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  • “Puro pragmatismo”: el Gobierno reajusta el esquema monetario para absorber pesos y evitar tensiones con la inflación y el dólar

    » Noticias del 6

    Fecha: 18/08/2025 13:09

    El Ministerio de Economía concretará este lunes una operación de deuda para sacar del mercado unos $5,8 billones que habían quedado fuera de la licitación de Letras de la semana pasada, una masa de pesos que en el Gobierno leen sin “justificación” desde la demanda de dinero y que, por esa razón, podría implicar un recalentamiento en la inflación y el dólar. La medida que ejecutará la Secretaría de Finanzas que conduce Pablo Quirno se dará en consonancia de otro paquete de anuncios que determinó el directorio del Banco Central el jueves pasado, y que involucra un reajuste al esquema de encajes bancarios, es decir el dinero que entidades financieras deben mantener inmóvil como resguardo. Por definición, esto implica un endurecimiento de la política monetaria al quitarle liquidez al sistema. Con esa tenaza entre Finanzas y el Banco Central, el Gobierno busca asegurarse que los pesos “sueltos” tras la licitación de Letras y bonos del Tesoro del miércoles pasado no queden en búsqueda de otro destino y que, así, le agreguen volatilidad al funcionamiento del mercado de tasas de interés y de tipo de cambio. Contra la inflación En el equipo económico aseguran, de todas formas, que el objetivo principal de estas medidas no es mantener a raya el dólar, sino evitar cualquier combustible a la inflación. Así lo dijo Quirno sobre el cierre de la semana, en una conversación con usuarios de X en la que explicó cuál es el sentido de las últimas decisiones de política monetaria. “En esta coyuntura pre-electoral no tenemos certeza que esos pesos que sobran son producto de demanda. No vamos a correr ese riesgo porque tiene impacto en la inflación, no tiene nada que ver con tipo de cambio”, dijo el funcionario de Luis Caputo, encargado del programa financiero del Gobierno. “Tácticamente, cuando empezó el desarme de Lefis y quedaron pesos en la calle hicimos una licitación fuera de programa, esto no es apuro, es pragmatismo puro. No vamos a asumir el riesgo de tener demanda de pesos excedente en la calle”, insistió. “Esto no es en contra de los bancos. Podemos colaborar y participar de decisiones que tienen que ver con excedente de pesos, pero no lo juzgamos como ‘punto Anker’, (entonces decimos) vengan para acá de vuelta”, comentó Quirno. El “punto Anker” era la manera en la que el equipo económico se refería a un momento del programa financiero en el que las licitaciones de deuda en pesos dejarían de refinanciar el total de vencimientos porque los bancos necesitarían esos pesos para dar créditos. En definitiva, este lunes el Tesoro ofrecerá títulos ajustados a la tasa TAMAR, es decir la de los plazos fijos mayoristas, con vencimiento el 28 de noviembre, destinados exclusivamente a bancos y solo para cartera propia. Lecturas en la city En el mercado la lectura es que esta secuencia de medidas tras el desarme de las Lefi terminará por definir un ecosistema de tasas de interés más alta y con un impacto en la actividad económica. Desde la consultora 1816 advirtieron que “no es claro qué indicador de agregado utiliza el BCRA para decidir sus operaciones de mercado abierto o su política de encajes”, dado que el objetivo de oferta monetaria privada es trimestral. Según su análisis, la entidad “da la impresión que se va moviendo en función del tipo de cambio”. Lo más llamativo, señalaron, es que en la nueva dinámica las referencias dejaron de estar claras: “Ayer todo el mercado buscaba un techo para la tasa y el BCRA anunció la ventanilla de liquidez, y post licitación se iba a requerir un piso, por eso el Gobierno anunció la subasta fuera de calendario del lunes que viene”. El problema, subrayaron, es que la política monetaria actual consiste justamente en no tener ni techo ni piso definidos, cuyos beneficios “no son para nada evidentes”. Desde LCG fueron directamente definieron las últimas semanas del plan económico como una “comedia monetaria”. En un informe, esa consultora repasó que el Gobierno resolvió subir los encajes en 5 puntos porcentuales para depósitos a la vista, pases y cauciones de los bancos más grandes, con la posibilidad de integrarlos con títulos públicos surgidos de licitaciones especiales. A su vez, se reemplazó la exigencia promedio mensual por una diaria. “Todo esto podría traer nuevos bríos a la volatilidad”, alertaron, y marcaron que los bancos enfrentarán un desafío mayor al no poder compensar desvíos de un día con otro. La consultora destacó además que la incertidumbre “no es gratuita”: la consecuencia inmediata es que “las tasas de interés posiblementese ubiquen bastante por encima de lo que hubiese sido necesario para estimular la demanda de pesos y contener la demanda de dólares”. Ese escenario de tasas reales positivas, anticiparon, “restringirá el crédito, aumentará la mora y mantendrá el dinamismo económico anestesiado”. En el mismo sentido, Invecq señaló que la configuración actual “podría consolidar niveles elevados de tasas de interés en los próximos meses”, justo cuando restan vencimientos de deuda en pesos por cerca de 9 billones en agosto. El informe evaluó que, aunque la estrategia busca contener presiones cambiarias y anclar la inflación, “también incrementa el riesgo de una mayor desaceleración de la actividad económica y de que el Gobierno llegue a las elecciones en un escenario de elevada tensión financiera”. La visión de Suramericana, la consultora fundada por el ex ministro de Economía Martín Guzmán, apunta a un diagnóstico parecido: “El Gobierno busca contener el excedente de pesos a costa de incrementar la carga financiera de intereses del Tesoro, subir las tasas de interés de los tomadores de crédito y disminuir aún más la velocidad de la recuperación de la actividad económica”. La consultora planteó una idea adicional sobre la motivación oficial: “Nuestra hipótesis es que la preocupación va más allá del riesgo al aumento de la inflación preelecciones, y que lo que pasa es que la conducción económica tiene una fuerte aversión a que el tipo de cambio toque el techo de la banda de flotación”. Según el informe, el Gobierno teme que en ese caso el Banco Central deba “revelar cuán aferrado está a su compromiso de intervención”. (Fuente: Infobae)

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