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» Derf
Fecha: 08/08/2025 17:22
Vas al gimnasio, salís a correr o hacés rutinas casi todos los días, pero tu cuerpo no cambia como esperabas. Entrenar seguido no siempre garantiza progreso visible. Si no hay cambios físicos, puede que haya algo en el descanso, la alimentación o el tipo de ejercicio que esté limitando tu evolución. La buena noticia es que todo eso se puede ajustar. Primero, vale revisar qué esperás que pase: ¿querés bajar grasa? ¿Ganar masa muscular? ¿Tonificar? Cada objetivo requiere un enfoque distinto, y a veces el cuerpo sí está cambiando, pero no de la forma (o velocidad) que imaginabas. Factores que pueden estar afectando el progreso: No estás comiendo lo que tu cuerpo necesita Entrenar sin suficiente proteína, calorías o nutrientes puede frenar tanto el desarrollo muscular como la quema de grasa. Hacés siempre el mismo tipo de rutina Si el cuerpo se adapta, se estanca. Alternar intensidad, ejercicios y estímulos es clave. Dormís poco o mal El músculo se construye en reposo. Dormir mal o muy poco impide recuperar y rendir al máximo. Entrenás mucho, pero sin técnica ni enfoque Más no siempre es mejor. Hacer cinco rutinas a la semana sin una progresión o con mala ejecución puede ser poco efectivo. Estás estresado El cortisol alto sostenido puede bloquear el descenso de grasa y dificultar la ganancia muscular. No medís el progreso de forma realista A veces hay mejoras de fuerza, movilidad o energía, pero solo te enfocás en el espejo o la balanza. Qué podés hacer para destrabar el estancamiento: Revisá tu alimentación con un nutricionista si podés Incluso pequeños ajustes en proteína o tiempos de comida marcan la diferencia. Pedí una rutina personalizada o rotá el estímulo Cambiar de método, frecuencia o tipo de ejercicio ayuda a que el cuerpo se vuelva a activar. Sumá descanso activo o días off reales Sin recuperación, no hay crecimiento ni definición. Medí también cómo te sentís, no solo cómo te ves Mejoras en resistencia, agilidad, postura o energía también son parte del resultado. Entrenar seguido sin ver cambios visibles no significa que estés fallando: puede ser que estés repitiendo patrones que te frenan. Ajustar la estrategia con información clara y sin obsesión puede ayudarte a avanzar con más motivación.
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