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Parana » Informe Digital
Fecha: 12/08/2025 09:51
“El legado de Donald Trump y los intereses de seguridad de Estados Unidos están tan en juego como el futuro de Ucrania y la alianza de la OTAN”, advirtió el Consejo Editorial del diario The Wall Street Journal al analizar la inminente cumbre entre el expresidente estadounidense y Vladimir Putin en Alaska. El texto subrayó que este encuentro entre Trump y Putin representa un momento de alto riesgo para la seguridad internacional y la estabilidad europea, en un contexto de gran preocupación tanto en Ucrania como en Europa y entre los aliados estadounidenses de Kiev. El consejo editorial planteó que, si bien las cumbres presidenciales pueden resultar útiles, “son de alto riesgo cuando los contornos de un acuerdo no están claros de antemano”. En este caso, la inquietud se intensificó por el “giro de 180 grados” de Trump tras semanas de manifestar frustración por la negativa de Putin a negociar un alto el fuego. El artículo recordó que el expresidente “dejó pasar su plazo del viernes para imponer nuevas sanciones sin tomar ninguna medida”, generando incertidumbre sobre las razones de este cambio de postura. El texto de The Wall Street Journal detalló que, aunque no está claro qué motivó la desviación de Trump, el envío de su emisario Steve Witkoff a Moscú y la circulación de versiones contradictorias sobre un posible acuerdo de intercambio territorial alimentaron la especulación. Una de las versiones indicaba que “Rusia dejaría de bombardear las ciudades ucranianas si Kiev cedía a Rusia toda la región de Donetsk en el este de Ucrania, incluidas partes que actualmente no controla”. El consejo editorial explicó que “Putin quiere toda Donetsk porque Ucrania ha construido allí una línea defensiva clave desde 2014”. Además, se mencionó que Ucrania podría recuperar parte del territorio actualmente ocupado por Rusia en el este, aunque “no está claro qué ni cuándo ocurriría eso”. El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky rechazó dicho esquema, y The Wall Street Journal consideró comprensible su postura “dadas las numerosas promesas incumplidas de Putin en el pasado”. El texto recordó que el líder ruso “firmó dos altos el fuego, conocidos como Minsk I y II, solo para violarlos poco después”. Según el análisis, “nadie en Ucrania cree que cumplirá su palabra esta vez”. Por ello, el diario norteamericano sostuvo que “Ucrania necesitará garantías de seguridad de Occidente, no de Putin, antes de aceptar siquiera una concesión de facto sobre el territorio que Rusia controla actualmente”. Otra fuente de inquietud, según el consejo editorial, es que “Putin y Trump se reunirán sin representación ucraniana”. El texto consideró difícil imaginar “cómo se puede negociar una paz realista sin Zelensky y su gobierno en la mesa”. No obstante, Trump afirmó el lunes que “Zelensky será invitado a su próxima reunión con Putin”. En la columna se recogió la visión optimista de quienes creen que Trump podría aprovechar el encuentro cara a cara para “poner a prueba la sinceridad de Putin”. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, expresó en el programa “Face the Nation” de CBS: “Mi convicción absoluta para el viernes es que este es el presidente Trump asegurándose de que Putin habla en serio, y si no es así, ahí terminará todo. Si habla en serio, a partir del viernes el proceso continuará. Ucrania participará, los europeos participarán”. Rutte añadió que Estados Unidos está coordinando para que “todos estén en la misma página”, incluido el apoyo al flujo continuo de armas a Ucrania. Sin embargo, The Wall Street Journal advirtió que la realidad subyacente es que “Putin no quiere que Ucrania salga de esta guerra como un país independiente libre de unirse a la Unión Europea si así lo desea su pueblo”. Según el análisis, el líder ruso “quiere que Ucrania forme parte de un bloque ruso mayor, otro Bielorrusia”. El texto consideró que Putin podría aceptar un alto el fuego a corto plazo si obtiene condiciones suficientemente favorables, pero “solo aceptará un armisticio real si cree que la guerra comienza a poner en peligro su control político dentro de Rusia”. El consejo editorial argumentó que “la mejor manera de lograr ese resultado es aumentar la presión económica sobre Moscú y proporcionar a Ucrania los medios para defenderse”. El texto reconoció que el “giro belicista” de Trump en las últimas semanas “puede haber llamado la atención del ruso”, y recordó que la semana pasada el expresidente “arriesgó los lazos de Estados Unidos con India al castigar a Nueva Delhi con aranceles por comprar petróleo ruso con descuento”. No obstante, el editorial subrayó que Trump “aún no ha jugado otras cartas”, como imponer sanciones a China por adquirir petróleo ruso o colaborar con Europa para confiscar los $300.000 millones de reservas rusas actualmente en Occidente. El texto añadió que “un proyecto de ley de sanciones del Senado está listo para aprobarse con amplias mayorías tan pronto como Trump dé la orden”. El consejo editorial concluyó que Trump “quiere ser conocido como un pacificador, especialmente en Ucrania”. Pero advirtió: “La paz es fácil de alcanzar si se concede lo que desea un agresor”. Según el análisis, “si el presidente de Estados Unidos quiere una paz duradera, necesitará un acuerdo que le brinde a Ucrania la libertad de determinar su propio futuro y la seguridad para defenderse cuando Putin inevitablemente busque apoderarse de más territorio ucraniano”.
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