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  • La rutina de entrenamiento de Taylor Swift, según su personal trainer: “La preparamos como a un atleta profesional”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 16/08/2025 20:36

    Taylor Swift realiza sesiones de gimnasio de hasta dos horas cuando no está de gira, priorizando fuerza y resistencia (REUTERS/Jennifer Gauthier) El presente de Taylor Swift se enmarca en un momento clave de su carrera, marcado por el reciente anuncio de su próximo álbum, The Life of a Showgirl, que verá la luz el 3 de octubre. La cantante lo dio a conocer en una entrevista de dos horas en el pódcast New Heights, copresentado por Travis Kelce, su actual pareja y el hermano Jason Kelce. En el marco de una nueva “era” a la vuelta de la esquina, sus fans o “swifties” se preguntan por su estilo de vida, específicamente como se mantiene en forma. La planificación física de Swift se sostiene sobre una estructura dividida entre los días fuera de gira y los periodos de conciertos. La cantante anunció su nuevo álbum en el podcast de su pareja y el hermano Kirk Myers, su entrenador personal contó a Vogue: “Abordamos su preparación para el Eras tour con la mentalidad de un atleta profesional. Había un ‘off-season’ cuando no estaba de gira y un ‘in-season’ cuando sí”. El receso implica hasta seis días a la semana de gimnasio, en sesiones que pueden durar dos horas. Allí se concentra en fuerza, acondicionamiento y el trabajo de core, elementos fundamentales para sostener el desempeño escénico. El nivel de exigencia se mantiene incluso durante los tramos más demandantes de la agenda. “Taylor entrenó durante toda la gira. El promedio fue de dos sesiones semanales. La fase en temporada está enfocada en el mantenimiento, en estabilidad, movilidad, biomecánica”, describe Myers. Estas sesiones acompañan la preparación para shows de más de tres horas ante miles de espectadores como lo fue el Eras Tour en 2023, un estilo de show que la joven de 33 años no estaba acostumbrada a dar, ya que giras previas como el 1989 World Tour duraba aproximadamente hora y media. Myers ilustra la dimensión de ese desafío físico: “Es realmente duro, algunas personas probablemente vomitarían o necesitarían acostarse si entrenaran como ella”. Y añade: “Le doy un ejercicio difícil, no solo lo completa, sino que regresa y avanza al siguiente. Eso la hace más fuerte, mejor y más rápida”. Swift en una de sus sesiones de entrenamiento Cardio, voz y baile: una combinación exigente en las giras Para asistir a los maratónicos conciertos donde la lista de canciones supera las cuarenta, Taylor Swift recurrió a una fórmula de entrenamiento poco convencional: combinó carrera y canto para preparar cuerpo y voz. “Cada día corría en la cinta, cantando toda la lista de canciones en voz alta. Rápido para las canciones rápidas, y un trote o caminata rápida para las más lentas”, compartió la propia Swift respecto a su preparación para las jornadas de la Eras Tour. De esta manera, construyó la capacidad pulmonar necesaria para cantar y moverse en el escenario de forma ininterrumpida. La rutina incluyó además entrenamiento de fuerza y una fase intensiva de baile bajo la supervisión de la coreógrafa Mandy Moore, a lo largo de tres meses. Swift narra a Time: “Quería que estuviera tan internalizado que pudiera bromear con los fans sin perder el hilo de lo que hacía”. Myers apunta, además, que el trabajo en respiración es una de las claves del fortalecimiento del core y la estabilidad, incluso durante rutinas complejas. Alimentación equilibrada: reglas básicas y antojos permitidos El abordaje de Taylor Swift con la dieta se distancia de los métodos restrictivos y apela a una organización simple y flexible. “Durante la semana trato de comer sano, así que eso implica ensaladas, yogur y sándwiches. No es nada demasiado reglamentado. No me gusta establecer demasiadas reglas donde no las necesito”, explica la cantante. En los días de descanso, opta por hamburguesas, papas, helado y sesiones de horneado. La artista confiesa: “Realmente me gusta hornear cualquier cosa”, y suele tener a mano rolls de canela y masa de galletas. Los entrenamientos incluyen rutinas de core, estabilidad y movilidad, adaptadas a las exigencias del escenario Los desayunos preferidos suelen ser crepes de trigo sarraceno con jamón, parmesano y huevo frito, acompañados por jugo de naranja y Diet Coke siempre disponible en la heladera. La hidratación es prioritaria durante los shows: “Tomo, como, diez botellas de agua al día. Eso es prácticamente todo lo que tenemos en el camerino”. Así, logra sostener sus niveles de energía y facilita la recuperación tras las funciones. El método aplicado por el equipo de Swift incluye además la participación de especialistas en biomecánica y recuperación, buscando siempre el mantenimiento y la prevención de lesiones en el contexto de funciones consecutivas. Myers destaca: “Taylor es la persona más resiliente que he conocido. Es inspirador verla superar obstáculos de forma constante y volverse más fuerte y rápida”. El enfoque está puesto en ajustarse a las necesidades personales y profesionales de la cantante, sin descuidar la seguridad. La cantante también incorpora suplementos como L-theanina para manejar el estrés y la ansiedad, y magnesio para el bienestar muscular y energético. “¡Las vitaminas me hacen sentir mucho mejor!” contó. Todo ello bajo la premisa de mantener el cuerpo listo para la alta exigencia física que demanda su oficio. The Life of a Showgirl - Taylor Swift (Redes sociales/Taylor Swift) Recuperación total: la importancia del descanso absoluto El descanso tras cada serie de recitales ocupa un rol preponderante en la rutina de la artista. Así lo detalla Taylor Swift al describir sus días de recuperación luego de maratónicas series sobre el escenario: “No salgo de la cama excepto para conseguir comida y volver a comerla allí. No puedo hablar apenas porque llevo cantando tres shows seguidos. Cada vez que doy un paso mis pies hacen ‘crunch, crunch, crunch’ de tanto bailar con tacones”. Esta estrategia permite restaurar fuerzas antes de volver a enfrentar las siguientes funciones, en una agenda donde llegó a concretar hasta seis espectáculos en siete días. A lo largo de su carrera, Swift ha narrado públicamente su experiencia con los trastornos alimenticios, expresando cómo comentarios sobre su aspecto o fotos la impulsaban a restringir la alimentación: “Eso dispara en mí el impulso de dejar de comer un poco, simplemente dejar de comer”. En su testimonio para ELLE, comparte: “Aprendí a dejar de odiar cada gramo de grasa en mi cuerpo. Trabajé mucho para reprogramar mi mente: un poco de peso extra significa curvas, cabello brillante y más energía”. Como expresó aludiendo a los cambios en su enfoque: “Ahora entiendo: si comes, tienes energía y te fortaleces; puedes hacer todos esos shows y no sentirte agotada”. La transparencia en torno a estos temas también ha ayudado a muchos seguidores a dialogar sobre sus propios procesos junto a los de la artista.

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