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» tn24
Fecha: 17/08/2025 18:01
Edificios gubernamentales atacados, autos destruidos y seis policías heridos marcaron una jornada que comenzó con una marcha pacífica y terminó en caos. El presidente Aleksandar Vucic condenó los disturbios y prometió reparar los daños. Serbia vivió una noche de caos y violencia tras la tragedia ocurrida en la estación de tren de Novi Sad. Lo que comenzó como una multitudinaria marcha pacífica en reclamo de justicia terminó en enfrentamientos violentos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en varias ciudades del país. En Belgrado, Novi Sad y Valjevo, grupos de jóvenes encapuchados atacaron edificios gubernamentales, sedes de partidos políticos y propiedades privadas. También se reportaron daños a vehículos particulares. La Policía respondió con gases lacrimógenos y logró detener a 56 personas acusadas de alterar el orden público y provocar destrozos. El saldo incluyó además seis agentes heridos durante los disturbios, que se suman a la tensión social desatada desde el accidente ferroviario en Novi Sad. Pese a que las manifestaciones se habían mantenido mayormente pacíficas en las últimas semanas, el nivel de violencia de esta jornada encendió las alarmas en el Gobierno. Algunos manifestantes apuntaron a la necesidad de convocar elecciones como salida a la crisis. “Todos sabemos cómo debería acabar: pacíficamente. Si ama a su país, debe llamar a elecciones”, expresó Marko Markovic, uno de los asistentes. El presidente Aleksandar Vucic se pronunció a través de redes sociales, condenando los ataques y asegurando que los daños serán reparados. “Las máscaras han caído y todo el mundo ha visto las reacciones histéricas y la violencia”, escribió. Mientras tanto, Serbia se mantiene bajo una fuerte tensión política y social, con un clima de incertidumbre sobre los próximos pasos del Gobierno.
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