10/08/2025 16:39
10/08/2025 16:38
10/08/2025 16:38
10/08/2025 16:37
10/08/2025 16:37
10/08/2025 16:36
10/08/2025 16:35
10/08/2025 16:35
10/08/2025 16:35
10/08/2025 16:34
Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 10/08/2025 03:42
El freno de mano a la economía producto del ajuste en múltiples sectores, repercute de lleno en el turismo. Además, quienes sufren la coyuntura tienen un dólar barato que les permite vacacionar en el exterior. Este combo es letal para los prestadores de todas las ciudades argentinas. De ello dan cuenta las mesas vacías en costanera que se replican cada fin de semana. Agustín Rosado, dueño de dos restaurantes, tiene uno cerrado y el otro trabajando siempre con mesas libres. “Los 500 cubiertos del fin de semana largo de carnaval ya no existen más. Eso de esperar para conseguir un lugar para comer ya no se ve hace años”, describió el empresario. Adrián Romero fue cauto en brindar estadísticas, dado que aclaró que “de 24 complejos que hay en el camino a Ñandubaysal, en invierno hay 12 cerrados, lo que hace difícil brindar datos precisos”. No obstante, señaló que “de los 70 alojamientos abiertos que consultamos, a veces nos responden sólo 50, y se hacen las estadísticas en base a eso. Por ejemplo, Glampings tenemos 4, y hay 2 cerrados. Entonces, nos da una ocupación del 85%, pero lo real sería del 42,5%. Es engañoso, por eso prefiero no a dar porcentajes. Hoy tenemos 5.000 camas habilitadas”, destacó. A pesar de una temporada de invierno floja, el director de Gestión Turística rescató que “repuntó en un 60% durante las dos segundas semanas de vacaciones en comparación con la primera quincena. Se vio en la calle, en los hoteles y en los restaurantes que hubo una mejoría, pero no es lo que esperábamos, no es lo que necesitan los prestadores privados para subsistir. A esto se le suma que no se pueden subir los precios a la par de lo que subieron los gastos, entonces es muy difícil. Estoy tratando de ver si hay alguna forma de alivianar eso desde el Estado”. En lo que coincidieron ambos es que la situación del sector es crítica en todo el país. Rosado marcó que “el turismo hoy está devastado, hay indicadores muy preocupantes, y es un sálvese quien pueda. Es un esquema muy complejo porque no podemos competir si no hay visitantes. El privado ya replanteó sus costos e hizo el balance de sus números. Lo que nos está faltando es la pata del estado. Durante los dos años que tuvimos a los uruguayos pudimos armar un colchón de ahorros que estamos quemando ahora para aguantar esta situación. Otras ciudades que no tuvieron esa suerte están liquidados”. En el mismo sentido, argumentó que “este año sabíamos que el turismo no se iba a sentir, es un golpe duro y me preocupa muchísimo lo que pase en el verano. El turismo hacia afuera va creciendo exponencialmente, me aterra que ir a Brasil salga $400.000 y en cuotas. Se pueden hacer programas de protección para que las personas no se vayan en masa, no facilitar tanto irse a Brasil o a Chile y dejar al resto de las ciudades muy desprotegidas. No podemos tener un mal verano, por suerte tenemos el Carnaval…”. Por su parte, Romero contó que mantiene contacto con directores de Turismo de otras ciudades y también están complicados. Además, destacó que “los precios en Gualeguaychú no están caros. Uno empieza a achicar sus márgenes, pero los costos siguen creciendo”. Sobre las reuniones que mantiene con prestadores, el funcionario dijo que al principio sus colegas hacían catarsis por lo difícil de la situación pero que “ahora hay otro tipo de diálogo, hay un poco más de fe y de ganas de querer hacer. Más allá de los tiempos del Estado, hoy estamos acompañando y trabajando en conjunto”. Precisamente, para paliar la crisis Romero destacó que “los eventos son fundamentales. Ironman a nivel mundial tienen un semáforo, que evalúan la ciudad desde que entran hasta que se van los atletas, y arrojó un 97% de satisfacción en cuento a la experiencia en Gualeguaychú. Estamos terceros a nivel mundial. Los eventos no van a ser la solución, pero al traccionar personas por si solos, generan un respiro”. Sobre esto, Rosado añadió que “en la actualidad, la ciudad tiene las condiciones para salir a venderse. Tenemos a 200 km personas que viven amontonadas en Buenos Aires, que buscan lugares tranquilos y naturaleza. Tenemos que apuntar todos los cañones ahí. Plata que tengamos hay que apuntar a Avellaneda, San Martín… no salir a quemar recursos a otro lado. Ya sabemos cuáles son las personas que nos visitan, son los laburantes de a pie que todavía se puede ir de vacaciones, porque son muy pocos los gualeguaychuenses a los que le sobran $100.000 por semana para salir a comer. Igualmente, no nos podemos detener a observar que hace el Municipio, tenemos que movernos y ser creativos”. Finalmente, sobre si hay desencanto en el sector con el gobierno de Milei, Rosado planteó que “estamos en contacto con diferentes prestadores del país y la crítica es permanente. Uno puede votar con ideología o esperanza, pero cuando te tocó el bolsillo, no llegás a fin de mes o estás a punto de cerrar tu negocio, te desencantas. Sobre todo cuando ni siquiera se mira a nuestro sector. Si le vetan un aumento a un jubilado o a un discapacitado uno se pregunta qué posibilidades hay de que reduzcan el IVA para el sector…” Por su lado, Romero concluyó: “No sé la mayor parte del turismo acompañó al gobierno, pero el desencanto se siente en muchos prestadores, sobre todo en que respecta a los impuestos y los gastos fijos, que son los que tienen mal al prestador”.
Ver noticia original