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  • “Dandelion” o cómo enseñar las virtudes en la escuela

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 14/08/2025 06:54

    El secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell. Más atrás, lo mira con atención la ministra de Educación de Tucumán, Susana Montaldo. Si alguien le preguntara a un grupo de padres qué les interesa que la escuela desarrolle en sus hijos, ellos responderían palabras como honestidad, perseverancia, resiliencia, pensamiento crítico, justicia, respeto, trabajo en equipo y bien común. La pregunta que sigue, entonces, es qué le está enseñando la escuela actualmente a esos estudiantes. Y la respuesta sería: matemáticas, historia, lengua, ciencias naturales, inglés, música, arte, etc. Sin embargo, aunque lo que reciben sus hijos en la escuela no responde a la formulación inicial de aquellos padres, eso no generaba un movimiento de educadores en Latinoamérica que sí tiene un fuerte impulso en países sajones, que está enmarcada en la llamada educación del carácter, un proceso que busca desarrollar cualidades morales y éticas en las personas, especialmente en niños y jóvenes, para formar ciudadanos responsables y virtuosos. Agustín Porres, director regional de Fundación Varkey El enfoque propone enseñar y aprender valores, actitudes y comportamientos que promuevan una buena conducta, tanto en el ámbito personal como social. En otras palabras, el carácter es una brújula moral, que habita la conciencia y determina cómo se relacionan las personas. ¿Tiene sentido desarrollar capacidades técnicas sin desarrollar la virtud? ¿Cómo se enseña la honestidad, y la perseverancia? ¿Sirve de algo, por ejemplo, formar un estudiante sin acompañar su trayectoria sin un desarrollo ético? Intentando dar respuesta a estos dilemas, la Fundación Varkey lanzó Dandelion, Centro de Carácter y Liderazgo, una iniciativa que busca transformar la educación en América Latina a través del desarrollo de virtudes y la formación de líderes educativos íntegros y comprometidos. Dandelion tiene la misión de promover una cultura de virtudes que favorezca el florecimiento humano, y su trabajo se enfoca en cuatro ejes estratégicos: formación, investigación, advocacy -entendida como influenciar positivamente- y conformación de redes regionales, con impacto en escuelas, docentes, equipos directivos, familias y políticas públicas. Paola Delbosco y Agustín Porres El evento de lanzamiento se llevó a cabo en el emblemático Teatro Colón de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la participación de más de 250 invitados, entre los que se estaban el secretario de Educación Nacional, Carlos Torrendell, ministros proviniciales como Horacio Ferreyra (Córdoba), Susana Montaldo (Tucumán), legisladores, académicos, organismos multilaterales, y referentes del sector social y empresarial. El lanzamiento fue posible gracias a aliados como BID, CAF Y TECHINT. La apertura del evento estuvo a cargo de Agustín Porres, Director Regional de la Fundación Varkey; luego dirigió unas palabras el secretario Torrendell, y cerró el encuentro Enrique Nardone, creador de “Los Murciélagos”, el seleccionado nacional de fútbol sala para ciegos. “Dandelion” significa diente de león en español. En Argentina y otros países de Latinoamérica también es conocida como panadero. La idea del soplo que dispersa la semilla del diente de león fue la inspiración del nombre del nuevo centro. La intención es que sea un faro para las nuevas generaciones de educadores y formuladores de políticas públicas, con programas innovadores que ya están siendo implementados en países como Colombia, El Salvador, Argentina, México y Brasil. Agustín Porres dijo: “Cuando hablamos de carácter nos referimos a cómo podemos nosotros florecer como personas y ser nuestra mejor versión. Creemos que es un tema vital, donde no habíamos puesto el foco que se merece. Este nuevo centro que se lanza hoy busca hacerlo en toda la región, con programas de formación, investigación y datos concretos. En tiempos de inteligencia artificial, poner a la persona en el centro representa un enorme desafío y a la vez, una gran oportunidad”. En tanto el secretario de Educación Carlos Torrendel expresó: “Aquí viene un cambio pedagógico que nos debemos todos, que compartimos, pero es difícil de concretar. Cómo hacemos entonces para cambiar nuestra enseñanza, muchas veces burocrática, enciclopédica, por una enseñanza que sea de experienciaa. Si nosotros docentes no logramos que nuestros alumnos junto con nosotros desarrollen experiencias de aprendizaje en la que en las que protagonicen ese aprender, el carácter no se va a forjar”. Enrique Nardone hizo eje en las historias de vida y contó cómo las virtudes habían cambiado la vida de las personas de su equipo. Mencionó a los jugadores Lucas Rodríguez, Iván Figueroa y Antonio Mendoza, y con ellos desarrolló la idea de cómo los cambios de actitudes -que al principio cuestan-, pero luego van transformándose en hábitos repetidos que determinarán la vida de las personas y finalmente salen naturalmente. “Si cada uno piensa en esa persona que dejó huella en nosotros”, dijo, “seguramente veamos que fue por una determinada forma de ser, no por una un contenido o disciplina, sino porque por lo que nos transmitió como persona”.

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