11/08/2025 01:04
11/08/2025 01:02
11/08/2025 01:01
11/08/2025 01:01
11/08/2025 01:01
11/08/2025 01:00
11/08/2025 01:00
11/08/2025 01:00
11/08/2025 01:00
11/08/2025 00:59
Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 10/08/2025 21:40
LEA AQUÍ EL TRABAJO COMPLETO “La radiodifusión nace en nuestro país a fines del siglo XIX, casi en concordancia con la misma etapa de experimentación de los precursores de la radiodifusión mundial”. En 1896, “profesores de la Secretaría de Marina, como el señor Ricaldoni, junto a sus alumnos de física, repetían los experimentos de Marconi”. Pero no fue hasta el 27 de agosto de 1920, a las 21 horas, que se realizó “la primera emisión de radio desde el Teatro Coliseo, con el doctor Enrique Susini a la cabeza del proyecto”. “Susini se convirtió así en el primer locutor de la radiotelefonía argentina, pronunciando las palabras iniciales de la presentación de la ópera Parsifal de Wagner”. Aquella transmisión dio inicio a “emisiones periódicas de óperas y conciertos sinfónicos” y, desde 1921, “a las transmisiones con los primeros informativos, realizadas desde el Teatro Colón, la confitería París y el cabaret Abdulla”. La estación LOR Radio Argentina, luego LR2, fue “la primera en el mundo en transmitir un programa orgánico de radio”. A partir de 1922 comenzaron a surgir otras emisoras como Radio Cultura y Radio Sudamérica. “Pero el auge de la radio comenzaría en Buenos Aires a partir de la década de 1940 y se prolongaría por varias décadas hasta la llegada masiva de la televisión”. Entre aquellas pioneras estaban Splendid, Belgrano y Porteña. En Entre Ríos, “en la ciudad de Paraná ya funcionaba hacia 1945 LT14; luego siguió LT11 en Concepción del Uruguay, y en Concordia lo hizo LT15”. Estas emisoras transmitían “actuaciones en vivo de orquestas típicas y solistas, y tenían una gran audiencia ansiosa de escuchar los radioteatros”. En 1971 se sumaron “las AM de Villaguay y Colón” y, dos años después, “LT38 de Gualeguay, LT41 de Gualeguaychú y LT39 de Victoria”. Pero la radio en Gualeguay tuvo “antecedentes desde mucho tiempo antes, en las propaladoras de barrio, que en la ciudad se conocieron con el nombre de difusoras”. Difusora El Día y Difusora Popular “La calle Sarmiento, desde Islas Malvinas hasta Maipú, es para Gualeguay la calle donde, sin miedo a exagerar, se remontan los verdaderos orígenes de los medios de comunicación de la ciudad, sean gráficos, orales o televisivos”. Allí “surgieron muchos de los periódicos primigenios, y también se encuentran los antecedentes de la radiodifusión local”. Fue “sobre Sarmiento, en la vereda de los números pares, a fines de 1934, donde surge la propaladora Sarmiento, de Enrique Sturzenegger”. En Buenos Aires, estas propaladoras fueron “escuela para los futuros locutores radiales” y en Gualeguay se las conoció como difusoras. El 1° de febrero de 1935 apareció el diario El Día, “de orientación radical, dirigido por el doctor Miguel Aguirrezabala y luego por Adán Ernesto Carbone y Benigno Sánchez”. En la esquina de Maipú y Sarmiento, “se colocaron cuatro altoparlantes sobre una torre metálica, con una sirena en la cima” que difundían noticias. Así nació Difusora El Día, con voces como la de Bernardo Luis “Chinano” Etcheverry, recordado “rematador de Gualeguay” y más tarde director del periódico Lucha. La sirena era “algo tradicional del diario La Prensa de Buenos Aires, y sonaba para fin de año o en acontecimientos extraordinarios como lo fue la declaración de la Segunda Guerra Mundial”. Pronto, “los altoparlantes de Difusora El Día chocaban con el sonido de la propaladora Sarmiento”. El gobierno municipal dictó “una ordenanza que ordenaba que las torres de toda propaladora o difusora debían estar a unos doce metros de altura”. Ante la imposibilidad de adaptarse, Sturzenegger cerró la propaladora Sarmiento. Difusora El Día quedó como única en la ciudad. En 1939 se produjo “una fusión comercial entre el diario El Día y Carlos Germano, dueño de Casa Germano”, dedicada a aparatos eléctricos e instrumentos musicales. El 1° de enero de ese año, con autoridades municipales presentes, se iniciaron “las denominadas audiciones de prueba”. El primer locutor fue Aarón Jaján, acompañado por Jorge Alarcón, Roberto Marcó y otros. Humberto Alarcón Muñiz fue encargado de las noticias, y más tarde director. Tras él, Reynaldo “Pototo” Diorio dirigió la emisora hasta su cierre. El 9 de enero de 1939 “comienza Difusora a emitir profesionalmente, con el primer avisador publicitario que fue la Farmacia Henderson”. Tiempo después, la sociedad con el diario se disolvió y la emisora “se mudó apenas unos metros sobre la misma vereda de calle Sarmiento, en una pequeña habitación alquilada”, transmitiendo con la puerta abierta hacia la calle. El ruido urbano era mínimo: “el de los escasos Ford A o algún Chevrolet, y el de la única moto con sidecar de Gualeguay”. La Difusora contaba “con una red de altoparlantes en puntos estratégicos” como Plaza Constitución, la esquina de San Antonio y Primer Entrerriano, frente al Banco Nación, en San Antonio y Castares, frente al Hotel Italia, Urquiza y Rivadavia, 25 de Mayo y Alberdi, Belgrano y Victoria, Ayacucho y Alfredo Palacios, y en San Antonio y Martín Fierro, frente a Plaza San Martín. Este último tenía “una llave que permitía cortarle el sonido cuando se celebraba misa en la Parroquia San José”. Para instalar el cableado, “la Difusora necesitaba una autorización municipal”. La obtuvo a cambio de “dar un espacio al aire al boletín municipal” y con la condición de que Miguel Lescá aprobara diariamente la programación. Los días de viento, “los cables solían enredarse” y se llamaba a un joven de apellido Brutti para desenredarlos con una caña. El contenido era variado: “música de discos de pasta” y músicos en vivo. Carlos Germano tenía “una vasta colección de música clásica” y la emisora transmitía incluso “los corsos de aquella época”. Una vez por semana se hacían “conferencias médicas con algún médico invitado”, presentadas por Marcó o Jaján. Las locuciones se hacían “de pie y tratando de no hacer ningún tipo de ruido” por la sensibilidad de los micrófonos. Las noticias nacionales se obtenían “por las escasas radios que había en ese entonces” y de diarios que llegaban “tres veces por semana por vía férrea”. La gente “solía juntarse a escuchar noticias y música, principalmente en ambas plazas, debajo de los altoparlantes”. Difusora Popular funcionaba en invierno de 10 a 12 y de 17 a 20 horas, y en verano de 18 a 22. Entre 1939 y 1942 estuvo en Sarmiento casi Maipú; luego se trasladó a Maipú, donde Casa Germano vendía radios, victrolas, discos y, décadas después, televisores en blanco y negro, que atraían a la gente a las vidrieras. Las orquestas en vivo “hacían el deleite de la gente que se juntaba en la puerta”. Germano incluso adquirió un piano para los músicos. Se organizaron concursos con jurados como Fidel Díaz, un español de apellido Serra y el maestro Landazábal. En 1953, “un incendio acabó con sus instalaciones y con la colección de discos de Germano”, obligando a mudarse a Sarmiento 129, donde funcionó hasta el 1° de julio de 1975, fecha de su cierre definitivo. Nace Radio Gualeguay “Serán Carlos Germano (dueño de Difusora Popular), Adán Ernesto ‘Nené’ Carbone (dueño de El Día), Mario Alarcón, Reynaldo ‘Pototo’ Diorio, y Juan Peregrino Echegaray los primeros socios fundadores de Radio Gualeguay”. Tras una licitación frustrada en los ’60, en 1970-71 se llamó nuevamente a licitación. Gran parte del plantel de Difusora Popular se trasladó a la nueva emisora, entre otros Jorge Alarcón, Miguel Diorio, Daniel Casella, Teresita Ritz, Rolando Menescardi, y Jesús Ricardo Marinelli como operador. En un principio tanto Difusora Popular como Radio Gualeguay compartieron espacio de aire aproximadamente por un año y medio, hasta que Difusora cerró definitivamente sus puertas en 1975. La primera emisión de Radio Gualeguay fue el 18 de julio de 1973, a las 18:40, “en forma experimental con la voz de Mario Alarcón y una programación especial y sin publicidad”. El 1° de septiembre de 1973 se realizó la inauguración oficial con autoridades locales y provinciales. En sus inicios usó la frecuencia AM 1560, luego cambiada a la actual AM 1520, lo que “benefició a la radio pues evitaba así las continuas interferencias” y daba un alcance de 200 km. Las noticias nacionales llegaban “a través de las antiguas teletipo” de la agencia Télam; las locales eran recabadas por noteros como Miguel Enrique Diorio, Roberto Romani y Jorge Alarcón. Programas en el recuerdo Mario Alarcón, director artístico (luego reemplazado por Roberto Romani), junto a Diorio, diagramó la programación. Entre los más recordados está “El Mensajero del Éter”, que “surgió con la radio misma y actualmente continúa en el aire”. Era “muy esperado por la población, especialmente rural”, ya que servía para “enviar mensajes familiares, sociales, laborales y de toda otra índole, comparado… como una especie de muro de Facebook”. En su época dorada, Jorge Alarcón “llegó a leer más de setenta mensajes en una salida al aire”, siempre repitiendo el mensaje “para que no quedaran dudas al oyente”. Otros programas fueron Espontánea (premio Santa Clara de Asís en 1977), Una hora con la música argentina (22 años en el aire), Gualeguay baila tango, Música de permanencia, Mañanitas domingueras, Canta el País, La revista de la tarde y Prohibido Fumar. La radio también recibió a personalidades ilustres de la cultura nacional como Jaime Dávalos, Oscar “Ringo” Bonavena, y figuras deportivas como Jorge Burruchaga y Ramón Ismael “Mencho” Medina Bello, además de políticos de todos los niveles.
Ver noticia original