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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 10/08/2025 02:42
María Laura Santillán Con La Barby No sabía si iba a entrevistar a La Barby o a Leo, pero vino vestida de Barby. A ella la conoce mucha gente, a Leo en cambio sólo los íntimos, los más cercanos. Leonardo Javier Veterale es actor y desde 1995 hace un personaje, una performance: “la Barby”. Desde hace años se luce en el programa de radio de Elizabeth Vernaci, “La Negra Pop” y ahora también todos los días en la tele, en LAM, con Ángel de Brito. – Me monto para actuar, y creí que de más grande no me iba a montar tanto, pero me creé este monstruo y lo sigo haciendo. “SOY PIÑÓN FIJO, PERO OTRO RAMAL” – ¿Porque te divierte? – Me divierte un montón hasta el día de hoy desde que empecé hace 30 años. Me divierte la sorpresa de la gente. Por más que haya leyes de casamiento, de identidad y todo eso, la gente todavía se sigue sorprendiendo. Soy Piñón fijo, pero otro ramal. – Los primeros 30 años de tu vida la Barby no existía. – No, era extremadamente amanerado, solamente eso. Leonardo, el gay. "Me monto para actuar, y creí que de más grande no me iba a montar tanto, pero me creé este monstruo y lo sigo haciendo", contó La Barby (Fotos de Gustavo Gavotti) – El gay de Paso del Rey. – El gay de Paso del Rey, todo un título. Porque acá en Capital pasa desapercibido, pero en lugares del conurbano sos el p… del barrio. – ¿Cómo lo llevabas? – Bien, nunca lo llevé mal porque nunca me la hizo pasar mal mi familia. Y eso que mi mamá era una gallega que había venido de la Guerra Civil española, era una mina fuerte, una mujer que hoy tendría 99 años, moderna. No le importaba nada, estaba para acompañarme. Yo debía tener esos pruritos de decir “no me voy a disfrazar delante de ella”. Después fui más allá, la llevé al programa de Moria un día. Por jorobar fuimos con unos amigos a disfrazarnos para el carnaval, “tenemos que disfrazarnos de mujer”. O tenías peluca y no tenías zapatos, o tenías zapatos y no tenías peluca, siempre faltaba algo. Hasta que un día decidimos ir a comprar todo. Me compré una peluca, me compré zapatos de tacón alto pensando que se podía caminar lo más bien y así nació todo esto, en un carnaval del mítico boliche Bunker. Antes hice otras cosas. Fui pastelero diez años. – ¿Cuánto tiempo te lleva ser la Barby? – 20 minutos, nada más. La carita te la hago en 15 o 20 minutos y me cambio al toque. A la cara le dedico un poquito más con los años, que no se me noten las ojeras por ejemplo. – ¿Qué definición te queda más cómoda? ¿Drag queen, performer, cómico? – Me gusta cómico. Pasé por muchas: drag queen, transformista, cómico, comediante. Lo que la gente quiera titular yo no tengo problema. No tengo drama si me quieren llamar Leo, si me quieren llamar Barby, ya está, es esto. – Vos no tenés drama nunca. Te reís de todo. – No tengo problemas, no tengo peleas con nadie. No soy rico en peleas con otros humanos. Estoy muy relajado. - Porque no te atrae pelear. – No me atrae pelear. ¿Sabés qué pasa? Me hago mucho problema, después me quedo pensando, elucubrando. No, no quiero. "No tengo drama si me quieren llamar Leo, si me quieren llamar Barby, ya está, es esto", aseguró La Barby –¿Qué le pasa a la gente en la calle cuando no vas como la Barby y escuchan la voz? – Me está pasando últimamente que en la radio me estoy mostrando desde que tenemos cámaras en la radio… “NO ME BANCO NO GUSTAR, NO AGRADAR. NO VOY POR ESE CAMINO” – Menos producida – Me pongo una pelotita, tranqui. Entonces la gente me está reconociendo un poco más. Tampoco es que lo busco, se da. “¡Ay La Barby!”, me hacen así cuando estoy de señor. Y yo les hago una mariconada para que se lleven un recuerdo de lo que podría llegar a ser producido. Hay mucha buena devolución, buena onda. No me enfrento ni con haters, salvo si te metés con la China o el fan de Wanda te mata, esas cosas tontas. Siempre hay alguno que quiere más a una que a otra pero trato de no hablar ni escribir nada porque tampoco me la banco. No me banco el no gustar, el no agradar. No voy por ese camino. – O sea que la intención allá por el 95 era lograr un espacio donde todos te vieran. – Sí, desde chico siempre tuve unas ganas tremendas de ser famoso. Estudié actuación, me metí en clases de teatro, porque no era como hoy que prendés el celular y te haces famoso por decir una tontera o algo que a la gente le guste. En esa época era mostrarte, me la pasé yendo a todos los programas gratis, no me importaba nada. – ¿Desde Paso del Rey venías a estudiar a Buenos Aires? – Sí, a lo de Julio Chávez. – ¿Siempre fue todo tan feliz y tan armónico en tu vida? – No, hubo una infancia de padres separados, de acompañar a mi mamá durante mucho tiempo porque se separó, era el hijo más chico, me hacía cargo de ella. Fue triste la separación, fue pelea tras pelea, se mataban con mi viejo. No en el sentido de físico, pero se decían de todo. Y drama, mi vieja muy dramática, muy Lorca, se tiraba al piso y todo eso. Esas cosas van quedando, van haciendo lo que es uno hoy toda esa información que te dan tus viejos. – ¿Y en relación a tus elecciones? – Desde niño yo ya tenía claro que me gustaban los chicos. O por ahí no tan claro, pero tenía una manera amanerada, afeminada de ser. Te titulaban los demás “maricón”, pero no me jodía. Sí me jorobaba que me quemaran delante de otros compañeros. “Maricón yo y me lo dijo delante de una persona que es amiga”. Eso era. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON LA BARBY: “CUANDO ERA CHICO TODOS ME SEÑALABAN, EL MARICÓN, EL PUTO" “EN PLENO CUMPLEAÑOS TODOS ME SEÑALABAN: EL MARICÓN, EL PUTO” – Hoy se llama bullying. A veces uno reconoce hoy algunas cosas pasaron antes, no se les daba bolilla, estaba naturalizado. – Sí, estaba todo naturalizado. Me acuerdo que fui al cumpleaños de 15 de una amiga y en un momento pasaron la canción “Estoy saliendo con un chabón’ y fue tremendo, tremendo, porque todos me miraban. Era la mirada de todo el conjunto de compañeros del colegio, todos me miraban a mí como acusando. Eso fue terrible, no me lo olvido más ese momento, en pleno cumpleaños todos me señalaban “el maricón”, “el puto”. Fue muy duro. Y también con la gordura. Como yo tengo pechos de gordo, entonces se me notaban. Y andaba en pleno verano con una campera, con 32, 35 grados, con una campera deportiva todo tapado para que no se me notara. Mi cabecita pensaba “eh Gordo Tetón”. Eso, a un chico de 12 años que tiene inclinaciones distintas al resto, que le digan que le digan “tetas”... Uy, me estoy convirtiendo, no en mujer, pero… Tenía mucho que ver con la mariconada el concepto en esa época de lo que era ser gay: mujercita. “COMO TENGO PECHOS DE GORDO, ANDABA CON UNA CAMPERA TODO TAPADO EN PLENO VERANO PARA QUE NO SE ME NOTARA. – Nuestra generación se tapaba si algo no le gustaba del cuerpo, lo quería esconder. – Todo. Y yo andaba con esa campera en pleno verano, iba a la pileta de una amiga y esperaba que todos se dieran vuelta para sacarme la ropa, tirarme rápido al agua porque debajo del agua no se me iba a ver nada. Después supe vivir bien con mi cuerpo gordo, hasta de zunga en Río tuve, no tuve drama. Quizás por prohibirme tanto exploté. ¡Basta! Basta, es lo que soy, me amaron por mí y por mi cuerpo. – Siempre te escucho jorobar con esto, con “soy gordo”. – Sí, ahora no tanto. De un tiempo a esta parte estoy bajando de peso. Hace un año estoy yendo a psiquiatra, psicólogo, todo, todo. Terapia con psilocibina, todo lo que se te ocurra estoy haciendo, una perfección total. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON LA BARBY: “USABA CAMPERA EN PLENO VERANO PARA QUE NO ME GRITARAN 'GORDO TETÓN'" – Hablás de todos los aspectos, no solo con la actividad. – Todo. Problemática de la obesidad con la prepaga, con nutricionista en Cormillot, con psiquiatra, con técnicas de psilocibina y ahora estoy tomando hongos. Microdosis. “ESTOY ENCERRADO EN NO MOVERME, QUIERO BAJAR DE PESO PARA TENER LIBERTAD” – ¿Cómo fue la decisión de cuidarte? – La salud. Si me preguntás ahora si me disgusta mi cuerpo te digo que no, no me disgusta en lo más mínimo. Pero uno crece, uno cumple años y la salud va atacando. Y tengo rodillas, caderas, todo masacrado de artrosis. Estoy encerrado en no moverme y yo lo que quiero es libertad. Empezar a bajar de peso para tener libertad e ir a todos los lugares que quiero. – ¿Cómo te está yendo? – Me está yendo bien, ya van 20 kilos, es un montón. Sí, estoy muy feliz. Porque estoy comiendo de todo pero poco, eso es lo que corresponde. Así que estoy perfecta. – ¿Te sentís más cómoda al caminar? – Sí, estoy en eso. Estaba que me moría, y ahora estoy un poquito mejor. – Trabajás y trabajaste en programas muy distintos entre sí, de todos lados de la grieta. Con Sofovich, en Bendita tv, con Fernando Peña, con la Vernaci, con Ángel de Brito... – Moria en su momento, trabajé en teatro con ella. Igualmente lo de Peña para mí fue inolvidable. Yo lo veía mucho en el boliche Búnker, él se ubicaba en la parte de atrás y charlaba conmigo. Me decía: algún día vas a trabajar en teatro conmigo, te quiero todo desnudo y que pasées alrededor mío. Después trabajé “EsquizoPeña” el musical, yo era un obrero que estaba enamorado de él. Con el tiempo en la obra “Ni la más puta”, andaba con una media calada dando vueltas al lado de él, totalmente desnudo. Sí, lo hice. No me importó nada y aparte me lo pedía él. Yo le tuve un amor enorme a Fernando Peña. – Fernando Peña, palabras mayores. – Muy buena persona, muy generoso. Y después fui amigo de Florencia de la V, de muchos. – Tu primera amiga famosa. – Mi primera amiga famosa. Un día Celina Rucci me pidió que fuera al programa de Tinelli a ser su hinchada. La llamé a Florencia y me dijo, “¿cómo vas a ir a la tribuna de Celina Rucci? Vení por mí”. Entonces fui por ella y empecé a tener contactos, “la gorda Lobby”. Jajajjaja, empecé a moverme. No lo hice con un propósito de lobby pero el que me dio bolilla fue Gerardo. Me dijo: este verano vas a tener una sorpresa, y fue una obra que duró un año con Moria, “Una familia poco normal”. Después me siguió contratando para otras obras, un homenaje a María Elena Walsh con Aníbal Pachano. Después una revista en Carlos Paz. – Ahora radio y televisión. – Radio y televisión. ¡Ay, pero tengo todo! – En esta historia no podemos dejar de hablar de Germán. Están juntos desde hace mucho. – 28 años. El perfil bajo hecho persona, sí. "Yo le tuve un amor enorme a Fernando Peña", dijo La Barby en entrevista con María Laura Santillán – Es un montón de tiempo. – Nos conocemos desde 1998 y en 2014 le dije: si nos casamos por ahí te puedo dar la nacionalidad, el pasaporte europeo. Fue lo menos romántico del mundo, nos casamos para ver si conseguía los papeles. No consiguió nada, pero nos casamos. Hicimos una reunión, la Negra hizo de juez de paz. – Están súper casados, son un matrimonio consolidado. ¿Por qué funciona? – Compañerismo, cuidado, consejos. Hablar, divertirse. Él es todo lo contrario a mí. Él es ordenado, pulcro, no es que yo sea sucio. Te ordena una cosa que no se te podría haber ocurrido, es increíble. Yo trato de acompañar todo lo que él es, porque no se puede ser todo lo contrario. Tenés que acompañar el orden, no dejar un vaso sucio… – O sea que para la convivencia el orden parece fundamental para vos. – Sí, es muy limpio y es una buena virtud también. Yo tengo una cosa acumuladora. ¿Abrir mi placard? Se te cae todo. – ¿Qué acumulás? – De todo. Se me dio por comprar pelucas últimamente, le tomé el gustito. Tengo un señor que viaja a Miami, le mando las cosas por Amazon a Miami y me trae todo a la vuelta. Viene con las pelucas, viene con moldes de tortas, vienen con sostenes para celular, pestañas, esto, lo otro. No gasto más de 9 dólares en una peluca. Juguetes compro porque colecciono juguetes. – En Estados Unidos a veces no se puede ni entrar en las casas de los acumuladores. – Yo no estoy a ese nivel, pero un cuarto lo tengo casi a ese nivel. – ¿Todo junto? – No, tengo separado por distintas cosas. Ahora lo último que me compré fue el muñequito del papá de Meteoro. – ¿Con qué intención? – Porque me calentaba el papá de él. Lo tengo como si fuera un tótem en mi casa. – ¿Comprás y comprás? – Claro, cuando vale la pena. Me compré la muñeca de Úrsula, la de la Sirenita, la tengo de adorno en casa. Yo no tengo porcelanas ni cerámicas importantes. Tengo muñecos y los trato de guardar de una manera linda. Tenemos este lado niño, no tuvimos juguetes de niño y los tenemos ahora. Estoy por empezar a coleccionar juguetitos de lata. ¿Viste los antiguos que venían a cuerda? "No tuvimos juguetes de niño y los tenemos ahora", explicó La Barby – ¿No tenías juguetes? – Mamá no me compraba, no le salía a mi vieja. Lo único que me acuerdo es que me compró un Rasti nada más. Ahora tengo todo, pero está sin uso porque me da lástima sacarlo del packaging, lo guardo todo en la cajita. – ¿Qué les gusta hacer juntos? – Durante todos esos tiempos fuimos a muchos boliches, íbamos a un Club de osos. El Club de osos es un ramal del ambiente gay, son gente más varonil que no es mi caso. Es un club donde se acepta gente un poquito más rellenita, gorda, barbuda, peluda y todo eso. – ¿Y qué sucede ahí? – Se junta gente que busca gente ahí, gustos afines. – ¿Ibas a buscar una cita? – Una mirada de cariño, de deseo. No es que no lo tenga con mi pareja, pero a veces está lindo que otra persona te mire. Esos permisos los tenemos. “ME DA MUCHA VERGÜENZA SALIR DE MI DEPARTAMENTO, SUBIRME AL ASCENSOR Y QUE ME VEA UN VECINO” – ¿Alguna vez vas así montada al médico o a hacer un trámite o al banco? – Nunca, me convendría tanto, sería todo más fácil y más rápido. Pero no, no voy, me da mucha vergüenza. Me da mucha vergüenza salir de mi departamento, subirme al ascensor y que me vea un vecino. No me explico porqué, no hay terapia que me lo haya dicho, yo me subo al ascensor y estoy rezando “que no suban, que no suba nadie”. Me da vergüenza en mi sitio, en mi lugar, donde vivo me da vergüenza. Acá en la esquina o en esta calle no me pasa nada. MARÍA LAURA SANTILLÁN CON LA BARBY: “ME DA MUCHA VERGÜENZA SALIR ASÍ DE MI DEPARTAMENTO, SUBIRME AL ASCENSOR Y QUE ME VEA MI VECINO” – Cruzarte con alguien que te conoce. – De mi calle, de mi casa. – ¿Cómo hacés? ¿Cómo hiciste para venir? – Me cruzo con vecinos, y la gente me saluda bien. Yo soy un arbolito de Navidad. No es que soy un personaje trans, común y corriente. Es mucho, es muy bizarro. – Esto lo que te quedó de vivir en Paso del Rey, que en tu pequeño pueblo no te vean así. – Una señora que tiene un comercio en Paso del Rey me está pidiendo que vaya a hacerle la pata, a hacerle promoción. Y me da mucha vergüenza porque el local está donde vivía mi familia, y hay un taller mecánico al lado y no saben lo que soy. Todo el mundo sabe, el famoso de Paso del Rey soy yo, pero a mí me da una vergüenza… Es una cosa interna mía, no puedo, no puedo. – La Barby es un personaje para salir a jugar. - Es para jugar, para los que no me conocen. Los que me rodean que me disfruten a mí. Son pocos los que me llaman Leo, muy pocos. Y el que no me conoce tanto que me diga Barby, que me diga Leo, que me diga lo que quiera. Pero son pocos los que hacen el esfuerzo por llamarme Leo, Ángel me dice Leo. – ¿Vos qué preferís? – Que me diga lo que quiera, yo no tengo drama. Pero te dan una importancia cuando se fijan en tu identidad y te dicen: vos sos el que trabaja conmigo, pero sos Leo. – Tu identidad es Leo. – Y esto es una cosa para la gente. – Leonardo Javier Veterale, el que va a sesentón el año que viene. – ¡Sesentón, no me lo digas! ¡Estoy vieja! – ¿Te jode eso? – No, yo internamente no me siento con la edad que tengo. Lo siento corporalmente, sí. No creo que cumpla esa edad. – ¡Es un error! - ¡Es un error de la vida cumplir esa edad sintiendo que tenés ganas de seguir haciendo cosas! Yo no siento la edad, me la hacen sentir los chicos mucho más jóvenes. "Yo internamente no me siento con la edad que tengo", confesó La Barby – Por eso seguramente también te empezaste a cuidar. – Porque quiero estar más tiempo, quiero estar bien lo que me queda de vida. Ya tengo aprobada la operación bariátrica, te cortan el estómago y te dejan una cosita así, que te entra una nuez. Pero esto no es solamente que me achiquen el estómago, es cambiar la cabeza. Quiero estar bien, pero también por amor. El cuidado ante todo es por mí, pero tampoco quiero que mi pareja esté mal si a mí me pasa algo. Quiero que los dos podamos transitar esto lo más sano posible. No quiero que me estén cambiando pañales, ni llevando en silla de ruedas. Me falta moverme, nada más. Tengo que empezar a caminar más, lo voy a lograr cuando saque un poco de sobrepeso. – Te cuesta. – Me cuesta un montón, me duele mucho todo, ¡pero estoy divina! No quiero vender bajones. - Pensaba en cómo cambió todo desde nuestra generación a ahora en la comunidad LGTB. – Todo. Por suerte, gracias a Dios, tenemos leyes, que somos otra persona más como todos, estamos amparados. – Empezaron a ocupar el espacio que ocupan los demás. – Sigue habiendo focos de discriminación en el conurbano, en provincias. Pero cada vez menos. – Con mentalidades... – Mentalidades de antes, la persona distinta les provoca una removida mental que no aceptan y discriminan. – Los altera. – Los altera y los pone locos el distinto, el que no es como todos, el que tiene otra elección sexual. Y ahí nace la homofobia, la LGTBfobia, ponele, para ser más abarcativo. – Vos trabajás en un medio que es abierto, pero hay gente que sigue sufriendo donde trabaja. – Claro que sí, que tiene que estar callado. Hay gente que se destapa y no le importa nada, pero hay gente que tiene un respeto total hacia su familia y su alrededor y vive enclosetado una vida. Y es jorobado eso. – ¿Estos últimos años notas algún cambio? – El Gobierno se tira en contra de lo ya conseguido. Por ahora no nos sacaron derechos, pero se mete con el ambiente LGTB al pedo. ¿Quién te pide que hables de eso? ¿Quién te pide que hagas un discurso en Davos diciendo barbaridades, como si el heterosexual escapara la pedofilia? Es muy feo lo que está pasando, muy feo lo que dice este hombre. Pero es lo que votaron. – Es un momento. – Es un momento. Hemos pasado muchos gobiernos, siempre hay alguna queja, pero este tipo está totalmente banquineado con estos temas. Le encanta hablar, expresarse, tuitear, meterse con los periodistas y meterse con todos. Que se encargue del gobierno, de gobernar. – ¿Qué te gustaría hacer? ¿Qué te quedó pendiente? – Lo que yo quería en la vida lo tengo. Yo quería trabajar con La Negra en el 2013, 2014. Germán me dijo: mandale un mensaje, decile que querés ir y llevarle unos brownies. Y caí, y la Negra me dijo en ese momento que el ambiente de la Rock and Pop era muy homofóbico, que esperara un tiempo. En el 2016 Ángel le habló de mí y me llamó. Desde hace ocho o nueve años que estoy con ella y el sueño de estar con ella, lo tengo día a día, año tras año. Ella fue la responsable de formarme, me dio queriendo y sin querer un curso de locución, de trabajar en los medios y me enseñó a amar la radio ante todo. "El Gobierno se tira en contra de lo ya conseguido. Por ahora no nos sacaron derechos, pero se mete con el ambiente LGTB al pedo", planteó La Barby (Fotos de Gustavo Gavotti) – Tenés muy buena voz, Barby. – No sé si por mi manera de ser, pero mucha gente me dio oportunidades. Ángel me invitó a hacerme una nota y yo le ofrecí ir al programa una vez por semana. Yo iba a todos lados, al programa de Carmen Barbieri, de Moria, Zap, de todos, gratis. Eran las redes sociales del momento salir en televisión, que te vean. De Paso del Rey venía disfrazado hasta y participé de todo. Dale, venite, me dijo Ángel y empecé a ir una vez por semana a su programa en esa época. – Pero ahora te paga. – Ahora me paga, millonaria, millonaria. – Me encantó que vinieras a visitarme, gracias. – A mí me encantó que me hayas invitado, porque lo hablé en terapia la semana pasada. Que me habías llamado. – ¿Qué le dijiste? – Que no siento que me lo merezco. Toda una hora de terapia hablando de vos, del programa, que me había invitado. Y le dije: no siento que merezca estar al lado de María Laura Santillán, una cosa así. – ¿Qué te dijo? – Empezamos a hacer ejercicios de por qué no me merecés y por qué lo merecés y qué es lo que te merecés en la vida y esto y lo otro. Así que gracias a vos.
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