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  • Kéfir probiótico: cómo usar sus restauradoras propiedades curativas para una microbiota saludable

    » Clarin

    Fecha: 08/08/2025 12:44

    En muchas culturas, los fermentos ocupan un lugar destacado dentro de las tradiciones alimentarias. Más allá de su sabor, existe una curiosidad creciente por los beneficios que ciertos productos fermentados pueden ofrecer al cuerpo. Entre ellos, el kéfir se destaca como uno de los más antiguos, con múltiples formas de preparación y consumo. En los últimos años, su presencia se ha ampliado más allá de mercados especializados. Hoy es posible conseguirlo en supermercados, tiendas naturales o incluso elaborarlo de forma casera. Esa accesibilidad lo convierte en un alimento cotidiano para quienes buscan alternativas naturales para el cuidado intestinal. La fermentación transforma ingredientes simples en productos complejos, repletos de microorganismos vivos. Estos procesos alargan la duración de los alimentos y permiten el desarrollo de bacterias con posibles beneficios para la salud. El kéfir es una bebida fermentada hecha con nódulos vivos que inician el proceso. Aunque tiene un sabor suave y ácido, contiene una gran variedad de microorganismos que pueden beneficiar el sistema digestivo. El poder del kéfir para una microbiota saludable El kéfir se ha convertido en objeto de estudio por sus múltiples aplicaciones en el ámbito de la salud intestinal. Desde mejorar la tolerancia a ciertos alimentos hasta reforzar el equilibrio interno del cuerpo, sus beneficios comienzan a ser reconocidos más allá del consumo tradicional. Kéfir como un ingrediente en un batido de fresa. A continuación, algunas de sus propiedades más destacadas que lo convierten en una opción valiosa dentro de la alimentación cotidiana. Favorece el equilibrio de la flora intestinal: Según un artículo publicado por Healthline, el kéfir contiene más de 30 cepas de bacterias y levaduras beneficiosas que ayudan a mantener una microbiota diversa y saludable. Mejora la digestión de la lactosa: A pesar de estar hecho con leche, el kéfir contiene enzimas que descomponen la lactosa, lo que lo vuelve más tolerable para personas con hipersensibilidad a este tipo de azúcar. Apoya el sistema inmunológico: La presencia de probióticos como el Lactobacillus kefiri contribuye a la defensa del sistema inmunológico. De acuerdo al estudio “Impact of kefir derived Lactobacillus kefiri on the mucosal immune response”, publicado en Journal of Immunology Research, fortalecer la barrera inmune y disminuir la inflamación podría contribuir a controlar el microbioma intestinal y prevenir el crecimiento excesivo de bacterias dañinas. Tiene propiedades antimicrobianas naturales: Algunos compuestos del kéfir, como las bacteriocinas, actúan contra microorganismos patógenos, ayudando a proteger el sistema digestivo de infecciones comunes. El kéfir se puede incorporar al organismo mezclado con otros alimentos. Podría contribuir a reducir la inflamación intestinal: Estudios preliminares sugieren que el consumo habitual de kéfir puede ayudar a calmar afecciones intestinales leves, como la hinchazón o el malestar digestivo. Aporta nutrientes esenciales: Es buena fuente de calcio, vitaminas del grupo B y proteínas, lo que lo convierte en un alimento completo desde el punto de vista nutricional. Es fácil de incorporar a la dieta diaria: El kéfir puede tomarse solo, mezclado en batidos, con frutas, o utilizado como base para aderezos y salsas, lo que facilita incorporarlo a la dieta diaria sin complicaciones. Cómo hacer un desayuno lleno de probióticos con el kéfir Una forma sencilla de consumir kéfir es incorporarlo a un desayuno probiótico. Basta con verter una taza de kéfir en un bowl, agregar media banana en rodajas, un puñado de arándanos frescos, semillas de chía y un poco de miel natural.

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