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Parana » Informe Digital
Fecha: 18/08/2025 14:23
Las condiciones climáticas favorables y la reducción de los derechos de exportación para los cultivos agrícolas más importantes auguran un panorama optimista en el sector agropecuario, lo cual se traduce en una mejora en las expectativas de crecimiento del mercado de fertilizantes. Las lluvias de julio marcaron un inicio propicio para el trigo, y se anticipa un aumento en la intención de siembra de maíz en la zona núcleo. Ambos cultivos representan el 65% del consumo de fertilizantes en Argentina. Desde la Universidad Austral, también señalaron que la siembra de trigo se cierra con las mejores condiciones hídricas de los últimos años y esperan que la producción supere las 20 millones de toneladas. De acuerdo con datos de la CIAFA (Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos) y Fertilizar Asociación Civil, en 2024 el 81% del área sembrada con trigo fue fertilizada. En lo que respecta al maíz, la práctica alcanzó al 92% del maíz temprano y al 84% del tardío. La soja, que representa el 17% del consumo total de fertilizantes, mostró niveles de aplicación en el 60% de la superficie de primera y en el 47% de la de segunda. Contexto favorable para nutrir el suelo La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que los principales cultivos extensivos del país concentran la mayor demanda de fertilizantes, y el actual escenario de lluvias y humedad en los suelos crea un contexto propicio para el uso de nutrientes. Además, la reciente reducción de los derechos de exportación mejora los márgenes y proporciona un incentivo adicional para su aplicación. Este panorama ya se refleja en las importaciones, que en el primer semestre mostraron un aumento interanual del 4,5% en volumen. La disminución en la entrada de fertilizantes nitrogenados fue compensada por un incremento en las compras de fertilizantes fosfatados y combinados, estos últimos compuestos por mezclas complejas que incluyen nitrógeno, fósforo y/o potasio. “Con 1,34 millones de toneladas importadas en la primera mitad de 2025, nos encontramos ante el segundo mayor volumen de fertilizantes importados registrado. Las importaciones están valoradas en USD 742 millones, lo que representa un crecimiento del 18% en el valor importado”, precisó la BCR. Desregular, abaratar, importar Es relevante mencionar que el Gobierno, en abril pasado, implementó algunas desregulaciones en lo que respecta a las compras en el exterior de este tipo de productos. En términos generales, se autorizan todos los fertilizantes de países que cumplen con altos estándares de seguridad y se elimina la necesidad de informar el movimiento del fertilizante a granel, salvo para el nitrato de amonio. “El año pasado, importar urea con un FOB de 390 dólares costaba, debido a impuestos y cargas, 726 dólares. Hoy, gracias a la reducción de aranceles e impuestos, y a la posibilidad de no abonar las percepciones del IVA y ganancias, el precio de importación con impuestos ha bajado a 534 dólares, una reducción del 26%. Sin embargo, el ‘costo argentino’, que es lo que se paga por encima de los 390 del precio internacional, cae de 336 dólares a 144 dólares: una disminución del 57%”, argumentó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. En lo que va de año, el valor de las importaciones ha aumentado más que el volumen debido al incremento en los precios promedio de todos los grupos de fertilizantes. Un informe reciente del Banco Mundial vinculó estas subas a la mayor demanda global, a restricciones comerciales —en particular, las limitaciones a las exportaciones desde China— y a problemas de producción, que han impactado especialmente en el mercado de urea. De acuerdo con el informe de Ingeniería en Fertilizantes (IF), el aumento de los precios internacionales aún no se ha trasladado completamente a los valores locales de los nutrientes. “Con estas expectativas, el consumo de fertilizantes en 2025 en Argentina podría crecer cerca de un 7% en comparación con los volúmenes de 2024. No obstante, es fundamental no pasar por alto que la dinámica de precios de los nutrientes, crucial para los márgenes agropecuarios, puede alterar la demanda interna de fertilizantes. Más aún considerando que en el segundo semestre se concentra más del 60% de las importaciones de fertilizantes del país”, advirtió la BCR.
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