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» Diario Cordoba
Fecha: 16/08/2025 22:14
Para llegar al lugar del incendio hay que guiarse por el olfato, no por la vista. Este viernes, se cumplió una semana de las llamas que quemaron dos capillas de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Con las imágenes del fuego aún recientes en la retina y la memoria de miles de turistas, la pregunta más repetida entre los que pasan por el monumento en este puente de agosto no podía ser otra: "¿Dónde fue el incendio?". Lo confirma Saray, una de las guías oficiales del templo. "Antes del puente, hubo unos días en los que esto fue una feria de cordobeses interesados en ver con sus propios ojos qué había pasado exactamente", explica, "aunque ver ver, no se ve nada". Saray, guía turística de la Mezquita-Catedral de Córdoba. / Araceli R. Arjona En estas fechas, el número de cordobeses se ha reducido notablemente, "pero prácticamente todos los que vienen de fuera, españoles o extranjeros, saben lo que ha pasado, han visto las imágenes del fuego y, cuando llegan a la zona cortada por seguridad, se les despierta la curiosidad y te preguntan por el incendio porque huelen a quemado". No se ha consensuado una respuesta unitaria a esa pregunta, así que cada guía cuenta lo que sabe del tema. "Quieren saber, sobre todo, si ha habido personas afectadas y qué es lo que se ha dañado exactamente". Muchos de los que tenían planeado visitar Córdoba con antelación, pensaban que no podría entrar a ver el monumento, que estaría cerrado y se sorprenden por la rapidez con la que se ha abierto al público. Saray es licenciada en Historia y lleva casi diez años como guía de la Mezquita-Catedral. Según su relato, entre los visitantes hay presencia numerosa de musulmanes. "Los que son árabes, suelen tener una base histórica del pasado islámico de Córdoba y de la cultura omeya", comenta, "también vienen muchos americanos, franceses e italianos". No hay más que dar una vuelta por el Patio de los Naranjos para comprobarlo porque se oye a los guías hablar por el pinganillo en distintos idiomas. Rosa y su familia, de Molinos de Segura en Murcia, que pasan unos días en Córdoba. / Araceli R. Arjona Los guías de la Mezquita tienen un cupo máximo para las visitas de 30 personas. "En verano, no suele haber grupos tan numerosos, pero en el puente de agosto sí, de veinte o veintitantas personas", comenta Saray, que tiene dos o tres grupos diarios en estas fechas. Las cifras de visitas están en la media de un año cualquiera en estos días. "Hay turistas extranjeros, pero el grueso son nacionales, muchos de ellos del centro y norte de la península que viajan de ida o vuelta de las playas y hacen una parada en Córdoba". "Se intuye dónde ha sido por el olor" También hay quien viaja específicamente a la ciudad para disfrutar de ella en verano. Es el caso de Rosa y su familia, procedentes de Molinos de Segura en Murcia, que este año eligieron este destino para pasar parte de sus vacaciones de verano. Recién salidos de la Mezquita-Catedral, cuentan que no se ve nada de lo que se ha quemado, "pero se intuye por dónde ha sido por el olor", comenta Rosa, "vimos las imágenes y daba miedo la verdad". Es la primera vez que visitan el monumento "y nos ha impresionado, no esperábamos que fuera tan grande, uno se pierde entre tantas columnas". Tampoco se esperaban la ola de calor que azota Córdoba. "Cuando lo organizábamos hablaban ya de la ola de calor y pensamos que para esta fecha habría pasado, aún así ha merecido la pena". Isa, a la izquierda, con su grupo de amigos de Birmingham. / Araceli R. Arjona Entre los grupos de extranjeros que han pasado este sábado por la Mezquita estaban Isa (nombre árabe para Jesús) y su grupo, todos ellos procedentes de Birmingham (Inglaterra), que pasarán cinco días en Córdoba. A la espera de su turno para visitar el monumento, confiesan al preguntarles que no habían oído nada del incendio. "¿En serio? ¿Cuándo ha sido eso?, no teníamos ni idea, qué fuerte, pero si aquí fuera todo está normal". Y así es, a simple vista, desde el Patio de los Naranjos, nadie podría imaginar que hace siete días hubo un incendio en la Mezquita. Para los que tengan curiosidad sobre lo ocurrido, cabe recordar no hubo daños personales porque a la hora del incendio, sobre las 21.15 horas, no había visitas. Sobre otros daños, el deán de la Catedral, ya explicó a este periódico que se sabe dónde tuvo lugar el incendio, pero no las causas y que "el daño en patrimonio escultórico, pictórico y retablístico es mínimo". Pese a todo, el principal daño se concentra en la capilla de la Anunciación, cuyo techo colapsó a causa del fuego y el peso del agua empleada para la extinción.
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