14/08/2025 04:08
14/08/2025 04:04
14/08/2025 04:03
14/08/2025 04:03
14/08/2025 04:02
14/08/2025 04:02
14/08/2025 04:02
14/08/2025 04:02
14/08/2025 04:01
14/08/2025 04:01
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/08/2025 12:55
La Argentina cuenta con variantes en cebada para atender múltiples mercados, pero los negocios con este grano priorizan actualmente al cliente árabe (Revista Chacra) La dinámica exportadora de la cebada argentina ha registrado cambios significativos en los últimos tres años, según consignan los especialistas Mario Cattáneo y Fidel Cortese. Implica variaciones en el volumen y el valor de los envíos, pero también en el mapa de destinos internacionales. Entre 2023 y el primer semestre de 2025, Arabia Saudita desplazó a China como principal comprador, marcando un giro en el comercio exterior del sector. El gigante asiático fue el principal cliente para la cebada exportada por nuestro país hasta 2023, pero un año después Arabia Saudita comenzó a avanzar con sus compras, y para 2025 se consolidó como el mercado más importante para la Argentina, en volumen y también en cuanto al monto puesto en juego. Los últimos años han sido intensos para este negocio. Durante 2023, las exportaciones cayeron un 27,3% interanual y se ubicaron en 3.328.400 toneladas. Fueron tiempos marcados por factores climáticos adversos, menor demanda internacional y dificultades logísticas. En 2024, se revirtió la tendencia: las exportaciones alcanzaron las 4.036.600 toneladas, un aumento del 21,3% respecto del año anterior, impulsadas por una mejor cosecha y nuevos destinos comerciales. Más tarde, entre enero y julio de 2025, se exportaron 2.712.500 toneladas, un 1,8% más que en igual período de 2024. Para Cattaneo y Cortese esta leve mejora confirma la recuperación iniciada en el ciclo previo y consolida la dinámica positiva del sector. Respecto de la campaña 2024/25, la producción de este cereal en la Argentina bordeó los 4,9 millones de toneladas. La mayor parte ha encontrado un canal comercial tanto como cebada maltera o cebada forrajera. Este hecho hace prever stocks finales similares al promedio de los últimos años. Para la campaña 2025/26 la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta 1.300.000 hectáreas sembradas, tarea que se encuentra muy avanzada. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires prevé un crecimiento de las siembras de cebada en el país (INTA) El dato negativo muestra una caída en la industrialización de la cebada cervecera durante el primer semestre, al punto de alcanzar el nivel más bajo desde 2015. En alguna medida está asociado a un consumo interno deprimido, mucho peor si se piensa que hasta el año pasado la industria había alcanzado el límite de su capacidad instalada. Tampoco son alentadoras las exportaciones argentinas de malta en lo que va del año, con una fuerte retracción en las compras de Brasil. La merma estaría afectando al producto industrializado y no a las ventas del grano en sí; el socio del Mercosur viene avanzando en cuanto a su capacidad de malteo. El último informe de Cattaneo y Cortese pone el acento en un mercado global para la cebada que, como en el caso de otros granos, está lejos de ofrecer precios muy atractivos, al tiempo que se consolidan las perspectivas de producción en varios países clave. Además, el consumo de cerveza sigue en retroceso a nivel global, afectando al comercio de cebada cervecera y malta, con nuevos desafíos para las industrias. Esto se atribuye a una mayor oferta de alternativas de menor contenido alcohólico o sin alcohol, un incremento del consumo Premium (es decir, menos y mejor), más la inflación en muchos países, la presión económica y los cambios generacionales. El panorama productivo hace referencia a un buen comienzo de la cosecha en Europa y mejoras de las condiciones de cultivo en Australia, factores ambos que contribuyen a mantener estables los valores globales. En este contexto hay que agregar las consecuencias de la guerra de tarifas de Donald Trump y la volatilidad que genera la debilidad del dólar frente a una canasta de monedas. El consumo de cerveza en el mundo ha cedido ante la gran cantidad de opciones en materia de bebidas de menor contenido alcohólico que ofrece el mercado actualmente (AP) En Europa, la cosecha de cebada de invierno está teniendo buenos resultados y se ha adelantado. Lo mismo se espera para la cebada de primavera. Las perspectivas siguen siendo buenas en general en todo el Viejo Continente y se ha logrado cierto grado de estabilidad de precios gracias a los resultados de la cosecha invernal temprana. Respecto de los competidores de la cebada argentina, en Francia se estima un crecimiento de la producción del 19,1 % por sobre la campaña previa, y de un 6,2 % en relación al promedio de los últimos 5 años. En Ucrania y Rusia, las cosechas tempranas están mostrando una merma en los rendimientos producto de las altas temperaturas registradas en los meses de mayo y junio, particularmente en el sur de Rusia. Si bien se espera que los rendimientos mejoren con el avance de la cosecha, las nuevas estimaciones de producción están por debajo de las iniciales. Estados Unidos y Canadá se han beneficiado con lluvias que mejoran las perspectivas de cosecha en ambos países. Aunque la superficie de siembra se ha reducido en un 4,2 % respecto del año pasado, las buenas condiciones del cultivo permiten estimar una producción de cebada canadiense similar a la del año 2024 (8,2 millones de toneladas). Por el contrario, en Estados Unidos la superficie de cebada sembrada en 2025 es un 2,2 % superior a la del año 2024, y las estimaciones de producción son de alrededor de 3 millones de toneladas. Cebada en el Mar Negro. Más allá de ciertos inconvenientes climáticos, la zona es una gran productora de este cereal (Reuters) En Australia, el rival más importante para la cebada argentina en el codiciado mercado chino, la llegada de nuevas lluvias ha mejorado la situación de los cultivos tanto en el sudeste como en el oeste del país. La estimación de producción para la campaña 2025/26 es similar a la de la cosecha pasada: 13,3 millones de toneladas. Las exportaciones australianas de cebada se han centrado fundamentalmente en el gigante asiático, país que se lleva el 90 % de los embarques originados en la nación de Oceanía. Muy por detrás se ubican los mercados latinoamericanos de México y Perú, y los asiáticos de Japón y Vietnam.
Ver noticia original