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  • REVIEW | Mafia: The Old Country - Crónica de una tragedia anunciada

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 18/08/2025 12:49

    Mafia: The Old Country, de Hangar 13. La saga Mafia es recordada principalmente por las dos primeras entregas. Ambos títulos se convirtieron en una suerte de referente; de juegos de culto me atrevería a decir, que contaban historias apasionantes llenas de traición, giros inesperados y mucho drama. Sin embargo, la cosa cambió bastante cuando en un intento de seguir las tendencias de la industria, Hangar 13 tomó un rumbo diferente con Mafia III. Si bien el juego tuvo buenas ventas, era repetitivo y estaba lleno de bugs. En lo personal, considero que dicha entrega perdió el norte y es por ello que estaba increíblemente escéptico con el anuncio de Mafia: The Old Country. Afortunadamente, los temores eran infundados porque me encontré con un videojuego sólido, entretenido y narrativamente bien trabajado que me dejó con un nudo en la garganta mientras veía pasar los créditos finales. Considero que es importante aclarar que Mafia: The Old Country no es ni pretende ser GTA. No es un videojuego que nos incentiva a pararnos en medio de la plaza de un pueblo perdido en las montañas de Sicilia a pegar tiros con una lupara mientras el indicador de peligrosidad aumenta. Tampoco es una propuesta de mundo abierto con un mapa lleno de iconos, actividades y misiones secundarias. Por el contrario, se trata de un título impulsado por la narrativa, cuyo objetivo es regresar a las raíces de la saga. Quizá muchos no lo sepan -o quizá sí y se hacen los locos- pero el primer Mafia nos presentaba una ciudad recreada con lujo de detalles donde no había absolutamente nada para hacer además de las misiones principales. Y eso, amigos y amigas, era maravilloso antes y lo sigue siendo ahora. Mafia: The Old Country, de Hangar 13. A diferencia de las entregas anteriores esta cuarta parte nos lleva a la Sicilia de principios del siglo XX, concretamente de 1904 a 1908. El juego sigue la historia de Enzo Favara, también conocido como ‘Carusu’ (término siciliano para referirse a los jóvenes que trabajaban en las minas). La trama nos cuenta cómo el protagonista pasa de estar literalmente en lo más bajo -ya que trabaja como minero y no tiene dinero- a convertirse en uno de los hombres más respetados de la familia Torrisi. De más está decir que dicho ascenso no es inmediato. Hangar 13 ofrece una historia pausada que se toma su tiempo para construir a los personajes, establecer sus intereses y ambiciones, justificando las acciones en concordancia con ello. Enzo es bastante diferente de Vito Scaletta, Tommy Angelo y Lincoln Clay. No es tan expresivo ni carismático como dicho trío, lo que al principio puede resultar chocante y hasta difícil de conectar con él. No obstante, conforme progresa la aventura, el protagonista termina convirtiéndose en alguien que realmente se hace querer, porque al final del día es un tipo simpático y con valores que no se olvida de dónde viene y hacia dónde va. Dicho de otro modo, nunca pierde de vista lo que realmente le importa y lucha por ello. Cada paso que da, tiene como objetivo conducirlo hacia su propósito final, el cual obviamente no revelaré, para evitar caer en los nefastos spoilers. Mafia: The Old Country, de Hangar 13. Los personajes de Mafia: The Old Country son muy entrañables. Me encantó la relación que se construye entre Enzo y Cesare (el sobrino de Don Torrisi), como así también el papel de Luca Trapani como mentor del protagonista. Además, esta entrega dedica capítulos enteros a desarrollar la relación amorosa con Isabella, la hija de Torrisi. En este sentido, cabe destacar que lo más cercano a una historia de amor que había tenido la saga, la conformaban aquellas dos o tres escenas entre Tommy Angelo y Sarah en Mafia. Si bien no se trata de un título especialmente largo, ya que en aproximadamente 15 horas es posible terminar la campaña, se toma su tiempo narrativamente hablando. Es un videojuego que no tiene prisas, que no busca la acción inmediata sino que al igual que Red Dead Redemption o Kingdom Come: Deliverance, propone un ritmo lento y gradual. En cuanto a la jugabilidad, está dividido en 14 capítulos más un prólogo inicial, con misiones relativamente variadas. Algunas presentan escenarios abiertos que permiten aproximarnos a un mismo objetivo por diferentes caminos, mientras que otras se antojan un poco más lineales. También hay persecuciones a caballo o a bordo de vehículos, y un par de carreras. Eso sí, la mayoría mantiene una misma estructura: infiltrarse, encontrar a algo o alguien, duelo a muerte con cuchillos y tiroteos. A veces este orden cambia, pero se mantiene más o menos intacto de principio a final. En este sentido, me gusta el hecho de que si, por ejemplo, un enemigo nos detecta durante una secuencia de sigilo, simplemente pasamos a la acción con armas de fuego y ya. Es decir, salvo que el juego lo predetermine, nunca vamos a ver la pantalla de ‘Game Over’ porque nos descubran. Mafia: The Old Country, de Hangar 13. A la hora de la acción, el juego presenta una variedad de armas bastante considerable. Tenemos escopetas, fusiles de corredera, rifles de francotirador, pistolas y granadas. Cada una de ellas cuenta con diferentes variantes, aunque en la práctica todas se sienten similares. Al fin y al cabo, ningún enemigo aguanta un tiro a la cabeza, independientemente de con que disparemos. Un detalle que me encantó, es el sonido y el feedback de cada disparo. Resulta increíblemente satisfactorio mandar a volar a nuestros enemigos de un escopetazo a corta distancia, o hacerle volar el sombrerito al asestar un preciso disparo en la cabeza. A todo esto, se suma un sistema de cobertura funcional para mantenerse a resguardo mientras recargamos munición. El único problema es que la IA de los enemigos es bastante pobre. En ocasiones buscan atacar por algún flanco y si permanecemos demasiado tiempo detrás de una cobertura, no van a dudar en lanzar una granada para hacernos salir. Hasta ahí bien, pero cuando deciden abandonar una posición increíblemente ventajosa sólo para acercarse caminando hacia nosotros con la parsimonia propia de alguien que va a trabajar a una oficina, se siente raro. Esto rompe un poco con la inmersión en determinadas instancias ya que sólo basta con quedarse agachado el tiempo suficiente como para que un enemigo se canse y decida ponerse de forma voluntaria frente a la mira de nuestra escopeta. Mafia: The Old Country, de Hangar 13. Una importante novedad para la serie, y una forma bastante común de resolver conflictos en Mafia: The Old Country, reside en las peleas con cuchillos, algo que -salvando las distancias- recuerda a los duelos de Hellblade II. Durante estas instancias la cámara adquiere una perspectiva cinematográfica y se sienten como el equivalente a las típicas peleas con jefes de cualquier juego. Hangar 13 puso bastante énfasis en el sistema, aunque no deja de sentirse simple y algo repetitivo. Enzo puede lanzar estocadas, cortes, ataques para romper la guarda, hacer contraataques y esquivas. Los duelos están bien logrados y son intensos por tratarse de contiendas a muerte, ya que llegado ese punto, sólo un hombre puede marcharse con vida. Ahora, si bien en términos narrativos estos enfrentamientos funcionan, a nivel jugable comienzan a perder encanto poco a poco, ya que apenas cuentan con variantes. Otra característica que esta entrega añade es una especie de sistema de progresión que se manifiesta a través de un rosario. Esto nos permite obtener ciertas ventajas, como adquirir más dinero al registrar un cofre o un enemigo muerto, conseguir más munición, o apuntar más rápido, entre otras cosas. Durante las misiones, podemos encontrar las diferentes ‘cuentas’ que representan cada una de estas bonificaciones, las cuales podemos añadir a las ranuras del rosario a fin de mejorar las capacidades de Enzo. A decir verdad, el impacto que tienen a nivel jugable es prácticamente nulo. De cualquier forma, es una interesante adición que -en cierto modo- nos permite personalizar nuestro estilo de juego. Si bien no es muy profundo ni complejo, sigue siendo una mecánica más que bienvenida. Mafia: The Old Country, de Hangar 13. En cuanto al mundo en sí, en un principio parece estar completamente abierto, aunque más pronto que tarde me di cuenta de que no era así. La región en que transcurre la aventura está llena de caminos decorados por caseríos, pequeños poblados y ciudades, pero no hay nada con lo que se pueda interactuar. De hecho, algunos lugares están encerrados por ‘paredes invisibles’ (personificados por pequeños muros coronados por alambre de púa o vidrios rotos) que impiden que Enzo acceda a dichas propiedades. Tampoco es que haga falta ingresar a estos sitios, pero son detalles que en cuanto se hacen evidentes dejan entrever las costuras de la producción. Algo similar sucede con los NPC que habitan este mundo. Prácticamente nadie reacciona a nuestras acciones. Y no me refiero a pegar tiros por ahí -cosa que no se puede hacer- sino a cuestiones más básicas. Por ejemplo, chocar a una persona mientras vamos corriendo, es similar a estamparse contra una bolsa de arena o una pared: No hay reacción o feedback. Entiendo que el juego no está pensado para que Enzo haga esas cosas, porque lo que menos quiere alguien que forma parte de La Cosa Nostra es llamar la atención. Somos mafiosos, sí, pero eso no significa que vayamos pateando a ancianos por ahí. Pese a ello, la ausencia de estos pequeños detalles evidencian la linealidad del juego y el hecho de que está pensado para ir al punto. No hay lugar para los imprevistos, todo sucede por un motivo. Mafia: The Old Country, de Hangar 13. Ahora, a nivel técnico, Hangar 13 realizó un trabajo fantástico en todo sentido. Para empezar, debo destacar el hecho de que durante mi partida no experimenté ni un sólo bug. Por supuesto, eso no quiere decir que no existan, aunque no puedo hablar de ello por experiencia propia. Por lo demás, Mafia: The Old Country se ve espectacularmente bien. La ambientación es hermosa, y se beneficia de un sistema de iluminación genial que ayuda a resaltar el ambiente y una paleta de colores realistas, ya sea justo antes del amanecer, durante el atardecer, cuando el sol del mediodía está en su cenit, o incluso de noche. Todo esto contribuye a generar una atmósfera digna de una postal, que me obligó a detenerme cada pocos metros a admirar el paisaje. Realmente impresionante. El cuidado también está puesto en el apartado sonoro, con una musicalización de película y unos efectos de sonido increíblemente buenos, aunque en este sentido quiero destacar principalmente la fantástica labor de doblaje. El juego cuenta con voces en español, inglés y varios idiomas más, como así también en italiano, pero con dialecto de Sicilia. En virtud de ello, así como dicen que “los JRPG se deben jugar con las voces en japonés”, procedo a ponerme el manto del purismo para sentenciar que Mafia: The Old Country se tiene que jugar en siciliano, no sólo porque es buenísimo, sino porque refuerza la inmersión e incluso hasta nos permite aprender varias expresiones muy típicas de la región. Mafia: The Old Country, de Hangar 13. Al final del día, quedé muy conforme con la experiencia de esta nueva entrega de la saga Mafia. Entiendo que la jugabilidad no es innovadora y definitivamente no va a ganar ningún premio por su originalidad. Es una aventura lineal y no ofrece prácticamente ningún incentivo para regresar a jugar una vez terminada la historia, salvo el modo ‘Exploración’ que sirve para disfrutar del paisaje y encontrar algunos coleccionables. También podemos aprovechar a gastar dinero para comprar nuevos coches, caballos y nuevos aspectos para Enzo, pero poco más. Muy a pesar de ello, agradezco y valoro enormemente este regreso a las raíces y el enfoque cinematográfico, muy por encima de aquellos títulos con mundos abiertos kilométricos, estériles y aburridos. Mafia: The Old Country es todo un logro para un estudio para el que la Espada de Damocles colgaba sobre sus cabezas. Hangar 13 logró recuperarse del duro golpe que significó Mafia III para la saga, con una entrega muy buena que, muy a pesar de que deja en evidencia algunas costuras, consigue ofrecer una experiencia muy disfrutable. Es un juego que mejora varios aspectos cuando lo comparamos con las entregas anteriores, como una mejor sensación de disparo, los duelos con cuchillos y un cambio de ambientación que le encaja como anillo al dedo, además de una historia sublime que nos arrastra en un tobogán de emociones mientras nos presenta a un repertorio de personajes carismáticos. Todo lo demás es secundario, y quedé sumamente satisfecho al terminarlo, porque obtuve justo lo que quería. 8 Una oferta irrechazable Mafia: The Old Country marca el regreso a las raíces para una saga que parecía estar perdiendo el norte, con una ambientación increíble, varias novedades a nivel jugable y una historia que difícilmente nos va a dejar indiferentes. Revisado en PC Plataformas: PC PlayStation 5 Xbox Series S Xbox Series X

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