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  • Cuatro Beatles que ya no se toleraban y mensajes ocultos sobre la supuesta muerte de Paul: la historia de la foto de “Abbey Road”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 08/08/2025 06:30

    Una persona muestra una copia del álbum Abbey Road del grupo británico The Beatles parado sobre la misma senda donde la hicieron (EFE/Andy Rain/Archivo) El policía, tocado con el típico casco bombín de los bobbies londinenses, les dijo que tenían solo diez minutos, que no les daría más que eso, que no podía cortar por más tiempo el tránsito. Eran las 11.35 de la mañana del viernes 8 de agosto de 1969 cuando los cuatro Beatles hicieron una pausa en el estudio de grabación y salieron a la calle para hacer las fotos de la portada del disco. Era la mejor hora, por la iluminación del sol. Y el tiempo corría. El fotógrafo escocés, Iain McMillan, amigo de John y Yoko, se subió a una escalera plegable en el medio de la calle portando su cámara Hasselblad con una lente de 50 milímetros, enfocó y empezó a disparar mientras John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison cruzaban por las líneas blancas de la esquina más cercana a la puerta de los estudios EMI, en Abbey Road. Caminaron por la senda peatonal varias veces, ida y vuelta, para que McMillan los fotografiara. A los diez minutos todo había terminado. En ese breve lapso se logró la imagen de la tapa de uno de los discos más famosos de la historia. Se llamó Abbey Road, como la calle donde se tomó la foto y los estudios donde grababan The Beatles. El LP Abbey Road, lanzado en septiembre de 1969, fue el último que grabaron los cuatro de Liverpool, aunque el penúltimo en salir, porque luego salió a la venta Let it be, pero con canciones compuestas y grabadas antes. La banda estaba en pleno proceso de separación, algo que no se refleja en la música, donde la armonía es total. Pero más allá de la música, la imagen de la tapa pasó a la historia por otras razones. Se creyó que contenía un mensaje oculto que confirmaba un rumor que corría desde 1966, cuando Los Beatles dejaron de tocar en vivo: que McCartney había muerto. Toda una paradoja si se tiene en cuenta que fue el propio Paul quien ideó la portada del disco. Del Everest a Abbey Road En un primer momento, el álbum que vio la luz como Abbey Road iba a llamarse de otra manera: Everest. Ese nombre fue una propuesta de Paul, que quería reflejar con él que habían llegado a la cima, pero también que la relación entre los cuatro Beatles estaba rota y que grabar juntos estaba siendo tan difícil como escalar el monte más alto del mundo. Otra versión – que está en la página oficial de los estudios – asegura que la idea surgió porque el ingeniero de sonido Geoff Emerick fumaba cigarrillos marca Everest en el estudio y que a Los Beatles les había gustado la imagen austera de sus siluetas contra una montaña blanca. Sea como fuere, cuando McCartney propuso que los cuatro volaran al Himalaya para hacer la foto de portada ninguno de sus compañeros aceptó: bastante tenían con verse las caras todos los días en las sesiones de estudio como para meterse a viajar juntos. Una vez que el grupo decidió que Nepal estaba descartado, a Paul se le ocurrió entonces tomar una fotografía fuera de los estudios EMI durante un descanso de la grabación. Una manera de decirles: ya que no quieren ir tan lejos, nos vamos a quedar bien cerca, en la esquina. No hubo desacuerdo en elegir a Iain McMillian como encargado de tomar la foto de portada. Se conserva un boceto original de McCartney, donde muestra su idea para la imagen de los cuatro – dibujados casi como palotes - cruzando la calle y también una ilustración de McMillian donde toma la idea y le agrega detalles para que se vea más claramente cómo pretendía mostrar a los cuatro Beatles caminando por la senda peatonal. Boceto original de la foto Decidieron hacerlo casi al mediodía del 8 de agosto, un momento elegido por el fotógrafo para tener la mejor luz. Salieron a la calle a las 11.30 y, antes de que el policía detuviera el tránsito para que se pudieran realizar las tomas, Linda Eastman – también fotógrafa, que de esa manera había conocido a Paul – tomó con su propia cámara varias fotos de los cuatro de Liverpool mientras se preparaban para cruzar la calle e incluso una donde Ringo conversa con una anciana vecina que se acercó a saludarlos. Cuando McMillian estuvo listo sobre la escalera, los cuatro se pusieron en fila en un orden ya prefijado: John, Paul, Ringo y George. Durante los siguientes diez minutos, los cuatro cruzaron la calle tres veces en cada sentido mientras McMillian disparaba la cámara y les daba indicaciones para que guardaran distancia o acomodaran el paso. Fue rápido, pero no fácil. Después de revelar los negativos el fotógrafo eligió seis tomas y las llevó al estudio de grabación para que los Beatles decidieran cuál utilizar. John, George y Ringo le dejaron la tarea a Paul, que eligió la quinta porque era la única que mostraba al grupo caminando juntos al mismo paso. Durante mucho tiempo no se supo dónde estaban las tomas descartadas, hasta que en 2012 una de ellas se vendió en una subasta por 16.000 libras esterlinas (21.500 dólares). Abbey Road salió a la venta siete semanas después de la sesión de fotos, con la imagen elegida por McCartney en la portada. Entonces se produjo el fenómeno: mientras los críticos escribían sus reseñas sobre el undécimo álbum de The Beatles, comenzó a correr la versión que aseguraba que esa foto guardaba un mensaje oculto. Paul McCartney ideó la portada y eligió la imagen final del álbum Abbey Road La improbable muerte de Paul Se dijo que en la imagen había no una sino muchas señales que confirmaban un rumor que corría desde hacía tiempo: que Paul McCartney estaba muerto y había sido reemplazado por un doble para que Los Beatles pudieran seguir existiendo a los ojos del mundo. Por alguna razón, en Abbey Road – más precisamente en su portada – sus compañeros habían decidido dar una señal de que ese rumor era cierto. De todas esas señales, la más clara de todas es que el bajista caminaba descalzo y que los otros Beatles estaban vestidos de manera significativa: delante de todos aparecía John, vestido completamente de blanco, como un pastor o algún tipo de representante de Dios; luego seguía el muerto descalzo (que no era Paul sino su doble, porque todo el mundo sabía que el bajista de los Beatles era zurdo y el tipo que aparecía en la foto un cigarrillo en la mano derecha); tercero iba Ringo, con un traje negro, la vestimenta típica de los empleados de pompas fúnebres; y atrás de todo George, con camisa y pantalón de jean, para representar al sepulturero. Los autos también revelaban la muerte del Paul. El vehículo policial estacionado a la derecha de la foto evocaba el accidente automovilístico en el que, supuestamente, el Beatle preferido de las chicas buenas había perdido la vida, y la patente LMW-28IF del escarabajo Volkswagen era todavía más reveladora, tanto en sus números como en sus letras. El 28IF de la parte inferior se podía leer como que McCartney tendría 28 años si (if, en inglés) no hubiese muerto, y las letras LMW de la parte superior podían ser las iniciales de afirmaciones como “Linda McCartney Weeps” (Linda McCartney llora) o “Linda McCartney Widow” (Linda McCartney viuda). Por supuesto, nada de esto – salvo que fuera una broma ideada por los propios Beatles, algo que jamás se confirmó – tenía sentido: Paul tenía 27 años y no 28 cuando se lanzó Abbey Road. Además, si bien era posible que existiese en el mundo un doble idéntico a Paul, era totalmente imposible que ese doble – o cualquier otra persona – pudiera componer, tocar y cantar como él. Claro que, cuando se quiere creer, cualquier cosa es posible. Y los que leían esas señales en la portada del disco ya venían de la experiencia de tratar infructuosamente de pasar al revés la pista del tema Revolution Number 9, del Álbum Blanco, porque se decía que quien lo lograra – y escuchara lo que ahí se decía – descubriría toda la verdad sobre la muerte de Paul y sus circunstancias. Paul McCartney y Linda Eastman el día de su casamiento, el 3 de marzo de 1969. Crédito: The Grosby Group Es posible que todas esas elucubraciones divirtieran a los Beatles y en especial a Paul. Después de la separación del grupo y en pleno enfrentamiento verbal con McCartney, John Lennon grabó – acompañado por George Harrison en la guitarra – “How do you sleep?”, un tema dirigido a su ex compañero donde juega con la versión de su muerte. Allí le dice, en dos versos: “Those freaks was right when they said you was dead / The one mistake you made was in your head” (Esos fenómenos tenían razón cuando dijeron que estabas muerto / El único error que cometiste estaba en tu cabeza”). Paul McCartney dejó pasar muchos años antes de explicar por qué estaba descalzo en la foto que fue portada de Abbey Road: “Era un día muy caluroso… y yo estaba usando sandalias, tal como lo hago hoy, así que me las saqué. Fue por el calor, así que cruzamos. No hubo ningún significado especial”, reveló en 2018 en su cuenta de Instagram.

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