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» Diario Cordoba
Fecha: 12/08/2025 14:54
Los 10 primeros menores migrantes no acompañados fueron trasladados el pasado lunes, tras cuatro meses de espera, de Canarias a la península. Las dos administraciones implicadas, la central y la autonómica, coincidieron en que se trataba de una noticia “positiva”, destinada a empezar a solventar una situación que ha colocado al límite a los centros de acogida del archipiélago y ha provocado también que el Tribunal Supremo llame en varias ocasiones la atención al Gobierno de Pedro Sánchez, al concluir los magistrados que este debe hacerse cargo del millar de jóvenes en esta situación, la mayoría procedentes de Mali, que han solicitado asilo. Pero más allá de celebrar el comienzo del operativo, casi todo fueron reproches cruzados entre el Ejecutivo y la comunidad autónoma. Ni siquiera se pusieron de acuerdo sobre cuándo será derivado el próximo grupo de menores. Canarias aseguró que el Gobierno había suspendido la segunda salida, prevista para esta misma semana. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones lo desmintió. “En los próximos días se sucederán hasta tres nuevos traslados a la península, en diferentes días acordes a los tiempos que requieren estas gestiones”, explicaron fuentes del departamento que dirige Elma Saiz. Y mientras tanto, el PP echó aún más leña al fuego por la llegada de la decena de jóvenes en situación vulnerable a un centro de Gijón. Los conservadores, siempre contrarios a que sus autonomías colaboren para dar salida a esta crisis, tacharon la decisión de “impresentable”. “Éxito” o “improvisación” “El señor Fernando Clavijo haría bien en no faltar a la verdad. El suyo es un ejercicio de deslealtad. Estamos cumpliendo con el auto del Tribunal Supremo. El primer traslado ha sido un rotundo éxito”, dijo Saiz este martes al mediodía. Pero Clavijo, que pertenece a Coalición Canaria y gobierna el archipiélago junto con el PP, había expresado el día anterior una opinión muy distinta. El operativo, que según las previsiones se repetirá a partir de ahora un par de veces a la semana, con traslados de entre 15 y 20 menores en cada ocasión, había pecado de “cierta improvisación y quizá falta de concreción”, dijo en RNE. El presidente autonómico señaló que en la mañana del lunes, pocas horas antes de que se iniciara el traslado, “ni siquiera” se habían “comunicado los nombres de los niños”. Hubo más datos para sustentar su tesis sobre la escasa preparación del traslado. El ministerio se vio obligado el mismo lunes a enviar una nueva solicitud de autorización porque algunas de las personas designadas para recibir a los menores en el aeropuerto y acompañarlos al centro de la península no eran las que se había comunicado en un primer momento. Y varios días antes, el viernes de la semana pasada, el Ejecutivo remitió ‘in extremis’ la documentación necesaria para el primer traslado sin la fecha exacta del viaje y la identidad de los adultos que irían con ellos. Este martes, sin embargo, Clavijo dejó a un lado todos estos detalles y se centró en su principal crítica al operativo diseñado por el Gobierno central: su lentitud a la hora de trasladar a los jóvenes migrantes. “El número de menores tiene que ser mucho mayor que el que está previsto”, dijo el presidente canario, que confía en reunirse con Sánchez antes de que acabe el mes de agosto, aprovechando que el jefe del Ejecutivo pasa sus vacaciones en Lanzarote. Según los cálculos del mandatario autonómico, a este ritmo, el traslado de los más de 1.000 jóvenes solicitantes de asilo que se encuentran en Canarias se alargaría “más de 10 meses”. La "complejidad" del procedimiento “Es un procedimiento complejo en el que intervienen las dos administraciones, Gobierno central y Gobierno de Canarias, en los listados y el calendario que se estableció en las últimas reuniones. Hay que gestionarlo caso por caso, con varias entrevistas a los menores para establecer su nivel de vulnerabilidad, sus necesidades y si tienen o no redes de confianza cercanas. Jurídicamente también tiene que estar todo supervisado por la Fiscalía. La tutela sigue siendo de Canarias y es el Estado el que se encarga de su guardia y custodia. También eso tiene su procedimiento legal”, argumentan en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. “Por otro lado, hay que preparar su llegada al territorio que sea. Se habla con la comunidad y con las delegaciones de Gobierno porque, si bien el centro en el que van a vivir es del ministerio, se necesita su colaboración para incorporarlos al sistema educativo y sanitario”, añaden las mismas fuentes. Pero también hay argumentos políticos, no solo técnicos. El Gobierno, que defendió que los menores eran responsabilidad de las autonomías hasta que el Supremo dejó claro que era al contrario, va con pies de plomo, consciente de que este es un asunto proclive a ser explotado con fines xenófobos por la extrema derecha. De ahí que el departamento que dirige Saiz evite revelar en qué ciudad recalan los menores trasladados desde Canarias. Una pancarta nazi Lo cual no quita que se acabe sabiendo. El destino del primer grupo fue un centro de Gijón, en Asturias, donde este martes por la mañana apareció una pancarta con simbología nazi que exigía la expulsión de estos jóvenes migrantes en situación de vulnerabilidad. La comunidad está gobernada por el socialista Adrián Barbón, pero el PP puso el grito en el cielo. La diputada autonómica Beatriz Polledo habló de “deslealtad institucional” y “comportamiento impresentable” por parte del Gobierno al llevar a cabo el operativo, sostuvo, con “oscurantismo”. El secretario general de los conservadores en Gijón, David Cuesta, insistió en la misma idea. “Resulta absolutamente inadmisible que la llegada de menores no acompañados a la ciudad no haya sido comunicada al ayuntamiento”, dijo. Suscríbete para seguir leyendo
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