11/08/2025 01:11
11/08/2025 01:11
11/08/2025 01:10
11/08/2025 01:10
11/08/2025 01:10
11/08/2025 01:09
11/08/2025 01:09
11/08/2025 01:08
11/08/2025 01:08
11/08/2025 01:07
Parana » Informe Digital
Fecha: 10/08/2025 22:32
Nouriel Roubini, conocido popularmente como el “Doctor Catástrofe” por sus análisis sobre la economía mundial, que en ocasiones han resultado acertados, como su predicción de la crisis financiera de 2008, muestra ahora un optimismo cauteloso. Asegura que, a pesar de las medidas “estanflacionarias” implementadas por el gobierno de Donald Trump, que podrían provocar estancamiento e inflación, la economía de Estados Unidos mantendrá su solidez. Esta fortaleza estaría impulsada por avances tecnológicos que contrarrestarían los efectos negativos de las políticas trumpistas, tal como expone en un artículo publicado en el portal Project Syndicate. A pesar de la imposición de aranceles y otras medidas proteccionistas, el liderazgo de Estados Unidos en tecnología e innovaciones disruptivas permitirá que el crecimiento potencial aumente entre un 2% y un 4% anual hacia finales de la actual década, con perspectivas de incrementos aún más significativos en la próxima, afirma Roubini, quien actualmente se desempeña como asesor senior en Hudson Bay Capital Management, un fondo de inversión, y es profesor de Economía en la Escuela de Negocios de la Universidad de Nueva York. Además, Roubini es CEO de Roubini Macro Associates y autor de varios libros, entre ellos Megathreats (Mega-amenazas), donde aborda “diez tendencias que amenazan nuestro futuro y cómo superarlas”. Aranceles Desde que Trump proclamó el “Día de la Liberación” el 2 de abril, al anunciar aranceles generalizados, ha prevalecido un clima de pesimismo sobre el futuro económico de Estados Unidos, con pronósticos de recesión y debilitamiento del dólar, según señala Roubini. Sin embargo, él agrega que la economía resistirá el peso adverso de las políticas de Trump, gracias a la disciplina de los mercados, la eventual prevalencia de sus asesores más moderados y la independencia de la Reserva Federal, que limitarán y compensarán el impacto de las medidas más perjudiciales. “Estados Unidos se posiciona en el núcleo de innovaciones tecnológicas que generarán un impacto positivo considerable en la oferta agregada, con el potencial de impulsar el crecimiento y reducir la inflación a largo plazo. El efecto de estos avances superará ampliamente cualquier daño que pueda derivarse de políticas que favorezcan la estanflación. La magnitud de este cambio será varias veces mayor que cualquier efecto negativo asociado a medidas económicas restringidas”, señala un pasaje. Cuatro razones para el optimismo El economista enumera cuatro razones que sustentan su optimismo. En primer lugar, destaca que, a pesar de la imagen temeraria de Trump, el mercado de bonos lo ha forzado a moderar sus decisiones más perjudiciales para la economía. Por lo tanto, prevé que hacia finales de este año Estados Unidos entrará en una “recesión de crecimiento” (es decir, un crecimiento por debajo de su potencial), pero evitará una recesión completa. El segundo motivo radica en los efectos positivos de la tecnología, que “siempre triunfarán sobre las tarifas”, por lo que, afirma, “la era del excepcionalismo americano no ha terminado”. Según él, “Estados Unidos está por delante de todos los países del mundo, incluida China, en la mayoría de las innovaciones revolucionarias que definirán el futuro. Así, su potencial de crecimiento probablemente aumente entre un 2% y un 4% anual hacia el final de esta década, antes de un aumento aún mayor en la década de 2030”. En tercer lugar, Roubini explica que, con la economía acelerándose hacia un crecimiento del 4% anual, la deuda pública y externa de Estados Unidos se estabilizará y, con el tiempo, comenzará incluso a descender, “a menos que haya un comportamiento fiscal aún más temerario”, aclara. Según él, la Oficina de Presupuesto del Congreso de Estados Unidos proyecta un aumento en la relación Deuda/PBI, ya que aún asume un crecimiento anual del 1.8 por ciento. Finalmente, concluye Roubini, mientras la economía norteamericana mantenga el “exorbitante privilegio” de su primacía en el dólar, el papel de esta moneda como reserva y medio de transacciones globales no sufrirá erosión, incluso si se produce una “modesta diversificación” global hacia activos denominados en otras divisas. En todo caso, agrega, los “flujos estructurales” de inversión en Estados Unidos limitarán cualquier riesgo de caída del dólar e incluso podrían fortalecerlo a mediano plazo. No hay duda, subraya, de que muchas de las medidas de Trump son “potencialmente estanflacionarias”, pero lo fundamental es que Estados Unidos “se encuentra en el centro de una de las más significativas innovaciones tecnológicas de la historia de la humanidad, lo cual proporcionará un shock de productividad de una magnitud mucho mayor que el impacto negativo que puedan inducir algunas políticas estanflacionarias”.
Ver noticia original