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» La Capital
Fecha: 13/08/2025 03:51
Un año atrás, La Capital dio a conocer la noticia de que le habían colgado el cartel de venta al inmueble donde funciona, desde hace 39 años, el bar Pasaporte , de Maipú y Urquiza. La inmobiliaria ofrecía u$s 190 mil por la propiedad ubicada en la esquina "más parisina de Rosario" , como se llama popularmente a esa ochava que destaca por su adoquinado y por la vista privilegiada, frente al edificio de la ex-Aduana y en diagonal a la Fuente de las Utopías, en el extremo de la bajada Sargento Cabral. Al poco tiempo, un grupo de inversores adquirió el espacio, pero no terminaba de aclararse cuál sería el destino de Pasaporte que, desde 2018, había quedado bajo la gerencia de Pablo Bonilla, extitular del boliche Luna, y de sus dos hijos: Luca y Juan. Finalmente, Bonilla confirmó a Negocios que Pasaporte cerrará definitivamente sus puertas . "Aunque me ofrecieron la posibilidad de comprarlo, no me pareció redituable porque iba a necesitar muchos años para recuperar la inversión. Finalmente el lugar se vendió y nos quedamos todos estos meses sujetos al contrato de alquiler, pero ahora llegó el momento de terminar este proyecto", explicó Bonilla a Negocios, en alusión al contexto que los llevó a emprender la retirada. Un nuevo comienzo El acuerdo para dejar libre la propiedad a principios del mes que viene ya está hecho. La antigua casona es Patrimonio Histórico y Cultural de la ciudad en su totalidad, por lo que debe conservarse tanto su fachada como su estructura interna. Esto impide que corra el riesgo de ser derrumbada y se termine utilizando el terreno para un proyecto inmobiliario, destino común de una serie de locales históricos de la ciudad como el mencionado boliche Luna, de Tucumán al 900, que Bonilla vendió junto a otros socios en 2015, luego de estar casi 30 años al frente. Pasaporte 4 Foto: Héctor Río / La Capital. A su vez, es propiedad horizontal y tiene vecinos viviendo arriba del inmueble, lo cual define ciertos parámetros a tener en cuenta como el volumen de la música, que debe ser bajo, y la imposibilidad de sonorizar la parte externa del bar, conocida como terraza, que comprende las mesas y sillas de la vereda a calle Urquiza. "El tema de la música es algo a tener en cuenta porque no puede estar muy fuerte y eso te cambia el negocio, es un lugar que está hecho para funcionar como cafetería, desde la mañana y hasta la cena, quizás con una propuesta de trasnoche tranquila", explicó Bonilla. Cambio de época Pablo se corrió del manejo del bar, casi desde un inicio, ya que su idea siempre fue que el espacio les sirviera como salida laboral a sus hijos y como herramientas para adquirir las primeras armas en el manejo de un negocio. En este sentido, Luca Bonilla aseguró que quiere continuar vinculado a la gastronomía y junto a un amigo están averiguando precios de alquileres ya que tienen la idea de abrir un nuevo bar, aunque el proyecto todavía es muy incipiente: "Vengo casi todos los días y ahora me toca irme de este lugar con una experiencia que prácticamente no tenía cuando arranqué con mi hermano, además de que fue mi fuente de trabajo durante muchos años". Si bien en las mejores épocas Pasaporte abría toda la semana, hace meses que, por la crisis, el bar se mantiene cerrado los lunes y los domingos al mediodía. Ambos coincidieron en que, dejando de lado la pandemia, están atravesando el peor momento en términos de ingresos y que la caída del consumo es muy notoria en el rubro en general. PASAPORTE 5 (1) La extensa barra de madera que caracteriza desde sus inicios al bar. "Si tomás un café todos los días en un bar como este, tenés que pensar en destinar unos $90 mil por mes y mucha gente no tiene ese presupuesto. No solo bajó la cantidad de público, sino que, quienes vienen, consumen menos, es un momento difícil porque muchos locales están cerrando", sostuvo Pablo. A su vez reflexionó sobre los cierres que se dan en ciertos ciclos: "Cuando decidí cerrar Luna lo hice porque el bar había quedado vetusto, pasábamos rock cuando el reggaetón estaba a full, captamos a tres generaciones pero la cuarta no se enganchó. Fue un momento donde la movida se había ido hacia Pichincha y había que pasar a otra cosa". Durante los últimos años, al local de la esquina parisina lo recorrieron figuras tan variadas como el actor Rodrigo de la Serna, la cantante Jimena Barón y el político Horacio Rodríguez Larreta, todos atraídos por la mística que todavía guarda al ser una de las cafeterías más tradicionales de la ciudad. Pero Pablo también mencionó con nostalgia los primeros años de Pasaporte y la alta concurrencia de jóvenes que, por ese entonces, frecuentaban la zona del bajo rosarino los fines de semana, donde se generaba sinergia con otros clásicos de la nocturnidad como Berlín, Luna, Salamanca, Barcelona y Barrilito.
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