Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Democracia quemada

    » Diario Cordoba

    Fecha: 16/08/2025 21:53

    Arde la belleza, arde la confianza, arde la poesía de vivir. Toda España arde y el corazón se quema. Eso es lo que vemos en los ojos de todos esos hombres y mujeres que salen de sus casas con sus azadones, sus palas y sus cubos, con mangueras, para ir hasta la línea de fuego y atajarla. Hay que detenerse en los tonos quebrados de sus voces, en sus miradas líquidas y erguidas en su última posibilidad de proteger cuanto son. Porque al otro lado sólo hay fuego, porque lo tienen todo dentro de esas casas, dentro de esos corrales, dentro de esas lindes que son también los límites candentes de sus biografías. Esas gentes se han cansado de esperar a que lleguen al fin unos bomberos que, ahora mismo, se lo están dejando todo en la multiplicación de frentes y de hogueras, de incendios provocados como cada verano. Y ahora se preguntan para qué pagan impuestos. Toda España arde y el corazón se quema en los autobuses cruzando incendios en Orense, porque alguien en ADIF ha decidido, después de que los trenes no pudieran seguir por las vías calcinadas, que la ruta alternativa por carretera era la buena, entre cortinas de llamas, y así hemos podido ver las imágenes del autobús en su propia película, cruzando literalmente una oscuridad de fuego, mientras el conductor, templado y frío, no entiende que le obliguen a seguir esa ruta. Arde la poesía de vivir, arde la confianza, arde la belleza como cada verano, mientras España sigue demostrando que es tierra de gente brava y aguerrida, con un Estado totalmente fallido que no sabe coordinarse ante cada tragedia. Es el momento de dejar la ceguera ideológica y atrevernos a ser ciudadanos reales. Me da igual con qué colores juegues: media España está en llamas, pero cuando escribo este artículo son las cinco de la tarde y no he comido, que también es importante, ni me he dado un baño en la piscina de La Mareta que pagamos todos. Con media España en llamas, el presidente Sánchez continúa sus vacaciones, mientras arde la democracia. Son las cinco en punto de la tarde, y como no me trago el opiáceo del muro me sigo preguntando por qué cada verano nos sucede lo mismo, cómo la protección del medio ambiente puede perjudicar la prevención, con áreas protegidas que ocupan el 38% de la superficie forestal, pero concentran el 55% del área quemada, obligando a los propietarios a mantener una parte salvaje, con matorrales sin limpiar, que pueden favorecer el polvorín. Y la legislación ante el pirómano y los beneficiarios del incendio. Y las administraciones jugando al ping-pong con la tragedia y tuiteando, como se burla Óscar Puente, porque en León está calentita la cosa. Esto no es ideológico: habría que penar esta dolorosa incompetencia. *Escritor Suscríbete para seguir leyendo

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por