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» Clarin
Fecha: 14/08/2025 10:49
La inteligencia artificial (IA) avanza sobre múltiples áreas laborales, desde el soporte técnico hasta la generación de contenidos. Con sus actualizaciones, hoy cumple tareas que antes eran exclusivamente humanas. Los modelos desarrollados por empresas como OpenAI o Google ya realizan con precisión trabajos sobre análisis de datos, redacción técnica y programación básica. Este salto tecnológico plantea la pregunta: ¿qué ocupaciones podrán resistir la automatización total? La respuesta, según las proyecciones de la propia IA, no está en las tareas mecánicas ni en las que dependen de reglas predefinidas, sino en aquellas que requieren conexión humana. A pesar de los avances en sistemas conversacionales y en inteligencia artificial emocional, existen límites que las máquinas no pueden superar. La empatía, la comprensión profunda de las emociones y la capacidad de acompañar a otro en momentos críticos siguen siendo patrimonio exclusivo de las personas. La profesión que la inteligencia artificial admite que no podrá sustituir De acuerdo con el análisis de los propios modelos de IA, hay trabajos que resisten la automatización porque dependen de habilidades humanas complejas. “Aunque los sistemas pueden sostener conversaciones empáticas, no logran replicar cualidades humanas esenciales como la empatía, la intuición emocional y la comprensión profunda del sufrimiento”, señalan los algoritmos citados. La conexión interpersonal y la empatía son barreras que la tecnología no puede superar. (Foto: archivo) Estas tareas de terapeutas o psicólogos que se apoyan en la escucha activa, el juicio emocional y la creación de un vínculo interpersonal, son elementos imposibles de programar en su totalidad. La IA puede identificar patrones de conducta y proponer soluciones, pero no posee historia personal, memoria emocional ni resonancia genuina con la experiencia ajena. A diferencia de los trabajos técnicos, en los que la precisión y la velocidad son ventajas de la automatización, el acompañamiento humano requiere sensibilidad, interpretación de matices y adaptabilidad emocional. En contextos de crisis, pérdidas o búsqueda de sentido, las personas continúan acudiendo a otros seres humanos capaces de comprender y compartir sus vivencias. ¿Cómo se ve un futuro tecnológico que integre a la IA y la sensibilidad humana? En una sociedad cada vez más digitalizada, los vínculos interpersonales cobran mayor relevancia. El contacto directo, la confianza y la ética profesional siguen siendo insustituibles. Por eso, las tareas de cuidado, contención y acompañamiento, aunque parezca que pueden ser hechas por "robots" dejarían por fuera características netamente humanas. Este tipo de trabajos humanos mantiene su demanda pese al avance de la automatización. (Foto: archivo)
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