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  • Por qué la autofagia es un mecanismo clave en la protección contra la artritis y otras enfermedades en adultos mayores

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 11/08/2025 14:50

    La autofagia es un proceso celular clave para la longevidad y la protección frente a enfermedades en adultos mayores (Imagen Ilustrativa Infobae) En el ámbito de la biología celular, la autofagia se ha posicionado en los últimos años como uno de los procesos fundamentales para comprender la longevidad y el envejecimiento saludable, según los hallazgos publicados por el equipo liderado por colaboradores de Nature Immunology. Este término, que literalmente significa “autocomer”, hace referencia al mecanismo por el cual las células descomponen y reciclan sus propios componentes dañados o envejecidos. Qué es la autofagia La autofagia actúa como un sistema de limpieza interna indispensable para las células. De acuerdo con lo detallado por Nature Immunology, este proceso permite a las células detectar materiales deteriorados —como proteínas defectuosas y orgánulos lesionados— y degradarlos de manera eficiente. Gracias a ello, los elementos resultantes pueden ser reutilizados para la creación de nuevas estructuras celulares o para la obtención de energía, lo que resulta fundamental para la renovación y la reparación celular a lo largo de toda la vida. Siendo clave para evitar la acumulación de desechos y toxinas en el interior de las células. Entre los beneficios concretos, se destacan la mejora en la función muscular, una salud cerebral más robusta y una fortaleza inmunitaria superior, logros que se vuelven especialmente relevantes en las personas mayores. Este mecanismo permite a las células eliminar y reciclar componentes dañados, previniendo la acumulación de toxinas y el deterioro celular (Imagen Ilustrativa Infobae) Cuál es la diferencia entre autofagia y cetosis Según explica Mayo Clinic, la autofagia y la cetosis representan procesos biológicos distintos que pueden activarse en situaciones de ayuno o en respuesta a restricciones calóricas. La autofagia, por un lado, es un mecanismo intracelular mediante el cual las células degradan y reciclan componentes dañados o innecesarios. Este proceso contribuye a la salud celular eliminando residuos y componentes envejecidos, lo que ayuda a mantener el equilibrio y la funcionalidad celular. La activación de la autofagia suele observarse en momentos de escasez de nutrientes y se considera esencial para la renovación celular y la protección frente a enfermedades relacionadas con la acumulación de desechos en las células. Por otro lado, la cetosis es un estado metabólico que ocurre cuando el organismo, ante un bajo aporte de hidratos de carbono, comienza a utilizar las reservas de grasa como fuente principal de energía. Esto conduce a la producción de cuerpos cetónicos por parte del hígado, los cuales sirven como combustible alternativo para diferentes órganos, incluido el cerebro. La disminución de la autofagia con la edad favorece la aparición de enfermedades crónicas como el Alzheimer y la artritis (foto: Freepik) Para qué sirve la autofagia La principal utilidad de la autofagia radica en su papel como mecanismo de limpieza interna de las células. Este proceso permite eliminar y reciclar componentes celulares deteriorados, contribuyendo a preservar la funcionalidad de los tejidos y a evitar el deterioro progresivo vinculado al envejecimiento. La depuración regular de elementos dañados previene la acumulación de materiales tóxicos que, de no ser removidos, podrían afectar negativamente el correcto funcionamiento celular. Nature Immunology subraya que esta autolimpieza se traduce en beneficios tangibles para la salud general, tales como una mejor función muscular, un cerebro más saludable y un sistema inmunitario fortalecido. En personas mayores, la eficiencia de la autofagia resulta especialmente relevante, ya que ayuda a afrontar el desgaste natural que acompaña al paso del tiempo y a retrasar la aparición del deterioro funcional, según expone Nature Immunology. Asimismo, la disminución de la eficacia de la autofagia con la edad favorece la acumulación de elementos dañinos en las células. Esta acumulación está asociada al desarrollo de enfermedades crónicas como el Alzheimer y la artritis. La eficiencia de la autofagia es fundamental para la salud muscular, cerebral e inmunitaria, especialmente en personas mayores (foto: Freepik) Cuáles son los beneficios de la autofagia Uno de los beneficios más destacados de la autofagia es la mejora de la función muscular. Al eliminar componentes celulares dañados, este proceso permite conservar la integridad y el rendimiento de los músculos, lo que puede ayudar a prevenir la pérdida de masa y fuerza típicas del paso de los años. Según Nature Immunology, esta acción protectora repercute directamente en una mayor autonomía y movilidad de las personas mayores, influyendo en su capacidad para realizar actividades diarias y mantener la independencia. A nivel cerebral, la autofagia también resulta crucial. Eliminar proteínas y desechos acumulados favorece un mejor funcionamiento neuronal, lo que contribuye a preservar la salud cognitiva a largo plazo. De esta manera, se convierte en una aliada para mantener la agudeza mental y prevenir trastornos vinculados al envejecimiento del sistema nervioso. En cuanto al sistema inmunitario, la autofagia potencia la capacidad de defensa frente a infecciones y reduce la inflamación crónica. Según los investigadores del equipo de Sinclair, la eficiencia en la eliminación de elementos celulares dañados resulta en una respuesta inmunitaria más robusta. Esto cobra particular relevancia en personas mayores, cuyo sistema inmune suele volverse menos eficaz con el tiempo. El proceso de autofagia contribuye a una mejor respuesta inmunitaria y a la reducción de la inflamación crónica en adultos mayores (Imagen Ilustrativa Infobae) Cómo ayuda la autofagia a la protección frente a enfermedades La autofagia permite que las células eliminen y reciclen componentes dañados o envejecidos, un proceso que disminuye las posibilidades de que se formen agregados tóxicos dentro de los tejidos. Nature Immunology identifica la falta de eficacia en este sistema de autolimpieza como un factor relevante en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, tales como el Alzheimer, en las que la acumulación de proteínas anómalas está altamente vinculada al deterioro cognitivo. En este sentido, la autofagia contribuye a mantener el entorno neuronal libre de elementos perjudiciales, ayudando a preservar la funcionalidad cerebral y retrasar la aparición de síntomas asociados. El estudio también señala que la autofagia juega un papel protector. La acumulación de residuos celulares no solo perjudica el tejido neuronal, sino que puede provocar inflamación y daños en músculos y articulaciones. Al promover la eliminación de estos desechos, la autofagia contribuye al mantenimiento de la salud muscular y articular, reduciendo el riesgo de desarrollar cuadros como la artritis y otras afecciones inflamatorias asociadas al envejecimiento. Conforme la autofagia pierde eficacia, se incrementa la susceptibilidad a infecciones y a procesos inflamatorios de origen crónico, lo que impacta negativamente la calidad de vida de las personas mayores.

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