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  • Mi hipoteca es mía

    » Diario Cordoba

    Fecha: 10/08/2025 05:04

    El modelo de sociedad cambia y la tendencia se hace evidente: crece el número de solicitantes de préstamos hipotecarios en solitario. Las hipotecas se disparan un 54,4 % en mayo y el interés suma cuatro meses por debajo del 3 %. Hipotecarse es cada vez más rentable que alquilar: hay una diferencia de más de 400 euros de media cada mes. Cada vez nos casamos menos (la mitad de hace 50 años) y a edades más tardías. En cambio, nos divorciamos mucho: la mitad de los matrimonios acaba en ruptura. Tenemos pocos hijos, y la soltería va al alza. Eso sí, la esperanza de vida es alta, alrededor de los 84 años. Si miramos qué ocurrirá dentro de poco, el INE (Instituto Nacional de Estadística) proyecta para el año 2039 que el 30 % de los hogares sean uniparentales, y el 50 % de las familias, monoparentales o sin hijos. Resultado de esta nueva estructura familiar: se necesitan más viviendas que las que habríamos necesitado cuando en las casas convivían dos o tres generaciones. El modelo de sociedad cambia y la tendencia se hace evidente: crece el número de solicitantes de préstamos hipotecarios en solitario. Más mujeres que hombres (según algunas agencias inmobiliarias). Es un cambio generacional. El perfil de la persona que solicita una hipoteca es el de una mujer de más de 40 años, con estudios, trabajo solvente y buen salario. Las entidades bancarias prefieren conceder las hipotecas a parejas, para asegurarse una mayor solvencia económica. Pero si el préstamo lo solicita el matrimonio, la hipoteca será su mayor compromiso -financiero- a largo plazo, ya que la duración media de devolución es de 24 años. ¿Son conscientes de ello? ¿Y son capaces de pactar en caso de divorcio quién pagaría el resto del préstamo? ¿Quién compraría a quién su parte? ¿Y si la aportación de cada uno al préstamo hubiera sido claramente desigual? Hipotecarse solo significa más flexibilidad, pero más presión. No poder disponer del apoyo financiero del otro. Más responsabilidad y mayores riesgos, porque los ingresos propios pueden fallar. Pero seguro que también comporta más libertad para decidir cómo y dónde se quiere vivir. Comprendo muy bien a estas mujeres y hombres que se hipotecan en solitario. Porque se empoderan, afrontan los costes de su propia vida. Desde el presente, crean el futuro con decisión. La hipoteca es para edificar un hogar. La casa, nuestro refugio frente a tanta intemperie social. *Periodista y psicóloga

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