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» El Ciudadano
Fecha: 16/08/2025 20:11
Elba Marcovecchio reconoció que desde la radio en la que trabajó su marido, el fallecido periodista Jorge Lanata, durante sus últimos años de su vida, son unos “malagradecidos” por reclamar una deuda de 300 mil dolares, dinero que consideró “ínfimo” en comparación a lo que su entonces marido les “hizo ganar”. El periodista fallecido en diciembre pasado había adquirido un préstamo por parte de la emisora que, según se supo, fue de 400 mil dólares, del cual había abonado 100 mil. La finalidad habría sido para refaccionar el hogar de Punta del Este, que le permitiera modificar toda la cocina y poner un baño que le brinde comodidad dada sus dificultades en la movilidad del último tiempo. En ese sentido, Marcovecchio señaló: “Jorge les dio 12 años maravillosos. Les dio años de popularidad y un nivel intelectual que ¿quién lo sucede?”. En línea con esa misma pregunta, explicó que los bienes que “dejó” su compañero de vida son la casa de Punta del Este, obras de arte y un auto. Asimismo, la mediática letrada, que en los tiempos de la extensa internación de Lanata estuvo muy enfrentada con sus hijas y ex mujer, volvió a aclarar que el dinero en cuestión “no fue en nada para mi casa. No participé de todo eso”. Y añadió: “Jorge quería que la radio le diera una gratificación por los once años que llevaba ahí hasta el momento. Cuando se comparaba el monto, no era exagerado para los ingresos que él tenía”. La abogada terminó por reconocer, cuando Yanina Latorre, al frente de SQP, le consultó si desde la radio son “malagradecidos” y explicó: “No me invitaron al homenaje en la radio. Reclaman el dinero porque es una corporación y no tienen corazón. Es presentar una deuda de valor ínfimo para lo que él le generó a la radio”. En cuanto a la herencia del periodista, afirmó: “La sucesión ya empezó, pero todavía no hay declaratoria de herederos. No soporto ver el nombre de él con la carátula de una sucesión. En mi caso, y el de las hijas, estamos atravesando un duelo. Lo cuento en primera persona”. “Jorge trabajó toda su vida y de hecho trabajaba demasiado. Podría no haber dejado nada porque la ganaba él”, concluyó Marcovecchio notablemente ofuscada.
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