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» Diario Opinion
Fecha: 14/08/2025 06:30
"Vinimos con la ilusión de poder aportar algo para nuestra provincia como legado para las futuras generaciones, pero nos encontramos con un escenario de violencia y maltrato que supera lo que ocurre en la Cámara de Diputados. Aquí se trata nada menos que de nuestra Constitución, donde cada abuso dejará una huella permanente que afectará a generaciones enteras", expresaron. Los libertarios denunciaron que, pese a los reiterados pedidos a la presidencia y a la mayoría oficialista para que se respete el reglamento y el sistema democrático, "no sólo no fuimos escuchados, sino que se avanzó en la aprobación de normas sin el tratamiento adecuado, sin la intervención de la minoría en la redacción ni el debate, desfigurando las garantías constitucionales y afectando el régimen económico provincial, la seguridad jurídica y la posibilidad de inversión privada, incluso en los primeros 23 artículos aprobados". Según señalaron, la Convención "ha perdido su esencia y legitimidad" al permitir agravios y ataques personales contra opositores, obstaculizar la labor de las minorías e impedir la defensa de sus proyectos. "Juramos cumplir con los preceptos de la Constitución Nacional y Provincial, que están siendo violados flagrantemente. Esta reforma no alcanza los estándares exigidos por la Constitución Nacional, lo que la convierte en inconstitucional y nos impide continuar. La historia juzgará a quienes hoy la legitiman", advirtieron. En su declaración, los convencionales se comprometieron a defender "los derechos del pueblo formoseño: a la vida, a la libertad, a la propiedad, a la igualdad de oportunidades, y el respeto a las autonomías municipales". Criticaron que, desde el preámbulo, la reforma proclame "el modelo formoseño, un modelo de pobreza, persecución, avasallamiento y de inseguridad jurídica con un sesgo marcadamente ideológico y partidario". Destacaron que fueron el bloque que más proyectos de reforma presentó —más de 35—, pero que "ninguno fue escuchado". Denunciaron que se les negó la palabra, se los interrumpió y se votaron reformas "sin siquiera mostrarles el texto ni tratarlo en comisión". "Esto es una falta de respeto a la ciudadanía y a las reglas básicas de la democracia. Estamos peor que antes de la reforma. Invitamos a los formoseños a ver los videos de las sesiones, grabados por nosotros porque el oficialismo nos censura, y a juzgar por sí mismos el trato que recibimos", afirmaron. En un mensaje final, sentenciaron: "Quedarnos sería ser cómplices de este atropello. No vamos a legitimar una Constitución redactada entre cuatro paredes, en el quinto piso de la Casa de Gobierno, para perpetuar a Gildo Insfrán en el poder. Nos retiramos con la frente en alto, porque nuestra dignidad y nuestro compromiso con la libertad están por encima de cualquier cargo. No es un abandono: es un acto de dignidad en defensa de la democracia. La libertad no se negocia". "Vinimos con la ilusión de poder aportar algo para nuestra provincia como legado para las futuras generaciones, pero nos encontramos con un escenario de violencia y maltrato que supera lo que ocurre en la Cámara de Diputados. Aquí se trata nada menos que de nuestra Constitución, donde cada abuso dejará una huella permanente que afectará a generaciones enteras", expresaron. Los libertarios denunciaron que, pese a los reiterados pedidos a la presidencia y a la mayoría oficialista para que se respete el reglamento y el sistema democrático, "no sólo no fuimos escuchados, sino que se avanzó en la aprobación de normas sin el tratamiento adecuado, sin la intervención de la minoría en la redacción ni el debate, desfigurando las garantías constitucionales y afectando el régimen económico provincial, la seguridad jurídica y la posibilidad de inversión privada, incluso en los primeros 23 artículos aprobados". Según señalaron, la Convención "ha perdido su esencia y legitimidad" al permitir agravios y ataques personales contra opositores, obstaculizar la labor de las minorías e impedir la defensa de sus proyectos. "Juramos cumplir con los preceptos de la Constitución Nacional y Provincial, que están siendo violados flagrantemente. Esta reforma no alcanza los estándares exigidos por la Constitución Nacional, lo que la convierte en inconstitucional y nos impide continuar. La historia juzgará a quienes hoy la legitiman", advirtieron. En su declaración, los convencionales se comprometieron a defender "los derechos del pueblo formoseño: a la vida, a la libertad, a la propiedad, a la igualdad de oportunidades, y el respeto a las autonomías municipales". Criticaron que, desde el preámbulo, la reforma proclame "el modelo formoseño, un modelo de pobreza, persecución, avasallamiento y de inseguridad jurídica con un sesgo marcadamente ideológico y partidario". Destacaron que fueron el bloque que más proyectos de reforma presentó —más de 35—, pero que "ninguno fue escuchado". Denunciaron que se les negó la palabra, se los interrumpió y se votaron reformas "sin siquiera mostrarles el texto ni tratarlo en comisión". "Esto es una falta de respeto a la ciudadanía y a las reglas básicas de la democracia. Estamos peor que antes de la reforma. Invitamos a los formoseños a ver los videos de las sesiones, grabados por nosotros porque el oficialismo nos censura, y a juzgar por sí mismos el trato que recibimos", afirmaron. En un mensaje final, sentenciaron: "Quedarnos sería ser cómplices de este atropello. No vamos a legitimar una Constitución redactada entre cuatro paredes, en el quinto piso de la Casa de Gobierno, para perpetuar a Gildo Insfrán en el poder. Nos retiramos con la frente en alto, porque nuestra dignidad y nuestro compromiso con la libertad están por encima de cualquier cargo. No es un abandono: es un acto de dignidad en defensa de la democracia. La libertad no se negocia".
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