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Parana » AIM Digital
Fecha: 12/08/2025 00:33
“Hay más del 70 por ciento de trabajadoras no registradas. Tenemos compañeras que no gozan de ningún derecho social, que cuando no puedan trabajar no van a gozar de una jubilación”, dijo a AIM la secretaria gremial del Sindicato de Empleadas de Casas de Familia de Entre Ríos (Secfer), Irina Muñoz. En Entre Ríos, frente al panorama económico, las trabajadoras de casas particulares “estamos en una situación de emergencia, es un momento muy difícil para nuestro sector, no solamente por aquellas problemáticas que ya veníamos arrastrando a pesar de que hay una ley, de haber tenido políticas que lucharon para registrar a las trabajadoras”, dijo Muñoz a esta Agencia. En el sector, “hay más del 70 por ciento de trabajadoras no registradas. Tenemos compañeras que no gozan de ningún derecho social, que cuando no puedan trabajar no van a gozar de una jubilación”. Muñoz analizó que en la actualidad “se va enrudeciendo esta situación, las moratorias se cierran. Era un mecanismo para que cada compañera pudiera pagar los años que no teníamos aportes. Esta es una de las problemáticas más fuerte del sector y que menos se visibiliza a veces”. “Sin políticas que busquen realmente la registración vemos que el panorama es muy difícil. El Estado tiene una responsabilidad. Era muy distinto cuando había políticas que acompañaban las situaciones que con el sindicato denunciábamos”. Con respecto a los sueldos, afirmó: “Son hasta irrisorios, están muy lejos de la realidad que hoy nos toca vivir. Una compañera en la escala de agosto estaría ganando tres mil pesos el mínimo de limpieza de quinta categoría; una que limpia ocho horas estaría ganando 370 mil pesos. ¿Con qué alquilás, con qué vivís? Tenemos sueldos muy bajos, lejos de la realidad de poder vestirte, calzarte, comer, ni hablar de calidad de vida, estamos hablando de sobrevivir”, manifestó Muñoz. “Estamos hablando de tres mil pesos la hora y colectivos que están pasando un boleto de mil quinientos, si estás registrada novecientos peso cada pasaje. Una compañera decía: trabajo para pagar el colectivo, movilidad”. Por otra parte, “está muy paralizada la salida laboral, no hay ofertas. Eso es entendible en una ciudad como Paraná, donde la patronal es fuertemente estatal y jubilada. Esto es una cadena: si al trabajador que me da trabajo le quitan las horas extras, al jubilado no le está alcanzando, ¿quién me da trabajo a mí?”. “Hay una gran disminución de oferta y de cantidad de horas. Hay que patear mucho la calle para poder hacer varias horas y llevarte un dinerito a tu casa. La gente ya te contrata por dos horas, tres como máximo, una vez a la semana. Se empieza a ver que va mermando mucho el salario. Nosotras no somos ajenas a lo que va sucediendo en otros sectores laborales”. Las trabajadoras de casas particulares se enfrentan a la situación de “cómo nos arreglamos para poder dar de comer a nuestros hijos; también vamos abandonando un montón de cuestiones que tienen que ver con la salud y lo que hace a la calidad de vida. Muchas se van a alquilar juntas porque no tienen otro modo de poder pagarse un lugar, o han vuelto a vivir con sus familias a pesar de que por ahí se dan situaciones medio violentas”. Remarcó Muñoz: “Hay un retroceso en la calidad de vida. Desde nuestro espacio invitamos a las compañeras a movilizarse, a poder entender que no nos salvamos solas, que somos un colectivo y la única manera de salir adelante es unirnos”.
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