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  • Martín Verrier: “El grupo criminal brasileño PCC representa un nivel de amenaza alto para Argentina y la región”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 16/08/2025 06:40

    Martín Verrier, secretario de Lucha contra el Narcotráfico y la Criminalidad Organizada del Ministerio de Seguridad Nacional, fue entrevistado por DEF en sus oficinas (Fotos: Fernando Calzada) Bajo la gestión actual de Patricia Bullrich y las distintas secretarías que funcionan bajo la órbita del Ministerio de Seguridad Nacional, Argentina logró una serie de avances en materia de seguridad, con hitos en decomiso de cocaína y una tendencia a la baja de la tasa de homicidios a nivel nacional. DEF entrevistó a Martín Verrier, secretario de Lucha contra el Narcotráfico y la Criminalidad Organizada para ahondar sobre el nuevo Departamento Federal de Investigaciones (DFI), que investigará al Primeiro Comando da Capital (PCC), el lugar de Argentina en el complejo mapa del crimen organizado y el estado de la situación en Rosario. La primera tarea del DFI: ir detrás del PCC -La ministra Patricia Bullrich anunció que el Departamento Federal de Investigaciones investigará al PCC, ¿cuál será el rol de la secretaría y qué información se tiene sobre el Primeiro Comando da Capital? -Primeramente, se creó el DFI, que tiene que ver con la transformación de la Policía Federal en vistas de recuperar su esencia como Policía de Investigaciones. Ese proceso, que comenzó en 2016, de alguna manera se paralizó a partir de 2020 y ahora se está retomando. ¿Por qué esta transformación? La verdad es que no existen muchos antecedentes de fuerzas federales que hagan tareas de seguridad y necesitamos que haya una agencia 100 % enfocada en las investigaciones criminales en el contexto actual de amenazas a la seguridad nacional. Hace 10 años, existían en el Cono Sur algunas organizaciones criminales un poco más grandes que otras, pero, claramente, la región ha visto el avance de una organización como el PCC, que tiene entre 30.000 y 40.000 miembros, y más de 2000 miembros en el exterior, incluidos países como Estados Unidos, España, Mozambique, donde incluso fue atrapado uno de sus jefes hace cinco años en una operación con la DEA. La primera misión del DFI, el "FBI argentino", será investigar al grupo criminal brasileño Primeiro Comando da Capital (PCC) Estamos hablando de otra dimensión de amenazas, a las cuales la región sur no estaba acostumbrada, y eso nos obliga a establecer mecanismos de defensa. La creación del DFI tiene que ver con ese nuevo contexto y el rol de la secretaría es vital, porque nosotros hacemos hoy de alguna manera el liderazgo político de las fuerzas de seguridad federales, así como también su control de gestión. “Argentina presenta un nivel de riesgo mayor para el crimen organizado” -¿Cuál es el posible interés del PCC en Argentina, teniendo la presencia compartida con el Tren de Aragua en Chile y el caso del disidente venezolano asesinado? -La pregunta es muy interesante y yo creo que tiene dos facetas. La primera es por qué eligen determinados lugares. En este nivel, se trata de un negocio logístico. Entonces, básicamente, se compra una mercadería en el punto A y se la vende por varias veces su valor en el punto B. En ese intermedio, estas organizaciones realizan un estudio de costo-beneficio. Y, en ese costo, está incorporada la distancia desde donde nace el proveedor inicial, pero también los riesgos que asume. En ese sentido, hoy quizás Argentina presenta un nivel de riesgo mayor para el crimen organizado, y eso explica por qué es un país con menos presencia del PCC, pero también tiene que ver con una distancia desde el lugar de producción. Hoy vemos que el PCC está buscando dónde establecer nuevos puntos de partida para la cocaína. Mencionamos Mozambique, entonces son capaces incluso de actuar transatlánticamente, buscando llegar a otros mercados como el oriental, que hoy es uno de los mercados en auge. Que Argentina hoy no esté en el mapa del PCC no quiere decir que no esté el día de mañana. Esto tiene que ver, como decíamos antes, con riesgos y costos que deben asumirse en el tráfico. Mencionábamos también el caso del asesinato de un opositor venezolano en Chile. Y yo creo que ese es un ejemplo importante para entender cómo hoy el crimen organizado dejó de ser una simple actividad delictiva para convertirse, en muchos casos, en instrumento del interés de otros estados. Recordemos que, en este caso, la fiscal identificó al gobierno venezolano como responsable intelectual de ese asesinato. Y lo mismo vivimos en Argentina con Hezbollah, que fue autor de dos ataques terroristas, hecho comprobado por la justicia. Lo que estamos viendo también con mucha preocupación es esta idea del uso de organizaciones criminales como proxies de intereses estatales. “Argentina presenta un nivel de riesgo mayor para el crimen organizado”, adviritó a DEF Verrier -El Primeiro Comando da Capital se originó en las cárceles, ¿existe una preocupación de que exista una captación en el sistema penitenciario argentino? -El peligro está, la cuestión es qué hacemos para evitarlo. Hemos tomado medidas, como el aislamiento absoluto de los presos de alto riesgo, el nuevo régimen de tratamiento de estos presos, el trabajo articulado con las provincias para que también nos deriven a sus detenidos de los sistemas penitenciarios provinciales a nuestro régimen de presos de alto riesgo, y eso ha logrado contener ese fenómeno. Sin lugar a dudas, es el principal peligro en Sudamérica. Hemos visto el caso del Tren de Aragua en las cárceles brasileñas. Vemos con mucho interés cómo Paraguay está efectuando también una estrategia de controlar los sistemas penitenciarios por dentro. Muchas de las claves del crecimiento del crimen organizado en Sudamérica están atadas a la cuestión carcelaria. En este sentido, la decisión de trasladar el sistema penitenciario federal al ámbito del Ministerio de Seguridad ha sido una decisión completamente acertada, porque nos permite controlar toda la cadena de contactos de la organización criminal. ¿Qué sucedía antes? Se utilizaban las cárceles de base de operaciones, pero el control de esa cárcel estaba bajo la órbita del Ministerio de Justicia, que no tiene poder de policía. Hoy tenemos el control de toda la cadena: desde el potencial jefe que puede estar queriendo operar en la cárcel hasta el vendedor minorista en los barrios. "Lo de Rosario es una victoria en términos de haber aplacado la violencia criminal y no habernos dejado doblegar", resaltó Verrier Argentina y una situación privilegiada en Latinoamérica -¿Eso explicaría la mejoría de la situación en Rosario? -Yo creo que es una de las tres razones fundamentales, junto con el despliegue de fuerzas federales en el territorio y la creación de nuevas unidades investigativas. Creo que esos tres elementos fueron determinantes en bajar el nivel de violencia. Lo de Rosario es una victoria en términos de haber aplacado la violencia criminal y no habernos dejado doblegar por esa estrategia de narcoterrorismo que habían planteado ellos hace un año cuando decidieron empezar a asesinar gente al azar. Teníamos dos caminos: nos rendíamos o dábamos batalla, la dimos y ganamos. Pero es un trabajo constante, no está solucionada la cuestión en Rosario, todavía no estamos contentos con la tasa de homicidios. Si bien es un 65 % más baja que en ese momento, permanece la presencia de terceros eslabones de estas organizaciones criminales como Los Monos y estamos muy atentos en evitar que se consolide una nueva, como es la Banda de los Menores, que es la que ha causado más hechos de violencia en los últimos meses. Estamos confiados en la implementación del sistema acusatorio en la provincia, y especialmente en la aplicación de la nueva ley antimafia. De acuerdo al funcionario, el PCC es el principal peligro en Sudamérica -¿Existen otras bandas ligadas al narcotráfico que estarían actuando en Argentina? ¿Cuál es el rol que tiene Buenos Aires en eso? -Hay una cuestión de Argentina que es innata, que tiene que ver con su cultura, con su calidad de vida. Es que es un lugar muy buscado por los grandes narcotraficantes, o bien para trasladar a sus familias, o en muchos casos para lavar dinero. Entonces, en general, la Argentina no tiene grandes organizaciones criminales, generalmente son clanes locales, donde lo familiar y la relación de parentesco tiene mucho que ver en estas estructuras criminales. La única excepción es cuando vienen a tratar de consolidar alguna operación en particular, pero no tenemos lo que pueden estar sufriendo otros países, como guerras por el dominio de puertos, puntos fronterizos, donde el crimen organizado no tiene ningún temor a ser visible, porque sabe que el Estado no está en condiciones de hacerle frente. Acá tratan de mantener el perfil bajo, de no generar visibilidad, porque saben que la respuesta del Estado es muy contundente. -¿Cuál es la situación del Comando Tripartito, el organismo conjunto con Paraguay y Brasil en la Triple Frontera? -Es un caso muy interesante, porque la operatividad supera los acuerdos internacionales firmados. Es decir, tenemos incluso más intercambio y más intensidad que la que planteaban los acuerdos iniciales, incluso los que se firmaron dentro del marco del Mercosur. Los estados mismos se dan cuenta de que esta relación de ida y vuelta es absolutamente necesaria para enfrentar estas amenazas. Tenemos un excelente trabajo con la SENAD de Brasil, la Policía Nacional de Paraguay y las fuerzas de seguridad brasileñas. El Comando Tripartito es quizás uno de los mejores ejemplos de colaboración. Se ha generado un nivel de confianza suficiente como para que el flujo de información sea el adecuado. Seguimos avanzando en mecanismos de cooperación internacional, estamos por poner en funcionamiento un centro regional contra las drogas sintéticas con el auspicio de Estados Unidos, donde también vamos a sumar enlaces de los países vecinos, con lo cual le damos una importancia muy fuerte a la cooperación internacional.

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