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» La Capital
Fecha: 18/08/2025 12:59
La liga de mandatarios provinciales busca una tercera vía que sea madura y tenga gobernanza. La palabra clave para romper la polarización libertaria vs kirchnerismo “Está claro que para atrás no se vuelve, no va más el kirchnerismo. Tiene que venir un modelo sensato”. La frase, palabras más palabras menos, la dijo el cordobés Martín Llaryora cuando promediaba el asado con los intendentes del PJ santafesino que se sumarán al frente de los gobernadores, Provincias Unidas , para ser una opción al peronismo K y a Javier Milei . Taxativa y arriesgada, la frase inicial entiende que la sociedad ya decidió más allá del piso que puede conservar el justicialismo nacional. En esa línea, Llaryora también vendió, quirúrgicamente, un “peronismo sensato” para que se sientan incluidos en una alianza en la que abundan los radicales. La lógica que manejan es la siguiente: si el kirchnerismo no va más, el escenario quedará entre lo sensato y el extremo libertario de Milei. Corre de escena la segunda fuerza nacional para proyectar una tercera con anabólicos. “La Argentina necesita desesperadamente un espacio republicano federal para salir de la Argentina pendular que pasa del samba libertario a uno keynesiano”, dijo el mandatario chubutense, Ignacio Torres . “Gobierno con gobernanza, sensato y de coalición”, agregó su aliado electoral Llaryora. En rigor, lo “sensato”, el arma que por ahora pincha pero no corta la polarización, significa darles a los jubilados pero antes ordenar los números, invertir en infraestructura vial y portuaria, en el campo, la industria, y el empleo. Significa que el Estado esté presente, en su cuota justa y sin llegar al populismo "que regale", explican. Que el Inta, que la Anmat y que Vialidad funcionen, pero que sean eficientes. Hay equilibrio por todas partes. Además, apuestan a que la ciudadanía se canse de ciertos aspectos agresivos del presidente, más una economía que después de las elecciones “no estará ni mucho mejor ni mucho peor”. Seguirá planchada la actividad, con la inflación medianamente contenida, pero sin que se mueva la rueda ni sobre el poder adquisitivo. Hay un problema de conformismo latente, de consumo de bajo vuelo, que no se sabe si cambiará. Provincias ahogadas El impulso de las provincias tiene un aspecto defensivo. En Provincias Unidas explican que actualmente hay unos seis distritos con déficit y entrarán seis más. El escenario para las provincias no es prometedor, al contrario, será más complejo. La distribución de recursos es un problema que tienen en la cabeza todo el tiempo los gobernadores. “Desde el segundo trimestre de este año las provincias empezaron a entrar gradualmente en situaciones de déficit presupuestario. Y muchas con problemas de caja”, sostienen en el gobierno santafesino. La cosa se puede agravar para los Ejecutivos. Por eso aclaran: "Tuvimos que apurar el lanzamiento”. La crisis empieza a correr. Ya lo dijeron en la semana, cuando hablaron de contener la "paz social", el propio Maximiliano Pullaro y Llaryora. La frase sugiere una crisis retenida y una dependencia del gobierno nacional en los mandatarios provinciales. javier milei neura Javier Milei mantiene el tono agresivo. Foto: Archivo / La Capital. Sobre todo si después de las elecciones nacionales el gobierno sale victorioso y va en busca de movimientos tectónicos como la reforma tributaria, que discute impuestos de los tres niveles de Estado, su reparto (coparticipación) y la reforma laboral. Lo “sensato” quizás aparezca cuando se deba definir el futuro de los proyectos de coparticipación del impuesto a los combustibles y del nuevo reparto de los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN). Fueron fogoneados, justamente, por los gobernadores, aprobados en el Senado y ahora deben tratarse en Diputados, y definir si aceptan o rechazan un eventual veto del presidente. El gobierno presentó alternativas para desinflar la movida y negociar. Y ya tuvo alguna aceptación, por ejemplo, de Torres, quien integra Provincias Unidas. El fundamento seguramente también sea la sensatez para contraponerse a la oposición rígida del peronismo. Lo sensato puede pisar el umbral de lo tibio también, sobre todo en momentos de campaña electoral. Desafíos El desafío parece no caer en la solemnidad del discurso del republicanismo y los modos puristas. Hoy alcanza solo con no insultar ni tuitear contra niños con autismo, pero también parece necesario leer el lenguaje de una sociedad que ha cambiado y es locuaz, por momentos agresiva, y puede elegir un perfil tan particular como el Milei de 2023. Más bien les sirve hablar de federalismo y contraponerse al modelo económico que no invierte en el bienestar de la gente, ni en una ruta ni en un hospital, etc. Mientras el peronismo hablará de un gobierno cruel, los mandatarios provinciales de un gobierno ilusorio. La pregunta es si en un momento de agitación política y desinterés ciudadano, la sensatez tiene lugar como para cortar esa polarización. Si el péndulo regresa a la moderación, si la ciudadanía se cansará de tanta verborragia y cloaca y pedirá, mínimamente, a alguien que no insulte y le tire un centro directo a la cabeza y no pasado.
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