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» Clarin
Fecha: 14/08/2025 04:35
En muchas cocinas del mundo, las almendras tienen un lugar reservado no sólo por su sabor y textura, sino por la personalidad que le aportan a diferentes preparaciones. Ya sea como parte de una bebida vegetal, una crema untuosa o simplemente como snack, estos frutos secos han demostrado ser versátiles y constantes en la mesa. Con su textura crocante y su sabor ligeramente dulce, las almendras se comen solas, se agregan a yogures, se incorporan a ensaladas o se procesan en mantequillas. Son parte de la rutina diaria de quienes buscan equilibrio entre placer y nutrición. Pero más allá del gusto, hay razones más profundas para incluirlas. En los últimos años, la ciencia ha profundizado en su perfil nutricional y los posibles aportes al bienestar general. La combinación entre tradición culinaria y evidencia científica ha hecho de la almendra un alimento clave al momento de pensar en salud preventiva y alimentación funcional. Propiedades de las almendras para el cerebro y la memoria Las almendras son mucho más que un ingrediente sabroso: concentran una gran cantidad de nutrientes y compuestos bioactivos que las convierten en aliadas naturales del bienestar. Estos son los diversos beneficios que -cuando se consumen con moderación- pueden formar parte de una dieta equilibrada: Las almendras, uno de los frutos secos más elegidos. Ricas en vitamina E Este antioxidante natural protege las células del daño oxidativo. Una porción de almendras (alrededor de 23 unidades) aporta aproximadamente el 50% del valor diario recomendado de vitamina E, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Fuente de grasas saludables Contienen principalmente ácidos grasos monoinsaturados, los mismos que se encuentran presentes en el aceite de oliva. Estas grasas ayudan a reducir el colesterol “malo” y mantener el colesterol “bueno”. Aportan energía sostenida Su combinación de proteínas, fibra y grasas saludables las convierte en una excelente opción para mantener estables los niveles de energía y evitar picos de glucosa, como menciona la Clínica Mayo en sus recomendaciones dietarias. Buena cantidad de magnesio Este mineral participa en más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo y es clave para el sistema nervioso, la presión arterial y la función muscular. Envejecimiento del cerebro. Imagen Gémini Apoyan la salud cerebral Contienen compuestos que podrían estar involucrados en procesos de protección neuronal y cognitiva. Un reciente estudio publicado en la revista Nutrients señala un posible vínculo entre el consumo regular de frutos secos y una menor tasa de deterioro cognitivo. Contribuyen a la saciedad Gracias a su alto contenido de fibra y proteínas vegetales, las almendras ayudan a controlar el apetito de forma natural, lo que puede colaborar con el mantenimiento del peso corporal. Cómo preparar leche de almendras Una forma popular de consumir estos frutos secos es como leche de almendras, elaborada al remojarlas y licuarlas con agua. La leche de almendras tiene beneficios para la salud y su producción casera resulta bastante simple. Preparar leche de almendras casera es más simple de lo que parece y permite evitar aditivos y conservantes que suelen encontrarse en las versiones comerciales. Se necesita una taza de almendras crudas, que deben dejarse en remojo durante toda la noche. Este paso es fundamental, ya que ablanda las almendras y facilita tanto su digestión como el proceso de licuado. Al día siguiente, se enjuagan bien y se colocan en una licuadora junto con tres o cuatro tazas de agua, dependiendo de cuán espesa se prefiera la leche. Luego, se licúa todo durante uno o dos minutos, hasta obtener una mezcla blanca y homogénea. El siguiente paso es colar la mezcla usando un paño fino, exprimiendo bien para extraer todo el líquido. Se conserva en heladera por tres a cinco días.
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