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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 17/08/2025 14:04
En esta sexta edición de Despertando el Deporte, te presentamos a Agustina Valdez (26), jocketa de la ciudad de Concordia que se abre paso en la disciplina en base a esfuerzo y grandes resultados en un deporte históricamente dominado por los hombres. Su constancia y talento incluso han sido destacados por medios internacionales, que ven en ella un ejemplo de superación y pasión por el turf. Su historia comenzó casi de casualidad, cuando su padre y ella recibieron unas entradas para ir al Hipódromo de Camba Paso. Allí, Agustina presenció una carrera en la que competía la jocketa María Scaldaderri: “Quedé fascinada. Mi papá habló con un cuidador y empecé a ir todas las tardes para aprender a andar a caballo. Subía, caía, volvía a subir… así me fui haciendo, a los golpes”, recuerda. Su debut llegó con apenas 350 metros arriba de un caballo llamado Zorzalito, donde terminó tercera. En la siguiente reunión, alcanzó su primera victoria con San Expedito: “Nunca me voy a olvidar ese día, fue muy especial para mí”, cuenta emocionada. Ese inicio marcó su destino. Agustina decidió ingresar a la Escuela de Jockeys, y hace ya siete años se radicó en Buenos Aires. Desde hace tres corre en los principales hipódromos del país como Palermo, San Isidro y La Plata, además de competir en pistas de Azul, Tandil, Rosario, Córdoba, Río Cuarto, Tucumán y Entre Ríos. Entre sus grandes logros, destaca la victoria en el Clásico Madre de Ciudades en Santiago del Estero con el caballo Etoo, además de participaciones internacionales como los Campeonatos de Jocketas en Colonia (Uruguay), donde fue segunda, y en Río de Janeiro (Brasil), donde alcanzó el tercer puesto. El camino no fue sencillo, y Agustina reconoce que lo más difícil es abrirse paso en un ambiente mayormente masculino: “Lo más desafiante es competir de igual a igual con los hombres, ganarse la confianza y el respeto de cuidadores y compañeros”. Su rutina diaria refleja la disciplina que requiere este deporte. “Me levanto a las 6 de la mañana y salgo a trabajar. Monto alrededor de 15 caballos, aunque varía según el día. Luego descanso un rato y, dependiendo de la jornada, me dirijo al hipódromo donde me toque correr. Si no tengo carreras, trato de mantenerme en forma: hago ejercicios, salgo a caminar o trotar con mis perras, y siempre metemos algún fulbito con compañeros durante la semana”, relató. Sobre cómo se vive una competencia, Agustina explica que cada carrera es única, donde la conexión con el caballo y la estrategia marcan la diferencia. Pero más allá de los resultados, rescata la esencia del turf: “En el turf no solo se corre contra el reloj, se corre con el corazón. Cada galope es un sueño, cada largada una oportunidad”. Por eso, dejó un mensaje de motivación a quienes sueñan con iniciarse en este deporte: “Si sentís la pasión por los caballos y el espíritu de la pista, no tengas miedo. El primer paso te lleva al camino donde la adrenalina y la dedicación se encuentran. El turf es más que un deporte… es una forma de vivir”. Fuente: Despertar Entrerriano
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