17/08/2025 14:07
17/08/2025 14:05
17/08/2025 14:04
17/08/2025 14:04
17/08/2025 14:04
17/08/2025 14:04
17/08/2025 14:04
17/08/2025 14:04
17/08/2025 14:04
17/08/2025 14:04
Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 17/08/2025 12:23
Cada vez más personas padecen esta condición ya no solo asociada a la genética sino también al estilo de vida y que puede derivar en enfermedades sumamente perjudiciales. Por: Mario Bonnot Es un diagnóstico que se repite cada vez más en los recetarios de los pacientes que asisten a consulta con los cardiólogos. Allá abajo, en el margen inferior izquierdo del papelito donde los médicos colocan su dictamen, se leerá “HTA”. La sociedad actual vive a un ritmo caótico y esta dinámica cotidiana lleva a un desorden de estilo de vida y alimenticio que sumado a la genética propia repercuten en adquirir esta condición de hipertensión arterial, denominada “el asesino silencioso” ya que no se manifiesta claramente pero va generando un daño constante en el organismo. Estrés, ansiedad, horarios laborales interminables, falta de descanso, de tiempo para la elaboración de comidas sanas, las obligaciones que muchas veces le generamos a los chicos para seguir produciendo pero que generalmente se nos transforman en una bola de nieve, las redes sociales proponiendo estilos de vida “mejores” asociados a más actividades, a la pérdida de la tranquilidad y de nuestra valía como personas con identidad propia. El “quiero todo” que propone la sociedad de consumo significa resignar la paz y la prevalencia de la salud: en un país cargado de inestabilidad no es poca cosa. Demasiado para nuestros cuerpos y esto es lo que muchas veces genera la hipertensión arterial, también conocida como HTA. Los uruguayenses y la HTA Para conocer mayores detalles sobre esta condición de la salud LA CALLE dialogó con el cardiólogo Horacio Falco (MP 5798), ex Jefe de Residentes de Cardiología del Hospital Churruca, miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología y ex Presidente del Distrito Río Uruguay de la misma, quien actualmente integra junto a otros profesionales el equipo de cardiología del CERC en Clínica Uruguay. -¿Qué es la hipertensión arterial? -Es un estado dentro del organismo en el cual la presión de la sangre dentro de las arterias se mantiene elevada en forma persistente, por lo cual se ven afectados todos los vasos del cuerpo, todas las arterias del cuerpo. Desde las más grande a las más chicas. Esto significa que los órganos tengan una mayor tensión sobre los vasos arteriales y dentro de lo que nosotros en medicina llamamos los órganos blancos, los más afectados son el cerebro, el corazón y el riñón. -¿Sus principales causas? -La hipertensión arterial tiene dos causas principales. Una es la hipertensión arterial esencial que es el 90 a 95 por ciento de los diagnósticos. Y la otra que el médico no debe dejar de explorar, que es la hipertensión secundaria que es la de menor probabilidad pero hay que investigar, que es un 10 o 5 por ciento aproximadamente de los casos. La hipertensión arterial esencial tiene múltiples causas. Decir esencial es porque tiene varias causas, una es genética, la otra está dada por el exceso de sodio en la dieta. Pensemos nada más que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la dieta diaria de sodio debería ser 5 gramos de sal de mesa por día para un ser humano y en nuestro país el consumo de sal de mesa es aproximadamente de entre 10 y 12 gramos por día. El sedentarismo es otra causa, el estrés, el sobrepeso, el exceso de alcohol. Y con el otro término que es la hipertensión arterial secundaria lo que no debemos olvidar son aquellas hipertensiones debidas a problemas renales, endócrinos, cardiovasculares y fármacos. Y aquí me voy a detener un poco porque fármacos quizás está en un término generalizado pero los anticonceptivos, los corticoides tomados en forma crónica, los antiinflamatorios tomados mucho tiempo generan hipertensión y la cocaína por ejemplo genera hipertensión. Todo esto hay que tenerlo en cuenta como hipertensión secundaria. -¿Cuáles son los parámetros normales al momento de tomar la presión? -¿Cuál es la presión considerada normal para todas las sociedades científicas? Tiene que ser igual o inferior a 130 sistólica (cuando el corazón late) y 80 diastólica (cuando el corazón está en reposo). En Argentina la prevalencia aproximadamente – porque hay distintos trabajos hechos-, dice que entre el 35 y el 50 por ciento de los adultos es hipertenso. Esta validación surge de los distintos trabajos. -La casuística de consultorio y atenciones después de tantos años qué le indican para el vecino uruguayense. -Lo que más nos preocupa es la llegada tardía del paciente con cinco o diez años de hipertensión. En esto de que la hipertensión es un enemigo silencioso y el paciente no tiene síntomas o tiene muy pocos síntomas, entonces no concurre para su tratamiento o directamente considera que su presión es normal y es una presión elevada. Que 14/9, 15/9 es presión normal y entonces no concurre para su tratamiento y asisten de forma tardía a la consulta. Esto hace que cuando un paciente venga con cinco o diez años de hipertensión, la edad de sus arterias es mayor que su edad biológica. Esto es muy importante porque es lo que aumenta el riesgo de accidentes cerebro vasculares (ACV) y de infarto de miocardio. -¿Pero ha mejorado en sus conductas o se sostiene la falta de cuidado que propicia la HTA? -La gente tiene más preocupación en controlar sus cifras arteriales que hace diez o quince años atrás. Realmente hay mucho más gente tratándose. Sí lo que debemos resaltar es que el tratamiento debe ser el óptimo. ¿Cuál es el tratamiento óptimo? Es aquel que baje la presión a los niveles del resto de la población, es decir a niveles normales. Porque muchas veces uno encuentra pacientes que dicen que están tratados de la presión pero el tratamiento es insuficiente. La presión sigue estando un poco alta, lo cual va deteriorando las paredes de las arterias. –Es un trabajo de control constante del paciente para alcanzar ese nivel óptimo… -Es un punto preocupante el abandono de la medicación o la reducción de dosis efectiva por el costo de la medicación. Y aquí es donde el médico debe analizar bien que el tratamiento que comienza su paciente lo va a tener que seguir por el resto de su vida probablemente. Eligiendo el médico el mejor tratamiento en la relación costo y beneficio. A veces elegir la droga más moderna, de última generación, con resultados excelentes en países del primer mundo, no es lo más adecuado porque en corto tiempo tendremos un paciente que abandonó el tratamiento y esto es un fracaso del médico tratante. Porque un paciente sin medicación o con dosis reducida es un paciente hipertenso mal tratado. -Supongo que aquel afán estético de generaciones intermedias por verse y sentirse bien mediante la práctica de actividades físicas ha sido algo positivo en la lucha contra la HTA… -La gente hace más ejercicio, la gente trata de tener un poco más de cuidado con la sal. Ha bajado mucho el consumo de cigarrillos y alcohol. Esto ha generado que haya más gente tratada de forma natural. Igual la incidencia es muy alta por una cosa que dijimos antes que es el consumo de sodio, que sigue siendo alto en todas las sociedades y en Argentina no nos excluimos y esto lleva a que muchos adultos sean hipertensos. -¿Cómo entiende que se trabaja en los organismos oficiales en la concientización de la sociedad respecto a este asesino silencioso y si se debe mejorar? -Es evidente que no estamos realizando todo el trabajo necesario para concientizar sobre la hipertensión arterial por la prevalencia que tiene sobre la población adulta. Teniendo en cuenta que un hipertenso es en forma cruda un paciente que tiene altas posibilidades de tener un grado de discapacidad en su adultez, porque en el hipertenso aumenta el porcentaje de accidentes cerebro vasculares (ACV) y de infarto de miocardio generando discapacidades”, concluye advirtiendo el cardiólogo Horacio Falco sobre esta problemática social adulta que requiere de nuestra atención, controles por especialistas y la necesidad de concientizarse en mejorar los hábitos diarios que puedan evitar la hipertensión, al asesino silencioso.
Ver noticia original