas muestran mayor rechazo a limitar derechos, mientras que en Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza hay posturas más divididas. Por otra parte, el estudio detectó una inclinación hacia la tecnocracia, acentuada entre quienes apoyan al oficialismo. Más de la mitad de los consultados afirma preferir que gobiernen expertos antes que políticos. Representación tradicional cuestionada Un 53% de los argentinos cree que el gobierno funcionaría mejor si las decisiones las tomaran expertos y no políticos. Esto expone un malestar difuso con la representación y una desconfianza de base hacia la mediación política, que se traduce en una forma de despolitización del gobierno. Si bien existen diferencias según el electorado, el consenso sobre este punto revela que la incomodidad con la política como intermediaria atraviesa fronteras partidarias. El mismo malestar se insinúa en otra pregunta del relevamiento: la posible restricción del voto a personas con poca información. Aunque dos tercios de los encuestados rechazan la idea de limitar el derecho a sufragio en estos casos, casi un 30% la acepta. El equipo de la universidad advirtió que si bien no es un número mayoritario, sí es constante, y -lo más llamativo- sin una distribución partidaria clara. Según los autores del estudio, esto sugiere que persiste una mirada jerárquica sobre la ciudadanía: la percepción de que no todos están igualmente habilitados para decidir ni merecen el mismo peso político. Para los especialistas, esta base de apoyo, aunque minoritaria, es lo suficientemente amplia como para sostener propuestas de restricción en momentos de alta polarización o crisis.
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