13/08/2025 13:41
13/08/2025 13:41
13/08/2025 13:41
13/08/2025 13:41
13/08/2025 13:39
13/08/2025 13:39
13/08/2025 13:38
13/08/2025 13:38
13/08/2025 13:37
13/08/2025 13:37
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/08/2025 10:46
La aparición de conejos con formaciones negras en la cabeza provoca alerta y dudas entre los habitantes de Fort Collins (Captura de video de WHAS11) Conejos con extraños crecimientos negros tipo “tentáculos” aparecieron en Fort Collins, Colorado, creando alarma entre los residentes locales hasta que las autoridades de vida silvestre confirmaron que se trata de una infección viral específica de estos animales. Los habitantes del sureste de Fort Collins comenzaron a documentar avistamientos de estos conejos de aspecto inusual, con protuberancias oscuras que emergen de sus cabezas y rostros. “Parecían púas negras o palillos de dientes negros que sobresalían alrededor de su boca. Pensé que moriría durante el invierno, pero no fue así. Regresó un segundo año y los crecimientos aumentaron de tamaño“, describió a NBC Susan Mansfield. Vecinos comenzaron a reportar y fotografiar a los animales afectados, destacando la persistencia y crecimiento de los extraños bultos (Captura de video de WHAS11) Causa viral identificada por las autoridades Las autoridades de Colorado Parks and Wildlife (CPW) identificaron la causa como el virus del papiloma del conejo de cola de algodón, una condición que produce excrecencias similares a verrugas en la cabeza y cara de estos animales. Según reportaron varios medios estadounidenses como KSBW, NBC y Coloradoan, los crecimientos pueden adoptar formas alargadas que asemejan cuernos o apéndices similares a tentáculos. Kara Van Hoose, portavoz de CPW, explicó que los conejos típicamente se infectan durante los meses cálidos del verano cuando son picados por insectos como pulgas y garrapatas que actúan como vectores de transmisión. El virus también puede propagarse a través del contacto directo entre conejos, aunque esta forma de transmisión es menos común. La infección produce nódulos negros en la piel que pueden elongarse y adquirir una apariencia costrosa, según describieron los testigos. Algunos residentes caracterizaron estos crecimientos como “con aspecto de costras” que se extienden principalmente alrededor de la boca y otras áreas de la cabeza. Biólogos atribuyen las protuberancias a un virus específico que afecta únicamente a los conejos de la zona (Captura de video de WHAS11) El virus no representa riesgo para humanos y requiere precaución con animales silvestres Las autoridades de vida silvestre enfatizan que, aunque el virus puede extenderse entre conejos, no se conocen casos de contagio a humanos, perros u otras especies de fauna. CPW mantiene que la condición no causa dolor a los animales afectados, excepto cuando los crecimientos interfieren con áreas sensibles como los ojos o la boca, lo que puede dificultar la visión o la alimentación. Los expertos recomiendan mantener distancia de cualquier conejo infectado y evitar intentos de ayuda o manipulación, con las mismas pautas aplicadas a todos los animales silvestres. Medios locales documentaron que algunos conejos infectados logran sobrevivir múltiples inviernos consecutivos, con los crecimientos persistentes año tras año. Colorado alberga tres especies diferentes de conejos de cola de algodón: el de montaña, el del desierto y el oriental. Estas especies se distinguen principalmente por su coloración y son difíciles de diferenciar en campo, excepto por su hábitat y ubicación geográfica. El virus puede afectar a conejos domésticos mantenidos en exteriores, donde la enfermedad tiende a ser más severa y requiere atención veterinaria. Las autoridades aseguran que la infección no pone en riesgo a personas ni mascotas, pero insisten en no acercarse a los animales enfermos (Captura de video de WHAS11) Aunque la mayoría de los crecimientos son benignos, algunos pueden desarrollarse como carcinomas de células escamosas, un tipo de cáncer de piel potencialmente mortal si no se trata. En casos severos, los tumores pueden crecer lo suficiente como para interferir con la capacidad del animal de alimentarse, lo que eventualmente causa muerte por inanición. La documentación científica de conejos con protuberancias córneas se remonta a siglos atrás, y estos casos reales alimentaron durante generaciones las leyendas del mítico “jackalope”, esa criatura folklórica descrita como un conejo con astas de antílope que capturó la imaginación popular estadounidense desde tiempos remotos.
Ver noticia original