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Concordia » Hora Digital
Fecha: 13/08/2025 06:11
Franco Colapinto no solo la está peleando en la Fórmula 1 con un Alpine A525 que no da pie con bola. El piloto argentino de 22 años también tiene de punto a parte de la prensa inglesa. Pero esto no es ninguna novedad para un latinoamericano, ya que la cosa viene desde los inicios mismos de la Máxima, hace 75 años. La F1, digámoslo, es bien inglesa en su base. A lo largo de su historia, la mayoría de los equipos son de las islas y por eso siempre se armó lío cada vez que sus escuderías se enfrentaron a Ferrari, Alfa Romeo, Mercedes, o alguno de los equipos franceses como Renault (hoy Alpine), Ligier, Matra, o en los comienzos de la categoría con Simca y Talbot. Tan inglesa es la F1 que hasta su primera carrera se corrió en Silverstone, el 13 de mayo de 1950. Hoy, de las escuderías, siete de ellas tienen sus bases en Gran Bretaña, salvo Ferrari (Maranello, Italia), Racing Bulls (Faenza, Italia) y Sauber (Hinwil, Suiza). Un sudamericano que sufrió los palos de la prensa británica fue Ayrton Senna. Incluso de parte de un prócer de la F1 como Jackie Stewart (tricampeón mundial) en una famosa entrevista que dejó una de las frases más célebres del recordado brasileño. “Si contara todos los campeones mundiales y la cantidad de veces que han tenido contacto con otros pilotos, vos, en los últimos 36 o 48 meses, tuviste más incidentes con otros coches y pilotos de los que podrían haber tenido en total”, le espetó el escocés en noviembre de 1990, luego del segundo choque entre Senna y su archirrival, Alain Prost, en Suzuka. “Me parece increíble que me hagas una pregunta así, Stewart, porque sos muy experimentado y sabés mucho sobre las carreras”, respondió el paulista, que ese año logró su segundo título mundial. “Ser piloto de carreras significa que estás compitiendo con otras personas. Si ya no intentás aprovechar un espacio que existe, ya no sos un piloto de carreras”, concluyó Ayrton. Aunque Senna, salvo excepciones como su fotógrafo Keith Sutton (aparece reproducido en la serie de Netflix), fue tomado de punto por gran parte de los medios ingleses desde inicios de los años ochenta, cuando fue campeón de la Fórmula Ford (1981) y la Fórmula Ford 2000 (1982). En especial lo crucificaron en 1983 cuando le ganó el título de la Fórmula 3 Británica al pibe local, Martin Brundle (otro capítulo en la mencionada biotopic). Senna y Brundle debutaron en la F1 en 1984 y desde el comienzo el brasileño marcó la diferencia con su magia. En la historia quedó aquella carrera épica bajo un diluvio en Mónaco, el día que le chorearon la que hubiese sido su primer triunfo, ya que cuando estaba por superar a Prost, el director de la carrera y ex piloto de F1, Jackie Ickx, dio por terminada la competencia excusándose en la seguridad por el agua en el circuito callejero. Ocho años después, Brundle recibió un puñalazo que décadas más tarde terminó con sus ataques a Colapinto. Fue en 1992, cuando Flavio Briatore, actual asesor ejecutivo de Alpine, lo echó de Benetton luego de que su pupilo, un joven de 23 años llamado Michael Schumacher, terminó tercero en el campeonato tras superar al propio Senna y con un debut triunfal incluido en Bélgica, donde un año antes había debutado. Brundle pasó por la F1 sin pena ni gloria y solo 9 podios durante 158 Grandes Premios. Se retiró a fines de 1996 y luego se dedicó a comentarista y cronista de tele. El año pasado, en la grilla de partida del Gran Premio de Estados Unidos en el Circuito de las Américas, en Austin, Texas, Colapinto le hizo la gambeta al británico y continuó su camino, dejando perplejo a Brundle. “Me miró como si me estuviera tratando de afanar”, dijo el inglés mostrando el impacto del momento. Sin embargo hubo una razón y Franco la explicó: “Martin fue un pilotazo, un gran piloto, y dejó una huella en el deporte también”, comentó Colapinto. “Nunca me hizo ninguna entrevista, y, al menos para mí, no era el momento para hablar en cámara, iba al himno nacional, llegaba tardísimo y estaba re concentrado en la carrera”, explicó. “Me encanta hablar ahora y cuando salgo del auto, pero cuando estoy en modo carrera, trato de estar un toque más en la mía, metido en mi burbuja”, agregó. Ambos conversaron en la carrera siguiente, que fue en México y el tema quedó aclarado. Aunque en el último Gran Premio de Hungría, Brundle volvió a la carga contra el pilerense: “Colapinto sigue en el equipo, ¿verdad? Se escuchan diferentes historias sobre su patrocinio, su llegada y su no llegada. Ciertamente no está haciendo un trabajo particularmente bueno. Lució espectacular al principio en Williams. Después de eso, sufrió muchos accidentes en Williams. Así que no auguro nada bueno. Creo que 2026 definitivamente no pinta particularmente bien”. Luego, el actual comentarista de Sky metió a Briatore, como recordando lo que pasó en 1992: “El problema con Flavio, como bien sé, es que, como piloto de carreras, en general, sos un objeto descartable. Ese fue su modus operandi a lo largo de los años, porque este es un negocio competitivo, no una escuela de perfeccionamiento, algo que ya he dicho muchas veces. Si no rendís, sos como un foco. Te sacan y ponen otro”. Mientras tanto, algunos medios ingleses se ocuparon de poner en riesgo la continuidad de Colapinto y de criticarlo sin fundamentos. Por ejemplo, desde el artículo del propio sitio de la F1 firmado por el periodista inglés Lawrence Barretto, en el que confirmó una consulta de Briatore a Toto Wolff por Valtteri Bottas, pero luego esa publicación fue modificada. O con el ranking en el que Franco aparece en el último lugar entre los 21 pilotos que corrieron este año. O a partir de la información de que busca alternativas en la IndyCar y el Campeonato Mundial de Endurance para 2026, según consignó Racing News 365 (medio neerlandés), que citó como fuente a Fórmula 1 Magazine. No obstante, todos estos trascendidos hay que tomarlos con pinzas, eh. Cabe aclarar cómo es la radio pasillo en los boxes de la F1 (o paddock), tal como se lo conoce. La mayoría de la prensa es británica y, por ende, hay una movida de cerrar filas detrás de sus pilotos. Se trata de medios que tienen acreditación anual y viajan por cuatro continentes con todo el ambiente. En las esperas de los aeropuertos, algunas cenas, algún cóctel o hasta capturas de chats picantes de WhatsApp, hacen que la bola de nieve se genere para su lado. Que un piloto no europeo ocupe el lugar que podría haber tomado otro del Viejo Mundo puede verse como una amenaza para el negocio de los medios por los espacios de publicidad y cobertura de los eventos. Por ejemplo, el mismo Fernando Alonso, si bien tiene intereses sobre Gabriel Bortoleto, a quien representa en su empresa A14 Management, disparó, diciendo que “si fuese un piloto inglés estaría en todas las portadas”. El brasileño lleva a cabo un debut de la gran siete, en la que sumó 14 puntos con Sauber. El paulista de 20 años llegó al circo grande luego de ser campeón en la Fórmula 3 y Fórmula 2. Otro punto clave en este panorama es la temporada alta del “Juego de las Sillas”. Mientras haya butacas sin confirmar para 2026, los rumores van a estar a la orden del día y en ellos se incluyen las operetas de prensa. Por eso no hay que alarmarse. Esta historia es tan vieja como la propia F1 y cabe recordar que hasta el propio Max Verstappen se desquitó de los palos sufridos por los periodistas ingleses el año pasado, luego de ganar una carrera épica bajo la lluvia en Brasil tras largar 16º y ganarle a su principal rival, Lando Norris, piloto inglés y sobre un coche de esa nacionalidad, McLaren. Esa tarde, luego de noquear a Norris y de casi liquidar su cuarto cetro, en la sala de prensa, Verstappen lanzó una frase maradoniana: “¿Alguien sabe dónde están los medios británicos? Se deben haber ido al aeropuerto”. Cabe recordar que Max, en sus comienzos, era considerado como un pibe medio loco para chocar por la misma prensa inglesa y hoy el actual cuádruple campeón mundial es el mejor piloto del planeta. En cuanto a Franco Colapinto, demostró que está para esto en sus ocho primeros Grandes Premios en Alpine pese a no tener una máquina a la altura. El argentino tuvo su evolución a pesar de los quilombos mecánicos, los errores de estrategias o cambios de gomas fallidos en Hungría, y hace oídos sordos a los palos de la prensa inglesa.
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