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» Clarin
Fecha: 13/08/2025 12:34
Max Kresch ha cumplido 28 años. Nació y creció en Detroit en una familia sionista y religiosa. Llegó a Israel cuando tenía 18 años y durante 10 años fue médico de combate en el ejército israelí. Luego fue reservista y el 7 de octubre de 2023 fue convocado y destinado a la frontera con el Líbano. Hoy se niega a seguir sirviendo en "esta guerra injusta de Gaza", trabaja para frenar un conflicto "que puede reanudarse" y se ha unido a Soldados para los Rehenes (Soldiers for the Hostages), "en un valiente acto de resistencia contra esta guerra de destrucción para israelíes y palestinos por igual". Así se lo explicó en una carta pública al primer ministro Benjamin Netanyahu, que se sumó a la de los 500 militares y exagentes del Mossad que le enviaron a Donald Trump pidiendo el fin de la guerra. La moral de la guerra Desde Jerusalén y mientras preparaba y organizaba una protesta frente a un encuentro del gabinete de gobierno para autorizar la reocupación de Gaza, Max habló Clarín: “Serví en la reserva durante los dos primeros meses de la guerra. A medida que los días se convertían en semanas y luego en meses, la retórica entre mis camaradas se volvió más extrema y perturbadora. Algunos soldados de mi unidad argumentaban que, tras el ataque de Hamas, era un deber religioso matar a niños palestinos porque se convertirían en terroristas. Reconocí que esto provenía directamente de los líderes de nuestro gobierno”, contó vía telefónica con este diario. “Al principio era muy franco, pero fue extremadamente difícil. Estaba solo con mis opiniones y me aislé de mis compañeros. Finalmente, me vi obligado a guardar silencio. Sabía que si no alzaba la voz, ya no podría volver al servicio. Aun así, tardé casi un año en tomar medidas al respecto. El 2 de septiembre, al día siguiente de conocerse la noticia del asesinato de seis rehenes, traicionados por nuestro propio gobierno, envié el siguiente mensaje a mi comandante: 'Hola, amigo, te informo que ya no vuelvo a la reserva. No estoy dispuesto a servir bajo este gobierno. Ha perdido toda legitimidad para liderar esta guerra. Cuídate y vuelve pronto a casa, Max'”. Hoy, cuatro meses después, “estoy al mando de Soldados por los Rehenes, un grupo de más de 200 soldados del ejército israelí que sirvieron durante esta guerra y ahora la resisten. Todos firmamos una carta abierta expresando que, dada la realidad actual, donde el gobierno prioriza la continuación de la guerra, la exterminación de los palestinos y el asentamiento de Gaza por encima de su deber de devolver con vida a los rehenes, ya no seguiremos sirviendo”, dijo. "La única razón por la que continuamos esta guerra es por motivos políticos", dice Max Kresch. Foto: Gentileza “Hemos adoptado un nuevo uniforme: uniforme de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y una camiseta negra, con la leyenda 'UNO TIENE LA RESPONSABILIDAD MORAL DE DESOBEDECER LAS GUERRAS INJUSTAS'”, continuó. Y alertaron a Netanyahu que cada día habrá menos reservistas dispuestos a seguir sirviendo. “Nosotros, que servimos y hemos servido con dedicación, arriesgando nuestras vidas, anunciamos que si el gobierno no cambia de rumbo de inmediato y trabaja para avanzar en un acuerdo para el regreso de 'todos' los rehenes a casa, no podremos seguir sirviendo. Para algunos, ya hemos cruzado la línea roja; para otros, está cada vez más cerca: se acerca el día en que, con el corazón roto, dejaremos de prestar servicio”, escribieron en su proclama. “La guerra en Gaza está dictando una sentencia de muerte para nuestros hermanos y hermanas secuestrados”, alertaron. Como los militares y el servicio secreto Al menos 500 militares y exmiembros del servicio secreto escribieron a Donald Trump y le exigieron el fin de la guerra. Allí argumentaron: “Al principio esta guerra era una guerra justa. Era defensiva. Pero cuando conseguimos todos los objetivos militares, la guerra dejó de ser una guerra justa”. Es importante esta expresión. Esa carta coincide con la voluntad de unos 100 mil reservistas que no quieren ir más a pelear a Gaza. Hay soldados que se suicidaron y se siguen suicidando. Este es el diálogo entre Clarín y Max Kresch, el líder de Soldados por los Rehenes, desde su casa en Jerusalén. -¿Por qué 500 oficiales de la seguridad israelí coincidieron en que Hamas no representa más una amenaza estratégica para Israel? - El 7 de octubre era evidente que teníamos una amenaza muy real. Por esa razón, yo, junto con muchos otros soldados, no dudamos en actuar para proteger a nuestro país y a las personas que nos importan. Y luego, personalmente, desde el principio se hizo evidente que la seguridad de la gente no era la prioridad. El regreso de los rehenes a casa no era la prioridad de las intenciones de nuestro gobierno. La seguridad de nuestro futuro y, con suerte, asegurar un futuro seguro y pacífico mediante la diplomacia y las negociaciones, no era algo que le interesara en absoluto a nuestro gobierno. Lo dejaron muy claro desde el principio de la guerra. Creo que, especialmente en los últimos meses, desde que ha habido más debates y denuncias sobre la hambruna en Gaza y las terribles condiciones que hemos estado imponiendo, la gente se ha mostrado más abierta contra este gobierno. Están más dispuestos a decir cosas que antes no habían querido decir o que temían decir. -¿Por qué Netanyahu sigue la guerra? ¿Es para no ir preso? -Creo que lo único que le importa es mantener su coalición. Creo que es su máxima prioridad y, en lo que respecta a él, la única. Ha habido protestas masivas en todo el país desde casi el comienzo de la guerra. Incluso antes. El país desea fervientemente que esta guerra termine. Reservistas y ex pilotos durante una manifestanción en Tel Aviv. Foto: EFE La gente desea fervientemente que esta guerra termine. Existe una gran división entre los deseos de lo que es bueno para el país y sus deseos, y lo que es bueno para Netanyahu y su gobierno. Creo que la gran mayoría de los israelíes comprende que la única razón por la que continuamos esta guerra es por motivos políticos. El cargo de genocidio -¿Usted cree que a Netanyahu y los ministros que auspician la continuidad de la guerra les corresponden los cargos de genocidio? ¿Esa es la razón para no ponerle fin al conflicto? -Absolutamente. Creo que no sé si por eso apoyan la continuación del conflicto y la guerra, pero creo firmemente que sería una vergüenza que no acusáramos a los ministros cómplices de continuar esta guerra. Netanyahu está actuando de forma cómplice, pero no actúa solo. Está actuando con una coalición variada. Es difícil decir quién es exactamente cómplice y en qué momento. Pero sí, todos los cómplices de mantener esta guerra deberían, sin duda, rendir cuentas al más alto nivel. Creo que en cualquier sociedad funcional, en cualquier democracia funcional, los líderes deberían rendir cuentas al más alto nivel, no al más bajo. Reocupar Gaza y reservistas sin voluntad -¿Por qué creen ustedes que no pueden frenar a Netanyahu, que amenaza con reocupar Gaza? ¿Es reocupable Gaza y para qué? -Creo que ocupar Gaza, si es que lo hacemos, significará un desastre para el futuro de Israel. El impacto que esto tendrá en los soldados y en nuestra alma, en nuestros reservistas. Ellos dejan sus vidas, su trabajo, su parte de la sociedad y luego se van a hacer un mes o dos semanas de reserva. Cuando no es tiempo de guerra, es manejable. Creo que ocupar Gaza, si es que lo hacemos, significará un desastre para el futuro de Israel Max Kresch Soldado de la reserva israelí Es algo factible, aunque sea excesivo. Pero en tiempos de guerra, en los últimos dos años, los reservistas han estado exhaustos. Los reservistas no creen en lo que hacemos y pronto perderemos la mano de obra necesaria para mantener esto. Eso va a suceder. O, simplemente, va a costar demasiado y nuestra sociedad se derrumbará. Porque tenemos que pagar estos costos extremos para compensar la falta de voluntad de los soldados y de los reservistas para servir. Dejando de lado el aspecto inherente, inmoral y horrible de lo que significa ocupar Gaza otra vez. "Ocupar Gaza, si es que lo hacemos, significará un desastre". Foto: Gentileza Netanyahu no quiere que la guerra termine -Es bastante paradojal lo que sucede. Israel confía en la credibilidad de Donald Trump para frenar la guerra y los gazatíes también. Frente a este extraño fenómeno, todos quieren lo mismo: frenar la guerra, el regreso de los rehenes, frenar el sufrimiento. ¿Cómo se logra con Netanyahu en el poder? -Creo que no se puede. Creo que Netanyahu no quiere que la guerra termine. Creo que tampoco quiere que los rehenes regresen con vida. Ambas cosas amenazarán su capacidad para mantener la coalición porque son elementos que mantienen unido al país. Creo que Netanyahu no quiere que la guerra termine. Creo que tampoco quiere que los rehenes regresen con vida Max Kresch Hay cosas que el gobierno puede apoyar, la coalición puede apoyar, siempre y cuando ambas cosas sigan siendo relevantes. En cuanto los rehenes regresen a casa, mucha gente dirá que no hay razón para que mantengamos esta guerra. En cuanto termine la guerra, Netanyahu y sus socios de extrema derecha en la coalición ya no tendrán el sueño mesiánico de ocupar Gaza. Entonces no les interesará mantener esta coalición. ¿Y los rehenes? -¿Al primer ministro le interesa regresar los rehenes a casa? -Creo firmemente que Netanyahu no tiene ningún interés en traer a casa a los rehenes. Por eso creo que, si queremos terminar esta guerra y traer a casa a los rehenes, debemos iniciar un proceso de rehabilitación en Gaza porque el daño ahí ha sido terrible. Necesitamos derrocar a Netanyahu. No puede seguir en el poder. -¿Usted como militar cree que Netanyahu quiere convertir a Israel en una autocracia o en una dictadura? -No soy un oficial militar. Era médico de combate. Pero como israelí, soy civil y también soldado. Creo que está muy claro que Netanyahu no tiene ningún problema en convertir a Israel en una autocracia. Diría que ese es su objetivo. Se ve a sí mismo como se ha equiparado durante décadas. Creo que está muy claro que Netanyahu no tiene ningún problema en convertir a Israel en una autocracia. Diría que ese es su objetivo Se ha equiparado con lo que significa ser israelí, con lo que significa apoyar a Israel, con lo que significa apoyar a Netanyahu. Él ha forjado esa narrativa. En última instancia, creo que eso significa esencialmente una autocracia donde tiene pleno poder. Él toma medidas todos los días para despojarnos de protecciones que tenemos en la democracia. Logra salirse con la suya en medio de la guerra, porque todos están centrados en ella. “Me horroriza la hambruna en Gaza” -¿Existe la posibilidad de una rebelión militar contra este gobierno o una guerra civil en Israel? -Creo que es muy improbable. Lo digo porque quienes están muy hartos son personas como yo, que han adoptado una postura de no violencia, que se han negado a participar en esta guerra. La gran mayoría no porta armas. Hay gente que no cree en la capacidad de resolver los problemas diplomáticamente y las fuerzas de defensa de Israel, la IDF, también han pasado, lamentablemente, por un proceso muy significativo de purificación ideológica. Así que no quedan muchas personas que no cumplan con la idea de Netanyahu de ocupar Gaza. -¿Usted cree que tiene sentido continuar con esta hambruna en Gaza, que afecta a los civiles y a los niños? -En absoluto. Me horroriza la hambruna en Gaza, la destrucción en Gaza. Me horroriza que esto esté sucediendo en mi nombre. Creo que es algo que dejará una mancha en la reputación de Israel para siempre. Es una mancha que no se puede quitar. Palestinos cargan un saco de harina, en Gaza. Foto: EFE Espero, de verdad, que aprendamos de esto en el futuro para evitar que una situación similar se repita. Hemos dicho “nunca más” en el pasado y hoy parece que somos los culpables. Los suicidios de los soldados y el daño moral -Muchos de los soldados israelíes se suicidan y no quieren volver a pelear. ¿Hay indisciplina frente a los jefes o principalmente en la brigada Golani? ¿Cree que lo que está en juego en Gaza, militarmente hoy, es la moral de los militares israelíes frente a lo que se puede y no se debe hacer en una guerra?- -Tienes dos preguntas. La primera se refiere a la salud mental de los soldados. Creo que, al fin y al cabo, somos personas, somos humanos. Todos somos susceptibles a traumas psicológicos, ya sea el estrés postraumático, que es extremadamente común, o el daño moral. Algo que he estado aprendiendo recientemente. Es una respuesta a estar en una situación moralmente comprometedora, como todos los soldados que hoy prestan servicio han experimentado. Soldados isrelíes en sus tanques, en el límite con Gaza. Foto: AP En primer lugar, creo que el país, el gobierno, las fuerzas de defensa de Israel en el país como la IDF en su conjunto, como cuerpo militar, tienen la responsabilidad hacia sus soldados de prevenir el PTS, de mantener a sus soldados seguros tanto física como mentalmente, en la medida de lo posible. Eso, ante todo, debe partir de la premisa de no involucrarse en guerras y batallas innecesarias. Tenemos derecho internacional, tenemos leyes de derecho internacional para tiempos de guerra. Es muy fácil decir que en una guerra las cosas son diferentes, como si no se pudieran esperar esos estándares. Estos son estándares que mantenemos en tiempos normales. Es muy fácil decirlo. Pero en tiempos normales no es para lo que se crearon estas reglas. Estas reglas se crearon para tiempos difíciles, cuando hay incentivos para romper estos valores y responsabilidades morales. Así que sí, tenemos una gran responsabilidad de mantener y defender el derecho internacional. La proporcionalidad de la guerra -¿Cree usted que debe una guerra ser proporcional? El grupo terrorista Hamas mató 1.200 israelíes. ¿Por eso es que se puede matar 60 mil gazatíes, especialmente mujeres y niños, en revancha? Aunque Hamas matara a 1.200 civiles israelíes, eso no justifica que Israel mate a 1.200 civiles palestinos. Nada justifica matar gente. Creo que lo que ha sucedido en esta guerra es que tenemos a muchos extremistas en el gobierno liderando la guerra, tomando las riendas. También sufrimos una brutal masacre el 7 de octubre. Estábamos todos muy conmocionados. Mucha gente solo quería actuar con esa brutalidad. Digo brutalidad, pero es humana. Es un verdadero impulso humano de venganza. Creo que un país verdaderamente democrático tiene la responsabilidad de contener esos impulsos, de contener esos impulsos para actuar con responsabilidad, sobre todo cuando vamos a la guerra y actuar con responsabilidad. Tenemos un liderazgo peligroso y emocionalmente cargado e irresponsable. Por lo tanto, creo que lo único que podemos hacer, por ahora, para avanzar hacia un futuro mejor, es reemplazar a nuestro liderazgo -¿Cuál es la solución en Gaza? ¿Tiene que haber una fuerza internacional o una transición antes del retiro israelí de la franja? ¿Usted comparte la idea de que los gazatíes se tienen que ir de Gaza? -Absolutamente no. Espero que los gazatíes puedan quedarse en casa. Entiendo que muchos están muy angustiados y quieren irse ahora, debido a las condiciones que les hemos impuesto y eso es horrible. Me gustaría que pudiéramos poner fin a esta guerra de inmediato. Un acuerdo con alto el fuego de inmediato, que repatriara a todos nuestros rehenes y pusiera fin a la guerra. Ese es el camino hacia la diplomacia. Las soluciones y Hamas -¿Hay otra solución que los dos estados y que aprendan a convivir palestinos e israelíes, unos con otros? Mientras tanto, ¿quién garantiza la seguridad de la Franja de Gaza y la seguridad de Israel frente a lo que pasa? -Creo que el único camino a seguir es la diplomacia y, en última instancia, el acuerdo mutuo, como debe ser. Ya sea que eso signifique que dos estados o un estado democrático con igualdad de derechos o algún otro tipo de acuerdo, donde podamos vivir juntos en paz con igualdad de derechos, sin que nadie sea oprimido. Esa es la única manera de avanzar. -¿Qué se hace con Hamas? -Por eso es fundamental que haya líderes extremadamente capaces, calificados y responsables para tomar decisiones difíciles como: ¿qué hacemos con Hamas? Actualmente tenemos un liderazgo peligroso y emocionalmente cargado e irresponsable. Por lo tanto, creo que lo único que podemos hacer, por ahora, para avanzar hacia un futuro mejor, es reemplazar a nuestro liderazgo.
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